"Estaba su mochila con su documentación y su celular (…) Nos llama la atención que todo estaba seco"
Joaquín Galindo, papá de
estudiante desaparecido en Osorno
"Una fianza de 800 mil pesos es increíble, pues se le pone precio a una violación (…) un violador no puede quedar libre"
Olga Barrios, de Mujeres
Siglo XXI, por decisión judicial
Un fuerte olor que emanaba desde el carro de un camión de carga delató a un transportista que llevaba 400 kilos de carne de centolla en mal estado. El hecho fue descubierto en el paso fronterizo Cardenal Samoré de Puyehue, donde funcionarios de Aduana incautaron la carga de contrabando, en un camión proveniente de Punta Arenas.
Los problemas derivados de la crisis económica se han reflejado en el comercio osornino y se palpa en la gran cantidad de establecimientos que han tenido que sucumbir y bajar definitivamente las cortinas de sus locales. Sólo en la calle Ramírez se puede contabilizar una quincena de locales cerrados.
Doscientas personas fueron detenidas por Carabineros en la provincia de Osorno, entre la noche del jueves y la madrugada del domingo de Semana Santa, al ser sorprendidas transitando en estado de ebriedad. El más alto índice de detenidos por dicho motivo lo registró la Tercera Comisaría, donde hubo 123 aprehendidos por ebriedad.
La semana pasada se conmemoró el Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial promovido por las Organización de Naciones Unidas. En 1948, la Declaración Universal de Derechos Humanos proclamaba que todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos, más tarde, una resolución de la Asamblea General de la ONU de 1965 define la expresión discriminación racial, la que se entiende como toda diferencia que tenga por objeto anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio, en condiciones de igualdad, de los derechos humanos y libertades fundamentales en las esferas de la vida pública.
La discriminación no es más que el reflejo de nuestra sociedad y a pesar de existir una mayor conciencia social sobre el tema, que recurrentemente está sobre la palestra en los medios de comunicación, no ha sido suficiente para erradicar comportamientos abiertamente discriminatorios. El racismo convive y se naturaliza en nuestra vida cotidiana y es validado por instituciones, prácticas, ideas y comportamientos, que suponen existen unas personas sobre otras. El solo hecho que existan clases sociales es la más nefasta forma de racismo oculto, que por pertenecer a una clase social, se puede gozar de más o menos derechos o tener acceso a una mejor o peor calidad de vida. Aquí, derechamente hablamos de desigualdad y distribución de la riqueza, donde los países latinoamericanos tenemos mucho que avanzar.
Como universidad regional que atiende preferentemente a alumnos de bajos ingresos socioeconómicos y promueve programas de inclusión académica orientados a facilitar el ingreso, acompañar sus trayectorias educativas y promover su formación en los tiempos esperados, nos sentimos orgullosos de promover el compromiso de una sociedad sin racismo ni discriminación alguna. Como universidad estatal nuestro referente es una educación de calidad y con valores éticos, donde prime la libertad académica, el laicismo, la equidad, el pluralismo, la diversidad y la tolerancia. Como personas y ciudadanos, también en cada uno de nosotros es necesario una reflexión introspectiva de nuestras actitudes y comportamientos frente a situaciones cotidianas de discriminación y racismo, para avanzar a una sociedad más justa y equitativa.
Óscar Garrido Álvarez, rector
de la Universidad de Los Lagos
Aunque el incendio del basural clandestino de Ovejería ya se apagó, el episodio trajo a colación el creciente malestar que se está incubando entre los habitantes del populoso sector, quienes -según ellos mismos han testimoniado en los días posteriores- se sienten viviendo en un barrio postergado por las autoridades y que en el transcurso de los años no ha visto la concreción de obras de adelanto significativas, a diferencia de lo que ha ocurrido, por ejemplo, con Rahue. Mientras esta última zona está experimentando un notorio cambio gracias a la completa remodelación de la avenida República, que sin duda generará una oleada de transformaciones, un sencillo paseo por Ovejería parece darle la razón a sus vecinos: cuentan con una sola vía de acceso, tan estrecha que no da abasto para un flujo normal.
Ese es sólo un ejemplo de la diferencia de trato que perciben los residentes de Ovejería, un barrio industrial en sus orígenes que con los años devino en un sector residencial, merced a variados proyectos habitacionales que hasta hoy siguen configurando cambios urbanísticos. A las dificultades de conectividad ya relatadas se unen problemas vinculados con el medio ambiente (por años recibieron los desechos de toda la ciudad), la proliferación de sitios eriazos y la archiconocida lista de proyectos anunciados que continúan en un papel o en el escritorio, como el Parque Alberto Hott y el Teatro de las Artes.
El incendio del basural clandestino fue el epítome del abandono en que se ha sumido al barrio de Ovejería. Pese a destempladas defensas que lo que buscan es desviar la atención, lo cierto es que durante los días en que se produjo la emergencia, el personal municipal que debió concurrir brilló por su ausencia. Si esto sucedió con una nube de humo tóxico que fue tan evidente, lo mismo se aplica para lo que ha pasado a lo largo de los años: la invisibilización de un sector que se ha desmejorado y que pide a gritos una mayor atención de parte de las autoridades municipales y gubernamentales.
La ciudad necesita comprender y asumir que Ovejería, a pesar de su cercanía con el centro, ha sufrido años de indiferencia.