Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en nuestro país, principalmente en el segmento de hombres mayores de 35 años y mujeres mayores de 50 años de edad. De acuerdo a estadísticas del Ministerio de Salud, al año mueren en Chile cerca de seis mil personas que sufrieron un infarto al miocardio. Tal es su magnitud y gravedad, es que desde el año 2005 este mal está incorporado en el listado del GES (Garantías Explícitas en Salud).

Los principales síntomas de la enfermedad son dolor o sensación de peso en el pecho, dolor en el pecho que se extiende a uno o ambos brazos y dolor en el pecho que se extiende al cuello o mandíbula. También puede haber sudoración fría, sensación de desmayo y en algunas ocasiones, puede estar acompañado de mareo, náuseas y vómitos e incluso dolor abdominal. Es decir, son síntomas específicos y claros para quien los padece.

Según la académica de la Facultad de Enfermería de la Universidad Andrés Bello, Pamela Cárcamo, ante un evento de estas características, lo primero es mantener la calma, disminuir la demanda de oxígeno del paciente manteniéndolo en reposo semisentado, debe respirar profundo. Eso es mientras se consiguen ambulancia o lo trasladan a un centro asistencial. Un infarto agudo al miocardio es una situación de salud que pone en riesgo la vida del paciente, por tanto, ante la sospecha, debe recurrir inmediatamente a un centro asistencial para que se corrobore el diagnóstico y se inicie el tratamiento lo antes posible.

En la mayoría de los casos, este suceso se relaciona con factores de riesgo clásicos como son el tabaquismo, hipertensión, diabetes y obesidad, por lo tanto controlar estos efectos son elementales para prevenir enfermedades al corazón.

Estudios internacionales aseguran que en la mayoría de los infartos se puede identificar un factor de riesgo cardiovascular evitable y potencialmente reversible. Por ello, en el Mes del Corazón el llamado es a la prevención y adoptar buenos hábitos para tener una vida más saludable.

Hay cientos de ejemplos en los que se ha demostrado que las agrupaciones de personas, constituidas legalmente en forma de gremios, federaciones o confederaciones con años funcionando, han sido los mejores consejeros para la construcción de políticas públicas y para la solución de los problemas que aquejan a la población, ya sea un rubro productivo o de servicios o social, sin embargo, las autoridades se empecinan en saltarse y perderse una tremenda oportunidad de generar cambios consensuados y de gran peso social.

Es habitual preguntarse ¿en qué estaban pensando, cuando se les ocurre proponer una modificación a la ley laboral, que va afectar al alma de las PYMES chilenas, cuando se propone bajar las horas de trabajo, antes de pensar en un aumento de la productividad? Una posibilidad cierta serían las encuestas. No sería mejor y como se tituló un columna previa, ¿los bueyes delante de la carreta?

O también, cuando de la noche a la mañana aparece un comunicado, a título de nada, que se permitirá el ingreso de animales vivos desde Argentina a Chile, país que aún no erradica la Fiebre Aftosa. Pues bien, una vez más los gremios se sorprenden y reaccionan airadamente y con justa razón. Lo curioso es que la autorización duró 36 horas y fue derogada.

Pues bien, de estos ejemplos está plagada nuestra historia. En que desde Santiago la capital (pero no es Chile), se toma determinaciones con claros signos de populismo, o para resolver un conflicto particular. Como sea, desde el Multigremio de Osorno y como parte de la Multigremial Nacional y parte de la Red Regional de Gremios de Sofofa, enviamos un potente llamado a las autoridades, para que antes de proponer medidas cortoplacistas, sectoriales y populistas, consulten a los que generan el 65% del empleo en Chile, a los que ponen en riesgo su patrimonio cada vez que emprenden, a ellos que emplean personas, pero le responden a la familia chilena.

Autoridades, la voz de los gremios es más fuerte y tiene calle, no se pierdan la gran posibilidad de hacer grande al país desde el empleo y la productividad, ya que ejemplos hay muchos en que por repartir antes que generar, ha llevado a la ruina a naciones completas.

Michel Junod, presidente de la Multigremial Osorno