La esperanzadora recuperación del gendarme que sólo busca una oportunidad para volver a trabajar
DRAMAS. Víctor Rosas, actualmente de 27 años, sufrió un severo accidente de tránsito en la Ruta T-70. Hace unos días fue notificado que no puede volver al servicio.
El próximo 28 de marzo se cumplirán tres años del grave accidente de tránsito que afectó al gendarme de 27 años, Víctor Rosas Delgado. En aquella ocasión estaba estacionado al interior de un vehículo en la Ruta T-70, cuando de improviso colisionó con su móvil un enorme camión que lo envió varios metros a un costado de la ruta. Ello le provocó lesiones de tal gravedad que obligaron a llamar a sus padres para que se despidieran del joven, cuya vida aparentemente terminaría en el centro asistencial de Osorno.
En aquella oportunidad Jessica Delgado y Víctor Hugo Rosas, progenitores del joven gendarme, decidieron arriesgarse y lo trasladaron a Santiago con el respaldo de amigos y sus propios recursos. En la capital pasaron casi 90 días, antes de ver apenas un movimiento que abrió la esperanza de una recuperación que ha sido lenta pero constante.
Un equipo de este medio lo visitó hace más de un año en su hogar en la población Piruco 3, donde necesitaba un tablero con abecedario para comunicarse. Ahora, en cambio, escuchamos el hola y el afecto que tiene por su madre Jessica, que se esmera por estar a su lado en cada momento disponible, antes o después del trabajo junto a su esposo.
Bastones
Víctor camina con cierta dificultad, aunque ya abandonó el "burrito" en el que se apoyaba para andar y lo ha reemplazado por bastones que le permiten avanzar con cierta dificultad. Por entusiasmo y ganas no se queda; al contrario, tiene una caminadora eléctrica y otras máquinas para hacer ejercicio a diario, con algunos elementos de uso cotidiano para mejorar la agilidad en los dedos de sus manos.
"No ha sido fácil y nos gustaría que la recuperación fuera mucho más rápida, pero si vuelvo atrás en aquella fatídica mañana del lunes 28 de marzo del 2016, de la forma cómo vimos a nuestro hijo, y cuando nos dijeron que nos despidiéramos de él, a cómo lo veo ahora, ha avanzado mucho. Se nota en la forma que cada día se preocupa, mejora y no desiste en su objetivo de una recuperación que le permita ser autovalente", señala su entusiasta madre.
Lenguaje
En su proceso de recuperación, su madre añade que para hacer más efectiva la comunicación, ya cuesta entenderle algunas palabras, en la familia aprendieron el lenguaje de señas.
"Lo primero que volvió a pronunciar muy claramente fue mamá. Mi hijo tiene ganas de salir adelante, se deprime, aunque nunca lo he visto rendido, independiente que en los primeros meses estuvo en cama y ha tardado más de dos años en volver a mostrar los efectivos progresos que le permiten caminar y hacerse entender, lento, pero muy seguro en el trabajo que se refuerza con la fonoaudióloga y sicóloga", explica la mujer.
El gendarme de 27 años, con su vocabulario lleno de consonantes, se refiere a su pequeño hijo de 3 años y 7 meses, con el que comparte a diario y que va al jardín infantil.
Sin pensión
Hace algunos días tocaron a la puerta de su casa dos funcionarios uniformados de Gendarmería, que le hicieron entrega de la notificación que señala que a contar de la fecha, y de acuerdo al informe de una comisión médica por las lesiones sufridas en el accidente del 28 de marzo, no está en condiciones futuras de volver a trabajar; ello, independiente del informe del traumatólogo Mauricio Pérez de Osorno, que indica que efectivamente sufrió un politraumatismo que lo dejó incapacitado, pero que hoy es una secuela de aquel accidente, por lo que el informe no se ajusta al actual estado de salud.
La notificación 343 de Gendarmería del 4 de marzo fue recibida el 7 de este mes, y conforme la resolución exenta del 11 de septiembre del 2018, establece que no puede continuar en el servicio.
En el informe se indicaba que tenía un tiempo limitado de cinco días para apelar a la resolución que lo deja fuera del servicio, sin ningún beneficio, sin pensión, en la completa indigencia, lo que coloca incertidumbre en toda la familia por lo que sucederá con su futuro. Y es que la jornada del accidente, que era su día administrativo, concurrió a la vecina ciudad de La Unión para efectuar un trámite; cuando se estacionó en la berma de la Ruta T-70 para atender un llamado telefónico, fue embestido por un camión de una empresa de la zona, que lo arrolló para evitar una colisión cuando adelantaba a otro.
Drama
"Tenemos al frente un enorme drama, esta casa se está pagando, pero sin ingresos no podrá cancelarse. Nacho debe continuar con su terapia, pero si no hay recursos, ¿cómo lo hacemos? Me gustaría que pudiera estudiar y desarrollar otra actividad, que pensábamos podría efectuar en Gendarmería, donde existen sistemas computacionales que maneja con normalidad", afirma la madre preocupada.
Una familia que espera ilusionada una reconsideración de la medida adoptada por Dipreca y Gendarmería, de alejar al joven gendarme definitivamente de este servicio y con ello quitar la opción de recibir recursos que necesita para seguir viviendo y mejorando, tras sufrir un accidente del cual es una víctima inocente.
"Lo primero que volvió a pronunciar muy claramente fue mamá. Mi hijo tiene ganas de salir adelante, se deprime, aunque nunca lo he visto rendido"
Jessica Delgado, Madre del joven gendarme"