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El rubro del menaje y cristalería se diferencia gracias a productos traídos de Asia, Turquía y Europa

COMERCIO. Los locales tradicionales de la ciudad gozan de "buena salud" en cuanto a sus ventas, a pesar de la competencia con grandes tiendas y negocios chinos. Todos han suplido la escasez de manufactura chilena con piezas importadas. Aseguran que el osornino aún gusta de atención personalizada y tras el mesón.
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Paola Rojas

Uno de los rubros que ha caracterizado por años al comercio osornino es el del menaje y cristalería, el que además se ha destacado dentro de la zona sur del país por la variedad de productos que han traído comerciantes principalmente de las colonias árabe-siria y alemana.

En los últimos años, muchos de estos negocios se vieron afectados por la llegada de grandes cadenas comerciales y también comerciantes chinos, pero algunos de ellos supieron seguir adelante y con ventaja sobre estos competidores, que parecían no poder ser superados por las tiendas familiares.

Es el caso de tres negocios osorninos: la tienda Butte de calle Freire 605; la Cristalería Sacakini de Ramírez 650, que ofrecen una variedad de productos que parten desde precios muy bajos; y también está la tienda más especializada: Prinz Auersperg, con cristalería y porcelanas europeas, ubicada en Mackenna 1071, en las casas patrimoniales.

Éxito familiar

Jorge Butte es el nieto de una familia que partió hace más de 70 años en este rubro. Su abuelo, llegado de Siria junto a su abuela (también del Medio Oriente), comenzaron con un local de telas en calle Ramírez. Con el pasar de los años incursionaron con el menaje y en la actualidad son la importadora más grande del sur del país en ese rubro, que lleva la marca Aleppo en sus productos.

El empresario de 30 años relató que desde muy niño comenzó a trabajar con su padre, quien hizo lo mismo con sus abuelos y recordó que cuando llegaron las grandes tiendas a Osorno, todos les decían que "hasta ahí llegaría el negocio", pero con ello ocurrió el fenómeno a la inversa: en vez de que bajaran, las ventas subieron.

"Al pasar los años nos fuimos dando cuenta de que esto ocurrió, porque hay personas que se van fidelizando con una casa comercial. Primero compran las abuelitas, después las mamás y luego los nietos, porque recuerdan y dicen 'mi mamá compraba donde Butte'", señaló.

Agregó que la otra clave para el éxito de la tienda es la atención personalizada, ya que como familia pasan gran parte del tiempo en ella y lo mismo ocurre con sus trabajadores. Atienden a los clientes tomándose el tiempo con cada uno, ayudando en su requerimiento, a diferencia del autoservicio con que apuestan las grandes tiendas.

Un detalle muy importante, que parece menor, es el papel de regalo, lo que es muy valorado por la gente y lo mismo ocurre con las bolsas de compras, ya que son de papel y no se cobran, tal como se realiza en la mayoría de las tiendas.

Además, incorporaron las importaciones para diferenciarse del resto, con ollas enlozadas de Turquía, acero inoxidable de la India y otros productos de China e Indonesia, los cuales son distribuidos por el país con la marca Aleppo, que es el nombre de la ciudad natal de su abuelo.

Cercanía en la atención

Otra de las tiendas de este tipo, que se mantiene exitosa en el tiempo, es la Cristalería Sacakini, desde donde su propietario, Elías Sacakini, junto a su esposa, Isabel Garabed, recordaron que llevan 35 años en este negocio, donde comenzaron con la venta de pequeños artículos de regalo y luego se ampliaron a menaje de casa.

"Gracias a Dios y al negocio ya tenemos tres hijos profesionales. Es un logro que conseguimos con este local y al trabajo de los dos", manifestó Isabel Garabed.

Elías Sacakini agregó que para mantener el negocio en buen pie debieron ir adaptándose a los cambios, llenar sus estantes con productos importados, aunque lo poco que va quedando de la industria nacional está presente en el local: ollas y teteras de aluminio, algunos artículos de repostería como moldes para tortas y paletas, y usleros de madera fabricados en Osorno.

"Estamos adaptándonos y haciéndole 'collera' a los chinos. Tenemos mejores precios que ellos y nuestra atención es personalizada, cosa que no la tienen ellos ni el retail", manifestó Elías Sacakini.

El negocio conserva el mismo mobiliario y estantería de siempre, lo que sus dueños aseguran da una cierta calidez que hace que los clientes siempre vuelvan a comprar, sumado a la atención y también el papel de regalo.

"Además, muchas veces los clientes no están conformes con los productos o bien les salen malos y aquí les ofrecemos cambios sin ningún problema o arreglarlos. Nosotros respondemos por todo lo que vendemos", dijo el comerciante.

Elegancia y tradición

Prinz Auersperg es una de las tiendas más exclusivas a nivel nacional en este rubro, donde sus artículos provienen de las más prestigiosas fábricas en el mundo.

Su propietario, Andreas Auersperg, explicó que lo que buscan es ofrecer productos que están fuera del circuito de las grandes tiendas, por lo que traen directamente desde Europa porcelanas de las marcas más caras del mundo, aunque compradas en tiendas que cierran y remates en el Viejo Continente.

"Podemos llegar a precios que otras tiendas no pueden y esa es una de nuestras características", expresó.

Allí destaca la mayor colección de copas de cristal de colores en el país, de la marca alemana Nachtmann; también lámparas de astas de ciervo de Bariloche y telas argentinas de la marca Huitrú.

"Primero compran las abuelitas, después las mamás, después los nietos, porque recuerdan y dicen mi mamá compraba donde Butte".

Jorge Butte, Importadora Aleppo

"Estamos adaptándonos y haciéndole collera a los chinos. Tenemos mejores precios que ellos y nuestra atención es personalizada, cosa que no la tienen ellos ni el retail".

Elías Sacakini, Cristalería Sacakini

7 décadas de presencia en la ciudad tiene la tienda de la familia Butte, que actualmente está pasando a nombrarse Aleppo, como la marca de sus productos de importación.

35 años en el comercio tiene la Cristalería Sacakini, donde aún se venden algunos artículos nacionales, pese a que muchas fábricas han cerrado, pero el público sigue prefiriéndolos.

12 marcas de las más prestigiosas del mundo en cristales y porcelanas se exhiben en la tienda Prinz Auersperg, cuyo prestigio es conocido entre coleccionistas chilenos y extranjeros.