Alfabetización en Chile
A fin de mes termina el plazo de la inscripción para el plan Contigo Aprendo, que ha enseñado a leer y escribir a miles personas en el país. Muchos de los beneficiarios han señalado que cuando niños no pudieron estudiar porque sus padres carecían de recursos.
El 30 de abril finaliza el plazo para inscribirse en el plan de alfabetización Contigo Aprendo, que desarrolla el Ministerio de Educación. Se trata de una iniciativa educativa de inclusión social gratuita, que tiene por objetivo que las personas aprendan a leer y escribir, desarrollen su pensamiento matemático y logren aprendizajes que les permitan certificar cuarto año básico al finalizar el año.
Desde que comenzó a funcionar este plan en el país, miles de adultos han aprendido a leer y escribir.
Muchos de los beneficiarios han señalado que cuando niños no pudieron estudiar porque sus padres carecían de recursos para enviarlos a clases o porque tenían que salir a trabajar o asumir tareas hogareñas. Pero nunca es tarde para aprender.
Según datos que ha dado a conocer la Unesco, a pesar de los avances en las tasas de alfabetización, en el mundo hay 774 millones de adultos que aún no saben leer o escribir.
Entre los jóvenes, hay 123 millones de analfabetos, de los cuales 76 millones son mujeres. Aunque la magnitud de la población analfabeta a nivel mundial se va reduciendo, la proporción de mujeres en esta condición ha permanecido invariable, entre 63% y 64%.
Pero ha habido avances en el acceso a la educación. Casi nueve de cada diez adolescentes de Latinoamérica y El Caribe cursan estudios secundarios, aunque en algunos países el nivel de escolarización es inferior al 70%, como ocurre en El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Paraguay.
Pese a todos los avances que Chile ha logrado en el acceso a la instrucción, desde que se instauró la educación primaria obligatoria, más de 480 mil personas son analfabetas absolutas, que no saben leer y escribir. Es cierto: nuestro analfabetismo se llevó a una mínima expresión, colocando a Chile en el grupo de los países más adelantados en esta materia. Sin embargo, los expertos hablan también de un analfabetismo funcional, es decir, de personas que teniendo una instrucción básica, no son capaces de comprender lo que leen o escriben. Y ello es una tarea pendiente.