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Empresarios reconocen que hay problemas entre choferes por la disputa de pasajeros

VIOLENCIA. Si bien hay pocas denuncias formales, los usuarios formulan críticas sobre ésta y otras materias. El seremi de Transportes y Telecomunicaciones espera que esa repartición pueda contar, al menos, con un control del registro de los conductores, en lo que adelantó están avanzando.
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María Isabel Triviño

El "carreteo", o disputa de los pasajeros en ruta, es una de las principales razones de los conflictos entre conductores de minibuses interurbanos, tal como sucedió en un incidente ocurrido en Entre Lagos, que terminó con los dos conductores detenidos y formalizados por agresión.

El hecho, que se registró el lunes 3 de junio frente a la municipalidad de Puyehue, fue viralizado en las redes sociales a través de un video, en el cual se observa la pelea de dos choferes y uno de ellos aparece con un fierro en la mano.

Pero este lamentable hecho no es el primero que ocurre en la provincia, según reconocieron empresarios de este rubro.

Protocolos

Teobaldo Flores, propietario de la empresa Vía Octay, con 30 años de trayectoria, recordó que hace un par de años dos conductores de esa línea "se agarraron a combos".

"Dijeron que era por el asunto del 'carreteo', pero después se supo que lo que ocurrió se debió a otra cosa, 'un problema de faldas', y se fueron los dos para afuera", contó e insistió que ese tipo de situaciones no pueden ocurrir.

Junto con opinar que el servicio que prestan es bueno, Flores señaló que tienen "ciertos horarios de salida que deben respetarse y hacerse", pero expresó que es común que exista el "carreteo" entre distintas líneas.

"Sería cosa de conversarlo entre los dueños y decirle a los choferes, pero con algunos colegas no se puede hablar mucho", lamentó el empresario.

Añadió que tiene protocolos para la contratación de personal que incluyen la presentación de certificados de antecedentes y recomendaciones del trabajo anterior, aunque acotó que pedir eso es responsabilidad de cada empresa.

Angélica Carrasco, quien junto a su esposo Rafael Arroyo y otra socia son propietarios de Buses Caulle, recalcó que "el público no tiene la culpa de las diferencias que tengamos con la competencia", las que indicó se relacionan con captar los pasajeros.

La empresaria de la línea que hace recorridos a Río Bueno, Paillaco y Valdivia cada media hora, contó que ha salido como asistente y afirmó que "la competencia de repente nos falta el respeto y se compite harto por la plata".

En esa línea, coincidió con Flores en lo difícil que sería llegar a acuerdos con la competencia por el "carreteo", pues dijo que todos buscan ganar plata y, en la práctica, lo que se conversa en reuniones no se cumple.

Y si bien señala que procuran no cambiar mucho a los conductores, algunos de los cuales llevan 20 años en la empresa, la también presidenta de la agrupación de locatarios del Terminal de Buses de Osorno indicó que es muy exigente al contratar y tiene protocolos para ello.

Atribuciones

Sobre esta materia, Nicolás Céspedes, seremi de Transportes y Telecomunicaciones, explicó que "lo que hacemos es tomar conocimiento y denunciar a la fiscalía. No tenemos más atribuciones legales que eso".

Y acotó que, como tienen buena relación con las empresas, lo primero que hacen en estos casos es comunicarse con el representante legal de la línea, para que les explique, de manera informal, qué pasó y qué piensan hacer al respecto.

Sobre el incidente en Entre Lagos, dijo que contactaron de inmediato a Carabineros, que les informa cuando pasan hechos así y además con fiscalía.

"Recibimos una queja en nuestra oficina de Reclamos y Sugerencias, así que reforzamos la denuncia frente a la fiscalía", contó.

El seremi opinó que "creo que sería bueno que pudiésemos tener, por lo menos, un control del registro de los conductores. En eso estamos trabajando". Y adelantó que se está viendo en la División de Normas de dicho ministerio.

Denuncias

La seremi de Transportes y Telecomunicaciones dio a conocer el resumen de denuncias presentadas por pasajeros en la comuna de Osorno, contra el transporte público, todas las cuales aluden al conductor de la máquina, principalmente por malos tratos o conducción irresponsable.

En el documento se da cuenta que la repartición recibió 30 reclamos de este tipo en 2018, de los cuales sólo uno estaba relacionado con un minibús interurbano.

Además, en dicho informe, con datos hasta fines de mayo de 2019, figuran 19 denuncias, cuatro de éstas contra conductores de transporte rural por los motivos ya señalados, a los que se sumaron cobro indebido de tarifas, exceso de personas de pie y condiciones técnicas deficientes.

Y si bien no son muchas las denuncias recibidas por esta repartición, varias personas manifiestan su descontento poco antes de subirse o bajarse de estos vehículos en el terminal de buses local.

Alondra Vera, quien viene a diario desde Purranque, señaló que "uno sabe cuánto se va a demorar, lo que es bueno, porque salen a la hora, pero andan tratando de quitarle los pasajeros a otros minibuses".

Añadió que otro problema es que "siempre sobrecargan mucho los buses, sobre todo en horarios punta y, en caso de choque, eso es un gran riesgo".

Miriam Miranda, quien llegaba desde Puerto Octay, valoró que la tarifa se ha mantenido y señaló que en ese trayecto algunas líneas son mejores que otras. Indicó que "se demoran mucho, una hora y media para 50 kilómetros, aunque uno sabe que unos salen cada media hora y otros cada una hora".

Asimismo, señaló que muchas veces ha visto harta gente de pie, aunque no ha viajado con conductores enojados o que anden peleando.

Agnes Muñoz, pasajera habitual a San Pablo, denunció malos tratos de algunos cobradores, en particular con quienes son estudiantes, y comentó que circulan con mucha gente de pie y, a veces, parten con las puertas abiertas.

En tanto, Eduardo Alarcón, quien viaja todos los días a La Unión, opinó que el minibús para en varias partes, así que el viaje tarda una hora, pero expresó que "en general, el servicio es bueno, los asientos son cómodos y la mayoría de éstos tiene cinturón de seguridad".

Agregó que este año estos vehículos viajan menos llenos, porque ahora hay más frecuencias y no le ha tocado ver choferes alterados, "salvo cuando uno le paga con un billete grande", aseveró.

Fiscalización

Nicolás Céspedes precisó que lo que la repartición norma son las condiciones de operación y de registro del transporte público.

Entre ellas mencionó el tipo de máquina, que esté inscrito en la Unidad de Registro de Control y cumpla con la documentación y antigüedad, que el chofer tenga licencia de conducir profesional, que cumpla el recorrido que está en la cartola, esté inscrita en una línea que tenga representante legal y un terminal, entre otros.

Sobre las fiscalizaciones de la seremi de Transportes, la propietaria de Buses Caulle comentó que es bien exigente.

"En los terminales tenemos que cumplir horarios. Y de repente, uno se siente atacada porque tratamos de hacer las cosas bien y, por ejemplo, el otro día estaba todo correcto en términos técnicos y mecánicos, pero nos multaron porque faltaba un logo", comentó.

De pie

Asimismo, el seremi de Transportes informó que la normativa establece que, en el transporte público, sobre 50 kilómetros de recorrido se permite sólo 10 personas de pie, aunque dijo que "tenemos la potestad de emitir resoluciones que cambien eso".

Sobre los reclamos por llevar muchos pasajeros de pie, el propietario de Vía Octay indicó que ello "se debe a los pocos horarios que tienen para ciertas partes a las que van", aludiendo a las frecuencias que, en el caso de esta empresa, dijo que eran de 15 minutos en los horarios con mayor demanda, como temprano en la mañana o por la tarde.

Sobre este punto, la socia de Buses Caulle señaló que eso ocurre porque tratan de no dejar a nadie abajo, ya que el cliente quiere viajar y buscan dar un buen servicio, recogiéndolos en la carretera.

Angélica Carrasco criticó que cuesta mucho que los estudiantes cedan el asiento a personas de más edad. Agregó que algo similar ocurre con los puestos reservados a adultos mayores y discapacitados, pues la gente tampoco los respeta mucho y deben pedirles que den el asiento, porque no lo hacen por iniciativa propia.

"Sería cosa de conversarlo entre los dueños y decirle a los choferes, pero con algunos colegas no se puede hablar mucho".

Teobaldo Flores, Propietario Buses Vía Octay

"Sería bueno que pudiésemos tener, por lo menos, un control del registro de los conductores. En eso estamos trabajando".

Nicolás Céspedes, Seremi de Transportes, y Telecomunicaciones