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El último fabricante local de calzados se "defiende" con tallas especiales y modelos a pedido

FENÓMENO. Los fabricantes y vendedores de los productos nacionales afrontan un mercado en el que deben competir con los zapatos asiáticos, en un escenario en el que las grandes compañías en Chile han tenido que cerrar sus puertas, como la fábrica Guante hace unos días.
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Raelmy Bolívar

La crisis de la producción de calzados nacionales se agudiza cada vez más debido a la masiva importación de zapatos fabricados principalmente en Asia. Los empresarios enfrentan costos de producción cada vez más elevados y fábricas emblemáticas como Albano y Guante se han visto obligadas a cerrar sus puertas.

En el plano local, solamente un negocio se mantiene a flote con la fabricación de calzados: la zapatería Enoc, ubicada en calle Mackenna con Freire.

"Es bien doloroso el cierre de las empresas, porque la industria nacional está muy alicaída y este es un golpe muy bajo. Nosotros sabemos que la importación de calzados abarata costos, pero ha perjudicado a la empresa nacional", argumentó Samuel Garnica, dueño de Enoc.

Detalló que esta empresa familiar, con cerca de 50 años de existencia, ha tratado de mantenerse a flote en un mercado invadido por un principal competidor: China.

"Solamente en costo, nos vale 25 mil pesos en promedio fabricar un calzado. En las tiendas sueles ver zapatos por mucho menor cantidad y ahí es donde se nos vuelve difícil", indicó.

La estrategia adoptada por Enoc se ha enfocado en los últimos años en los modelos personalizados, específicamente aquellos que por un motivo u otro no se consiguen tan fácilmente en las tiendas, ya sea por temas de diseño o incluso de tamaño.

"Nos hemos especializado en zapatos poco comunes e incluso en tallas difíciles de conseguir (...). Son zapatos que no encuentras en el comercio o para necesidades especiales", dijo.

De esta manera, cautivan al consumidor con originalidad y productos hechos para durar, donde se sacrifica los masivo por algo más detallado y personalizado, a la medida del cliente.

Rentabilidad y calidad

En un recorrido realizado por los negocios dedicados a la venta de calzados en el centro de la ciudad, se pudo constatar una amplia diferencia de precios entre aquellos zapatos de origen chileno y los de procedencia asiático.

En promedio, un modelo casual de cuero masculino chileno (que es el tipo de calzado con el que compiten los fabricantes, ya que no existen ni modelos urbanos o deportivos en el mercado) sale alrededor de 35 mil pesos, mientras que la competencia importada bordea los 23 mil pesos.

Carolina Calisto, jefa del local Di Orland's y König, explicó que para las tiendas es difícil mantenerse sólo con la venta de productos nacionales, debido a que los clientes en general optan por precios más económicos.

"Lo nacional ha estado decayendo, debido a que la mano de obra es más cara y eso se refleja en los precios y en la decisión del consumidor", señaló.

Sin embargo, argumentó que la mayor diferencia entre lo nacional e importado, es la calidad del material.

"Obviamente la calidad no es la misma en los importados y las personas que conocen optan por un buen cuero", manifestó.

Precisamente, las ventajas de los zapatos de cuero es una las razones que lleva a Amador Nahum, comerciante con muchos de años de experiencia en Osorno, a no dejar de seguir trabajando con los productos nacionales.

"Yo creo que el mejor cuero está en Sudamérica y en Chile. Aquí se trabajan productos de muy buena calidad", afirmó.

A su juicio, la producción en masa de calzados sólo rinde en un aspecto estético, pero no suelen ser funcionales.

"Si bien es cierto que el zapato chino da gusto verlo en su presentación, tienen muy poca durabilidad y su material sintético no es saludable para el pie", manifestó.

Nuevos modelos

A pesar de que las empresas con historia en el país cerraron sus puertas, los pequeños y medianos empresarios optan por nuevas metodologías para seguir ingresando al mercado.

Mario Marticorena, miembro de la Asociación de Productores e Industriales del Calzado (Apical), indicó que decidieron abocarse a crear "zapatos de batalla", término para hacer hincapié en la durabilidad de los calzados a un precio accesible para el bolsillo del ciudadano promedio.

"Guante era una de las grandes marcas que mantenía una línea muy fina de zapatos de hombres, con un costo muy elevado, y eso les complicó para mantenerse el mercado. En nuestros caso optamos por mantenernos con otros modelos en una dura realidad que se está viviendo", explicó.

Tanto Marticorena como el resto de sus colegas participan en las Ferias del Calzado Nacional, un evento que recorre el país y donde los expositores ofrecen sus productos a precios más económicos.

En el caso de Osorno, estuvieron hasta el pasado viernes para movilizarse a la ciudad de La Unión.

En promedio, estos calzados oscilan entre los $29 mil y $32 mil en modelos que también tienen su espacio para el sector femenino, aspecto que no se ve con frecuencia en otras tiendas.

El empresario destacó que la salud es un aspecto que a veces el usuario común no toma en cuenta, en especial para aquellos que viven en el sur y deben afrontar el clima durante la época invernal.

"El calzado que producimos se ajusta a la forma del pie y lo hace más cómodo para caminar, también evita que transpire y eso lo protege durante el invierno, en especial para evitar infecciones como los hongos", indicó.

El mayor desafío de todos los comerciantes por mantener viva la frase "Si es chileno, es bueno" sigue vigente ante un competidor que paradójicamente también es el país mayor importador de cuero chileno, con un 30.11% total de kilos netos.

"Nos hemos especializado en zapatos poco comunes e incluso en tallas difíciles de conseguir (...). Son zapatos que no encuentras en el comercio".

Sergio Garnica, Dueño de zapatería Enoc"

"Si bien es cierto que el zapato chino da gusto verlo en su presentación, tienen muy poca durabilidad y su material sintético no es saludable para el pie".

Amador Nahum Comerciante"

Mercado asiático y grandes fábricas

De acuerdo con el último informe de la Cámara de Industriales del Cuero, Calzado y Afines (Fedeccal), en 2017 China lideró el mercado de importación de calzados en Chile, con un 80,35%. Este dominio del país asiático no tardó en tener consecuencias negativas para el mercado nacional. (Ver página 11). En noviembre del 2018, la empresa de Calzados Albano, ubicada en la ciudad de Concepción, anunció su cierre tras 43 años de funcionamiento. Esa misma situación se dio el pasado 11 de marzo, cuando la empresa Guante-Gacel anunció que se enfocarán en la importación, terminando la relación contractual de los trabajadores que laboraban allí. "Esta situación ha obligado a la empresa a dejar de fabricar calzado en Chile a partir de hoy, lo que implica la desvinculación de 283 personas y el cierre de las instalaciones correspondientes", afirmó la empresa de más de 90 años de existencia en un comunicado.