Secciones

Montañistas recorrieron el sector donde cayó avión uruguayo en 1972

EXCURSIÓN. Cinco deportistas de Senderismo Osorno efectuaron la travesía para conocer el área cordillerana de la tragedia aérea donde fallecieron 29 tripulantes.
E-mail Compartir

El viernes 13 de octubre de 1972 se vivió en la Cordillera de Los Andes, por el lado de Argentina, una de las tragedias áreas más recordadas en la historia: la caída del avión Fairchild Hiller FH-227 perteneciente a la Fuerza Aérea Uruguaya, que transportaba al equipo de rugby del club de ex alumnos del Colegio Stella Maris de Montevideo, que se dirigía a jugar un partido contra Old Boys de Santiago, donde fallecieron 29 de los 45 tripulantes.

Y un grupo del club Senderismo Osorno -integrado por cinco personas- decidió emprender rumbo hacia ese lugar, en una travesía que duró tres días.

Uno de los integrantes del grupo, Roberto Chanique, comentó que el viaje se gestó luego de una visita al sector de Las Leñas, cerca de San Fernando, donde escuchó que por ese lado habían llegado los uruguayos pidiendo ayuda.

"En el marco de la conmemoración de los 60 años del colegio San Mateo, del cual soy apoderado, quise organizar esta travesía con integrantes del club y que estuviesen ligados al colegio, para realizar el recorrido y dejar un testimonio a modo de homenaje", indicó Chanique.

Viaje

Emprendieron esta travesía, además de Chanique, Alejandra Montero, Luis Silva, René Charles y Edmundo Cofré.

El grupo se dividió en dos: uno fue de avanzada en el día y el otro llegó de madrugada a Talca, desde donde comenzaron el viaje hasta el pueblo de Sosneado, en Argentina, para luego dirigirse hasta el hotel abandonado, donde se inició el viaje cruzando 2 ríos de deshielo de glaciares milenarios de la cordillera.

"Nuestro objetivo era llegar a un lugar de acampe llamado Campamento Barroso, pero por el tiempo y frío nocturno no lo logramos, por lo que nos quedamos en el sector El Rosado. A la mañana siguiente nos esperaban 24 kilómetros de distancia, que se convertirían en una travesía infinita", dijo Chanique

Esfuerzo

Relató que cruzaron ríos muy correntosos y casi congelados y, después de caminar por varias horas, comenzó un ascenso hasta los 3 mil 500 metros.

"El cansancio, la altura y la puna hizo lo suyo. Se nos acabó el agua, las fuerzas y la empinada colina no daba tregua. El frío y el viento nos quemaron los labios y el rostro, pero el grupo estaba decidido a lograr su objetivo, hasta que logramos llegar a los restos", dijo el jefe de la expedición.

Comentó que el lugar es desolador, con cruces y partes del avión tirados por todos lados.

"La lápida que conmemora y alude a todos los fallecidos que estaban allí enterrados, nos trasladó 47 años en el tiempo. Nos imaginamos también lo que tuvieron que pasar los 16 sobrevivientes semanas enteras en ese lugar", relató.

Una vez que tomaron descanso, encontraron total sentido que uno de los sobrevivientes, Roberto Canessa, junto a otros de sus compañeros, hayan cruzado a Chile, ya que la topografía impide ver el Valle de las Lágrimas, que baja hasta la provincia de Mendoza, en Argentina.

"Fue un momento largo de reflexión, donde pensamos sobre lo frágiles que somos y lo inmenso de los glaciares que nos rodeaban. También nos acordamos del largo camino que teníamos por delante", dijo el osornino.

Tras ello comenzaron el retorno, caminando durante cinco horas de noche, con los dedos y rostros adormecidos por el frío.

"Comenzamos a las 20 horas y a las 3 de la madrugada logramos llegar al campamento argentino de Barroso. Despertamos a un gaucho, a quien le solicitamos albergue por lo que quedaba de noche, ya que el cansancio y frío estaban por pasarnos la cuenta. Nos quedamos en una carpa de lona que utilizamos de refugio y nos tapamos con esponjas, mantas de monturas y pieles", relató.

Una vez que amaneció prosiguieron camino hasta llegar a su campamento, para luego preparar el retorno.

"Esta aventura por lo más profundo de Los Andes, a un lugar histórico donde nuestro país tuvo una relevante participación y por todos los hechos ocurridos en el accidente, fue una experiencia inolvidable", reflexionó Chanique.

metros sobre el nivel del mar, en plena Cordillera de Los Andes, se registró la tragedia en 1972. 3.500

Más de 650 estudiantes participaron en la corrida de la escuela de Pichil

ACTIVIDAD. La competencia se desarrolló para conmemorar los días de la Actividad Física y de la Educación Rural.
E-mail Compartir

Más de 650 alumnos de diversos establecimientos urbanos y rurales de la comuna de Osorno, se dieron cita la mañana del martes en la Escuela Rural de Pichil (a 14 kilómetros de Osorno por la Ruta U-55), para participar en la corrida por el Día de la Actividad Física y el Deporte, y el Día de la Educación Rural.

La competencia fue organizada por el municipio y la Escuela de Pichil, como una forma de incentivar a los alumnos desde pequeños a la práctica del deporte y la actividad física.

Recorrido

Por ello, antes de la largada, los participantes contaron con una clase de zumba que sirvió de precalentamiento, en un marco de diversión para los más pequeños.

La corrida consideró seis categorías distintas en Damas y Varones, tales como Penecas, Preparatoria, Infantil, Intermedia, Juvenil y Todo Competidor.

Para ellos se montó un circuito especial en un recinto ubicado frente al establecimiento rural, contando durante todo el trayecto con el apoyo de Carabineros y un gran marco de público compuesto principalmente por los padres y apoderados que acompañaron a los estudiantes.

Al encuentro asistieron autoridades regionales y locales de Educación, que destacaron la realización de la corrida.

kilómetros de Osorno, por la ruta U-55 a Octay, se ubica la escuela rural de Pichil. 14