Cooperativas
He leído con gran agrado y satisfacción la carta al director publicada por el señor Walter Carmona sobre cooperativismo agrícola (publicada en la edición de El Austral de Osorno del pasado viernes).
No ha sido fácil, pero podemos decir que al día de hoy se ha iniciado un proceso creciente de asociatividad que nos llena de alegría. Queremos destacar que en este proceso de estructura cooperativa se traspasan las fronteras políticas, se descentraliza el país, se genera riqueza en las regiones y se reparte esta riqueza en miles de brazos chilenos consolidando una clase media que sustenta la estabilidad política y social en el tiempo. Europa es Europa porque cuenta con cientos de miles de cooperativas junto a una masiva participación.
Con gran alegría le comento al señor Carmona que hemos firmado un convenio con la Universidad de Los Lagos y con Inacap para desarrollar talleres y cátedras de cooperativismo en las carreras que se imparten en dichas instituciones. Esta actividad se encuentra en funcionamiento.
Pretendemos con esto lograr el ideal que significa reunir voluntades, recursos económicos y tecnologías para desarrollar miles de proyectos en nuestra región.
Gracias al apoyo de las instituciones educacionales pretendemos darle a nuestros jóvenes otra visión para levantar una empresa y con esto colocar de pie a nuestra región y darle a Chile el Futuro que se merece.
Fernando Becker Melo, presidente de la Asociación de Cooperativas del Sur de Chile
Liceos Bicentenario
Frente a las últimas cifras en educación, es entendible que la gente opte, como preferencia, por un liceo emblemático.
Para postular a ser un Liceo Bicentenario, se hace una exhaustiva revisión de calidad y proyecto, evaluando tanto a alumnos, apoderados y docentes. Ocho años han transcurrido desde que se inauguró el primer Liceo Bicentenario en la comuna de Renca, casi la mitad de los más de 100 Liceos Bicentenario se ubicaron en el 20% superior de rendimiento del SIMCE de segundo medio. Es decir, superan con creces a los tradicionales y emblemáticos liceos de la capital.
Estos datos no sólo evidencian lo perjudicial que pueden ser los paros y las manifestaciones para la educación, pero sobre todo dan cuenta de la necesidad de una selección para que los jóvenes y familias que realmente desean tener una educación de calidad, tengan la posibilidad de acceder a una mejor institución, donde estos hechos no continúen ocurriendo.
Verónica Santana Burgos, profesora
Alcohol y drogas
El alcohol y las drogas ilegales son utilizadas ya por décadas por los jóvenes. El consumo de cannabis ha aumentado entre los estudiantes universitarios, lo que debe motivar una respuesta social urgente. Si hasta hace poco uno de cada tres estudiantes entre 13 y 17 años ha fumado cannabis en el último año, los datos recientes del Senda muestran que uno de cada dos universitarios ha consumido drogas en el mismo periodo de tiempo.
En Chile, en el último mes, el 33,1% de los estudiantes universitarios declara haber consumido marihuana, mientras que dos de cada tres estudiantes manifiestan haber ingerido alcohol y un 68,1% de ellos afirma que se embriagaron en al menos una oportunidad.
¿Qué estamos esperando? Esa es la pregunta que debemos hacernos todos quienes, desde nuestro lugar, podemos contribuir a bajar estas cifras, esfuerzo que puede tomar bastante tiempo. Los médicos clínicos podemos hacerlo desde la consulta, educando a todos los pacientes que el consumo de alcohol agrava el riesgo de muchos cánceres y de la mayoría de las enfermedades crónicas no transmisibles.
Fumar marihuana aumenta el riesgo de gatillar episodios de esquizofrenia en personas predispuestas: el consumir marihuana aumenta este riesgo en un 300%. Además, produce mortalidad académica al dañar las capacidades neurocognitivas.
No sólo el Gobierno tiene el deber de impulsar iniciativas como el valioso programa "Elige vivir sin drogas", sino que toda la comunidad profesional, no sólo los de la salud, pueden aportar en la prevención del consumo nocivo de alcohol y drogas.
Es fundamental que evitemos campañas del terror, sino que busquemos caminos positivos para fortalecer la comunicación dentro de la familia, entre profesores y estudiantes, y entre la industria del alcohol.
Más que decir que la droga mata, digamos que se vive una vida más plena y satisfactoria sin necesidad de recurrir a ninguna muleta química. Así, todos podemos aportar nuestro grano de arena a que los chilenos tengamos una vida más plena y feliz. Así también evitaremos que aumenten las tasas de depresión, angustia y que disminuya el número de suicidios juveniles.
Ramón Florenzano, siquiatra y profesor titular de la Universidad de los Andes