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Denuncian pérdidas en frutales y siembras a causa de loros choroy

AGRO. Aunque su hábitat natural son los bosques del sur de Chile, esta especie se ha trasladado buscando comida a zonas agropecuarias.
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Sandra Barría

"Mi problema con los loros es muy grave y ya no sé qué método utilizar porque se acostumbran rápidamente y siguen comiéndose la fruta. He usado espantapájaros, banderolas, también compré unos aparatos que simulan el ruido de un disparo, pero finalmente nada los detiene".

Así relata Pedro Soto, pequeño agricultor de San Pablo, el problema que está sufriendo a causa de bandadas de loros choroy que se alimentan de las pepas de sus manzanas, lo que está perjudicando seriamente su producción de chicha que es el principal sustento familiar.

Como él, muchos agricultores utilizan todos los años diversos métodos para ahuyentar a estas aves, pero que no causan daño a los loros pues se trata de una especie protegida por la Ley° 19.473.

Desde el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) informan que la especie Enicognathus Leptorhynchus, conocida como loro choroy, es endémica de Chile y se encuentra protegida por la Ley N°19.473 y su Reglamento, "por lo que su caza y captura está prohibida en todo el territorio nacional".

En la zona sur, desde la región del Biobío hasta Los Lagos, los choroy están catalogados en "estado de conservación vulnerable", mientras que en la zona central, desde la región de Coquimbo hasta el Maule, la especie se encuentra "en peligro de extinción".

Agregan que "acciones tales como la disuasión por ahuyentamiento, utilizando técnicas que no se contrapongan con lo mencionado anteriormente, podrían ser utilizadas como medida para contrarrestar la acción de las aves".

Los choroy viven en bosques y en grupos que pueden superar los mil individuos. Son muy ruidosos y se alimentan en grupos, comen semillas de pastos y cardos, semillas de árboles como Araucaria, frutos de berberis, brotes de árboles y raíces.

También pueden alimentarse de manzanas, granos cultivados como el maíz y suelen llegar a zonas agropecuarias, buscando alimento de ganado (cosecha de remolacha).

Mientras algunos actúan de vigías, el resto se alimenta y si se presenta algún peligro, el vigía emite un llamado de alarma que hace que todo el grupo emprenda el vuelo, vocalizando activamente.

El malestar de Soto es compartido por otros agricultores de la región que entienden que debido a la progresiva destrucción de su hábitat natural, ha provocado que los choroy estén invadiendo siembras, cosechas y algunos frutos con el fin de sustituir su alimento.

Silvia Richards, agricultora y productora lechera de la provincia de Osorno, explica que aunque este año sus siembras no se vieron atacadas por los loros choroy, esto sí ha sucedido en años anteriores.

"Gracias a Dios este año no nos afectaron, lo único que sembramos que podría ser atacado por los loros es el maíz, que entiendo que en algunas zonas han tenido bastantes problemas a causa de los choroy porque arrasan con los cultivos", recalca.

La agricultora agrega que "sé que hay personas que han tenido pérdidas por este tema porque de varias hectáreas sembradas, al menos una o dos han sido completamente consumidas por los loros", indica.

Cristian Parra, director de la Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno (Sago), explica que los loros efectivamente dañan los manzanos y que en esta zona, en general, perjudican a pequeños agricultores y también se alimentan en árboles que están en las huertas para el consumo familiar.

"Huertos de plantaciones comerciales de manzanas no hay acá en la zona, antes habían un par de hectáreas, pero ya no existen", señala.

Desde su experiencia, entiende que las más afectadas por las bandadas de loros son las siembras de maíz, trigo y cereales en primavera y también en los meses de marzo, abril y mayo cuando germinan.

Siembras

Juan Horacio Carrasco, quien además de presidente de la Cámara de Comercio de Osorno, es agricultor, explica que en la provincia los loros choroy perjudican las siembras, especialmente las de maíz y avena.

"Una buena parte de los productores lecheros está aplicando la tecnología de las siembras de maíz como complemento de la alimentación en base a praderas. El maíz, como aporte energético, es un forraje muy importante y durante este último año, hubo varios productores que se vieron afectados por el ataque de los loros y que, a pesar de las tecnologías existentes -como cañones de ruido- sucede que estas aves se han ido acostumbrando", subraya.

Carrasco conoce casos de productores que han perdido hasta el 20% de sus siembras.

"Esto ocasiona un daño económico importante ya que cada hectárea de siembra de maíz tiene un valor que supera el millón de pesos, muchos tienen que resembrar y sino, hay que sumar el costo que implica perder ese forraje para los meses que está presupuestado porque que tendrán que salir a comprar ese alimento", dice.

Medidas

La problemática mayor -subraya Juan Horacio Carrasco- es que como están protegidos, es muy difíciles de controlar y detener el daño que causan en los cultivos y manzanos.

Pedro Soto agrega que ha utilizado todos los métodos permitidos por la ley y "no surten efecto porque los loros se acostumbran rápidamente y siguen comiéndose la fruta. Uno tiene que invertir en estos implementos, yo calculo que este año voy a perder alrededor del 50% de mi producción y ¿quién se hace cargo?".

Asegura que conoce el caso de otros productores de chicha y de frutas que están sufriendo las mismas molestias y pérdidas a causa de los choroy.

"El año antepasado y el pasado, pudimos controlarlos, pero este año ha sido desesperante porque estamos viendo la tremenda pérdida. El loro abre la manzana y sólo se come las pepas, entonces las rompe y caen, y obviamente se pierden", comenta.

En su familia, son tres las generaciones que han vivido gracias a la chicha de manzana.

"El SAG se ampara en la ley y no da ninguna solución porque yo he ido a hablar, a explicar mi situación y lo único que responden es que están protegidos por ley. Les dije 'entonces mañana se les va a ocurrir proteger la cuncunilla' y me respondieron que no es lo mismo, pero finalmente igual porque destruye con el objetivo de tratar de sobrevivir, la única diferencia es que con los loros, estamos atados de manos", indica.

Desde el SAG explican que en la región de Los Lagos no tienen ninguna denuncia formal por daños en predios productivos y que es importante concretarla para tomar cartas en el tema.

"Sé que hay personas que han tenido pérdidas por este tema, porque de varias hectáreas sembradas, al menos una o dos han sido completamente consumidas por los loros".

Silvia Richards, Agricultora osornina"

"El SAG se ampara en la ley y no da ninguna solución porque he ido a explicar mi situación y lo único que responden es que están protegidos por ley".

Pedro Soto, Agricultor San Pablo"

"Esto ocasiona un daño económico importante ya que cada hectárea de siembra de maíz tiene un valor que supera el millón de pesos".

Horacio Carrasco, Agricultor osornino"