Sin la misma pompa de antes, quizás porque la atención de la opinión pública ha estado volcada desde hace un mes hacia los avatares de la crisis del agua en Osorno, la semana pasada se abrió formalmente el proceso anual de postulaciones al programa de recambio de estufas, uno de los pilares fundamentales del Plan de Descontaminación Atmosférica (PDA) que busca reducir en un 83% las emisiones tóxicas en el aire de la ciudad con plazo al año 2026. En este subsidio, unido al que facilita los trabajos para mejorar la aislación térmica de las viviendas, descansa buena parte de las esperanzas de la comunidad para reducir la contaminación que se produce por el incorrecto uso de la leña para la calefacción domiciliaria, y que se expresa año tras año en los episodios de emergencia y preemergencia ambiental.
Para esta temporada, el Ministerio de Medio Ambiente, que es quien lidera el recambio de calefactores, ha anunciado que contrariamente a lo ocurrido en los tres años anteriores, ahora habrá recursos para generar la entrega e instalación de 1.500 nuevas estufas, todas a pellet. Comparado con los 1.079 equipos de 2016, los 764 de 2017 y los 866 del año pasado, no cabe duda que estos 1.500 constituyen un significativo avance en cuanto a las asignaciones anuales. Sin embargo, no se puede obviar que aun así, el ritmo del programa de recambio continúa siendo insuficiente si se tiene a la vista la meta de 25.000 calefactores nuevos al año 2026, que es cuando se cumple una década de vigencia del PDA.
Aunque la autoridad medioambiental ha sostenido, para explicar esta brecha, que el compromiso es la entrega de las 25.000 estufas en el plazo de 10 años y no una progresión de 2.500 por cada temporada, la experiencia en cuanto al financiamiento del PDA no permite presagiar nada positivo en cuanto a una
abrupta entrega de platas a medida que se acerque el año 2026. Más que obedecer a una planificación contenida en el PDA, la distribución de los subsidios ha respondido a los pareceres del nivel central, siempre atados a los dictámenes del erario fiscal.
El anuncio de los 1.500 subsidios para este año es una noticia positiva. No obstante, no da para celebraciones. La deuda del nivel central con la descontaminación del aire en Osorno sigue en pie.