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Las cuatro casonas que representan la memoria de los barrios osorninos

RESCATE. La casona Follert en el centro; la casa Canales en Rahue; la casona Mirador en Ovejería Alto; y el caserón Urriaga en Ovejería Bajo si bien no son monumentos nacionales y tampoco están en las mejores condiciones, son emblemáticas del siglo XIX y principios del XX.
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Verónica Salgado

Casa Follert, ubicada en la calle Antonio Matta

Se estima que la casa Follert fue construida en 1890 y es reconocida por la comunidad tanto por su belleza arquitectónica como por su estilo, construida con maderas nobles por maestros traídos especialmente desde Chiloé.

El director del Departamento de Arquitectura de la Universidad de Los Lagos, Hugo Fuentes, explicó que muchos inmuebles pasan a ser parte de la mitología de la ciudad.

"Esto sucede porque quedaron insertos en ciudades que se van modernizando, nunca se recuperaron y seguramente hubo una mala gestión y desinterés de los propietarios, a lo que se suma la deficiente, por no decir nula, normativa al respecto", dijo el profesional.

La propiedad fue vendida hace unos años a la empresa Agrícola Comercial Chahuilco, con la firma de 13 de los 15 herederos. La casona aún pertenece a uno de los herederos, pero no así el resto del terreno, lo que generó una figura legal compleja que hasta la fecha no ha podido ser solucionada.

"Desde el punto de vista de la arquitectura neoclásica que tiene la casa, existe una riqueza en la forma del nivel tecnológico constructivo realizado por artesanos traídos desde Chiloé y también en su diseño de finales del siglo XIX. Esta casa, junto con otras que aún están en la ciudad, son la memoria urbana de los barrios donde están emplazadas y hablan de la evolución de la comuna", comentó Fuentes.

La vivienda está protegida por el Plan Regulador, lo que impide su demolición y posee un decreto emitido por Monumentos Nacionales que impide su traslado, ya que es patrimonio de la ciudad.

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Apesar de no estar reconocidas por el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN), la casona Follert, ubicada en el sector Centro; la casa Canales, en Rahue Bajo; las casas El Mirador y Urriaga en Ovejería, representan la memoria histórica y afectiva de los barrios donde están emplazadas desde fines del siglo XIX y principios del XX.

Las viviendas, construidas en maderas nobles, se han convertido en patrimonio de la comuna, pero la responsabilidad de la mantención y recuperación de las estructuras es exclusivamente de sus propietarios. El Estado no proporciona ningún tipo de apoyo o incentivo económico para la conservación, cuidado y restauración patrimonial, incluso si están reconocidas por el CMN.

Frente a tal escenario, algunos inmuebles se logran mantener en mejores condiciones, ya que la inversión que requieren es relevante, dado el tamaño y tipo de construcción.

En otros casos, las limitaciones económicas o el desinterés de sus propietarios es la causa del deterioro parcial o total de las estructuras, siendo la casona Follert, ubicada en la calle Matta, el mejor ejemplo de ello.

Casona Canales, situada en la avenida República

En el inicio de la avenida República, pasado el nuevo puente San Pedro, en el acceso norte hacia Rahue, está la casona de madera de tres pisos construida en 1920 por la familia Canales y actualmente utilizada como cité.

El inmueble fue mejorado recién en 2013, al menos en la fachada, gracias a la inversión de cinco millones de pesos realizada por su actual propietario, Juan Solís, quien también intentó sacar algunas piezas de madera en mal estado y cambiar la techumbre.

Gabriel Peralta, jefe de Museos y Archivos de la municipalidad de Osorno, explicó que la casona es reconocida por los osorninos principalmente por su tamaño, que es bastante más imponente que las edificaciones actuales. Su ubicación también es fundamental y el hecho de que fue construida con maderas nativas como pellín, laurel, raulí, entre otras.

"Esa casa está asociada a las primeras grandes construcciones residenciales al otro lado del río Rahue, pensando que es de principios del siglo XX, donde el sector era terreno netamente agrícola. Fue la casa habitación de la familia Canales", comentó el profesional.

Agregó que también está en la memoria de la comunidad y de la ciudad, producto de que aparece en la mayoría de las fotografías junto al antiguo y nuevo puente San Pedro, a orillas del Rahue.

"No destaca mucho por sus terminaciones arquitectónicas, pero ha sobrevivido a catástrofes naturales, a incendios y otras situaciones. Por ser una construcción de madera, está en riesgo constante... son casi 100 años contenidos en una casona", indicó.

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La casona Urriaga data del año 1900 y fue construida con madera nativa para que fuera habitada por personal de ferrocarriles, medio de transporte que en esa época era fundamental para el desarrollo comercial de la comuna.

Está ubicada en calle Felizardo Asenjo, en el sector de Ovejería Bajo, a metros de la línea férrea, teniendo una arquitectura característica que sus dueños han intentado mantener por años.

De hecho, en algún momento se intentó que fuera declarada como monumento histórico por el CMN, pero el proceso era largo y burocrático, lo que se sumó a las dificultades que representaba para sus propietarios mantenerla y sin apoyo económico alguno por parte del Estado.

El arquitecto Hugo Fuentes enfatizó que el inmueble refleja la época de oro del ferrocarril en la ciudad, que tiene un valor enorme para las familias de Ovejería, cuyo sector nació al alero de ferrocarriles y generó una vinculación con la comunidad.

"El Estado, aparte de hacer la declaratoria de Monumento Nacional, no coloca un peso para conservar los inmuebles y todo el recurso financiero sale del propietario. Tampoco otorga estímulos. Esta vivienda y muchas otras también son el reflejo del cambio socioeconómico de las familias, que con el paso del tiempo se fueron desfinanciando y finalmente no pudieron invertir más. Las viviendas se deterioran y desaparecen, como ha sucedido con muchas en Osorno", explicó el académico de la ULagos.

Casona Mirador, ubicada en calle Los Queltehues de Ovejería Alto

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La comunidad de Ovejería ha desarrollado una campaña para transformar la casona Mirador, ubicada en calle Los Queltehues, Ovejería Alto, en un centro cultural vecinal, ya que consideran que el valor patrimonial que posee la estructura debe ser preservado y rescatado.

El inmueble, construido en 1890 como la casa de la chacra "El Mirador", propiedad de Abraham Gajardo y Amelia Matamala, actualmente pertenece a Gabriel Molina, quien durante décadas ha intentado mantener la estructura en las mejores condiciones posibles. No obstante, es complejo, ya que tiene más de 10 habitaciones.

"Es sumamente difícil porque el Estado no presta ayuda de ningún tipo y deja que inmuebles históricos, que ya tienen más de 100 años, estén en peligro, ya que en mi caso no cuento con recursos para seguir. También entiendo que debo hacer los mejores esfuerzos para conservar parte de la historia del barrio y la ciudad", comentó Molina.

Precisó que el abandono del Estado llega al punto que tampoco puede acceder a subsidios de mejoramiento, de aislación térmica, incluso de recambio de calefactores, por la cantidad de metros cuadrados (supera los 200), el material de construcción y la antigüedad.

"Me castigan o me obligan a cancelar una cantidad de dinero enorme que irónicamente es la principal riqueza de la casona", dijo Molina.

El municipio busca postular a fondos regionales para poder adquirir el inmueble y recuperarlo.

Casa Urriaga, ubicada en Felizardo Asenjo, Ovejería

1890 fue construido el inmueble con maderas nobles. Fue levantada por

1920 carpinteros de Chiloé.

1983 fueron declaradas fue construida la casona a orillas del Rahue por la familia Canales, que la usó como su morada.

Monumento Histórico las seis casonas construidas a fines del siglo XIX y emplazadas en avenida Juan Mackenna, por parte del Consejo de Monumentos Nacionales (CMN). fue construida en madera y actualmente es reconocida como parte del Camino Real.

1900 data la vivienda construida en madera y que actualmente busca ser transformada en centro cultural.