Adicción online y obesidad
Se está haciendo difícil combatir el sobrepeso en los niños con la atracción que ejercen celulares y computadores.
En momentos en que las autoridades tratan de llevar adelante políticas de alimentación saludables, por las altas tasas de sobrepeso y obesidad de la población, en especial los niños, especialistas en salud han advertido su preocupación porque los menores realizan poca actividad física y pasan demasiado tiempo sentados con aparatos electrónicos, como celulares y computadores.
Según el estudio anual que realiza Junaeb, con datos obtenidos en más de nueve mil establecimientos educacionales, la obesidad infantil creció el año pasado en 1,8 puntos porcentuales con relación a 2017 en los escolares de prekinder a primero básico. Por nivel educacional, el 24,6% de los niños de kinder es ya obeso, otro 24,4% en el caso de los estudiantes de primero básico y un 23,7% en los de prekinder.
Atacar el problema debe incluir varios aspectos, como una alimentación sana y más ejercicios, para tener un desarrollo físico y sicológico acorde, y de alguna manera evitar hábitos de dependencia y adicciones a los aparatos electrónicos, animándolos a realizar actividades al aire libre, que involucren también a otros niños. Pero todo esto quedaría en letra muerta si ven que los adultos muestran ser también muy dependientes de esos equipos.
Las cifras del INE dicen que en Chile hay más de 27 millones de celulares, lo que explica que cada persona tenga más de un móvil, y que incluso los niños cuenten con ellos. Es indudable que esa hiperconectividad llegó para quedarse, pero estar online las 24 horas ha contribuido a aumentar el estrés y la ansiedad que ya agobia a muchos, especialmente de quienes restan horas de sueño o del relajamiento real por convertirse en adictos a la tecnología. Ha surgido la nomofobia, o el miedo irracional a salir de casa sin el teléfono móvil o a quedar desconectado porque se agotó la batería.
Hoy es posible ver a las personas caminando y cruzando las calles con la cabeza gacha y los ojos puestos en la pantalla. O bien, dejando de interactuar en forma presencial con familiares al almuerzo o con los amigos en momentos de reuniones, por estar conectados vía celular.
Es necesario que se tome este aspecto en consideración en las políticas de vida saludable y que los padres asuman un rol activo en ello.