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Retrasan la cosecha de frutas debido a condiciones climáticas

AGRICULTURA. Expertos coinciden en que las precipitaciones y bajas temperaturas registradas en la zona, han afectado la cosecha de frutas como cerezas y arándanos, retardando los procesos productivos y poniendo en riesgo su ingreso a mercados atractivos de exportación.
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Sandra Barría

Las lluvias y bajas temperaturas, especialmente de suelo, que se han dejado sentir en esta temporada estival y que se vienen dando desde la primavera, han generado el retraso en la cosecha de frutas en la región y provincia.

Pero no sólo eso: expertos de la zona coinciden en que la maduración dispar de la fruta, que se ha dado durante esta temporada, tiene varios efectos en su comercialización, porque además del retraso en los procesos productivos, habrá un porcentaje debilitado que difícilmente podrá ingresar a algún mercado atractivo de exportación.

Ramiro Poblete, jefe de la Unidad de Frutales de Cooprinsem, explica que la maduración dispar hace que haya mucha fruta "pintona", que no pasa los procesos de selección y, por lo tanto, hay un menor porcentaje de fruta embalable.

"Este año el avance ha sido irregular, porque hay que ir esperando que la fruta madure y hacer distintas pasadas de cosecha. Así ha sucedido con arándanos y cerezas, pero el problema de fondo es que, a estas alturas, debiese haber una mayor proporción de fruta madura, es decir, están saliendo menos kilos", expresa.

Sin embargo, aclara que es posible que la temporada culmine con la producción esperada, pero en un proceso más lento.

"Eso tiene un impacto, primero en la mano de obra, porque se les paga por kilo cosechado, entonces cuando no hay suficiente fruta y se debe esperar unos días, las personas empiezan a moverse y se dan cuenta de que en todos los huertos está pasando lo mismo", señaló.

Además, el ingeniero agrónomo agrega que "en los recorridos por los huertos, lo que se transmite es que las exportadoras igual están ansiosas porque tienen programas de envíos que cumplir y el retraso aumenta la presión".

Felipe Rozas, ingeniero agrónomo asesor de productores y empresas exportadoras de berries, coincide al percibir que, en esta temporada, la primavera fue complicada porque hubo mucha lluvia en la zona sur.

"Y esto hace que hayan más problemas fitosanitarios en términos de la producción. A medida que avanzó la temporada, persistieron las lluvias entre Navidad y Año Nuevo y las temperaturas siguieron siendo bajas y también las del suelo. Eso hizo que la maduración de la fruta tardara, así que en la región todas las agrícolas empezaron a cosechar tarde", subraya.

Agrega que, en términos productivos, las bajas temperaturas tuvieron un efecto de calidad, porque puede que la fruta se vea bonita, pero en realidad está blanda y así no califica para la exportación.

"En términos comerciales, lo que se sabe en general es que Estados Unidos no ha tenido muy buenos precios, como principal mercado chileno, por lo tanto, el productor o la exportadora trata de buscar otros nichos y en definitiva el que queda es Asia, pero para ese continente la fruta debe tener ciertas características para hacer un viaje tan largo. Entonces, si bien llegan a precios atractivos, están siendo levemente más bajos que el año pasado", explica.

Ante este desfavorable escenario, lo que un exportador haría, estratégicamente -detalla Rozas- considerando que está teniendo fruta que no puede viajar mucho tiempo y que necesita conseguir buenos precios, es enviarla por avión, pero el flete es mucho más caro.

A esto hay que agregar, subraya Rozas, que dado el actual escenario, la fruta también ha estado expuesta a daños fisiológicos de condición y calidad, entonces no tiene una muy buena chance en las exportaciones.

"El segundo camino es venderla al congelado, que hoy tiene un precio que no es malo si se compara al año pasado, pero esta modalidad no considera la fruta orgánica, por ejemplo", añade.

Cerezas y avellanas

El director de la Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno (Sago), Cristian Parra, aclara que, en el caso de los cerezos, el clima también provocó un retraso en los procesos tecnológicos y de madurez de la planta.

"Las cerezas se terminaron de cosechar la semana pasada y lo normal era culminar entre el 5 y 10 de enero, mientras que este año se cosechó desde el 15 de enero en adelante".

El ingeniero agrónomo añade que "a causa de las bajas temperaturas, esta temporada tuvimos fruta en diferentes estados de maduración, algunas estaban más atrasadas y otras más maduras, entonces hubo que empezar a florear, a seleccionar en la cosecha y no se puede sacar rápidamente grandes volúmenes hacia la exportadora".

Sin embargo, aclara que se cosecharon todas las cerezas, por lo que la producción no debería ser en ningún caso menor a la temporada pasada.

"Lo único que sucedió es que se retrasó en 10 días el proceso, no es más que eso", recalca Parra.

Indica que las lluvias de enero pueden haber generado algún porcentaje de pérdida a a los productores que no tenían techos, pero fue el mínimo.

Asimismo, explicó que, en el caso de los arándanos, la cosecha normalmente se realiza a fines de marzo y los primeros días de abril.

"Durante la primavera, producto de las bajas temperaturas y lluvias, tuvimos bastante presencia de algunos xanthomonas (bacterias que afectan a las ramas y generan la caída de ramillas), entonces si partimos la fruta, vemos que la pepa o nuez todavía está muy pequeña, es decir, no tenemos el desarrollo de un año normal a causa de la primavera demasiado fría", expresa Parra.

El experto adelanta que la cosecha de avellanas probablemente también sufra un retraso, pero eso se verificará en dos meses más.

Su visión respecto a la disponibilidad de la mano de obra para las cosechas durante esta temporada, es que ha estado normal en comparación a años anteriores.

"Lo que pasa es las empresas frutícolas están ofreciendo cada vez más garantías y mejores condiciones laborales, por lo tanto, es atractivo salir a cosechar. Hoy disponen de buses de acercamiento, les dan colación, refrigerios, agua, tienen buenos baños, incentivos por la cosecha y bonos por permanencia, así que creo que las empresas tienen a su gente especializada en el tema y ellos vuelven todos los años", dice el director de la Sago.

"Hay que ir esperando que la fruta madure y hacer distintas pasadas de cosecha. Así ha sucedido con arándanos y cerezas".

Ramiro Poblete, Jefe de Frutales Cooprinsem"

Bajas temperaturas ambientales y del suelo, sumadas a precipitaciones que se han dado desde la primavera, han provocado el retraso de la cosecha de frutas en la zona.

Cerezas culminó su proceso de cosecha y aunque su maduración también se retrasó, esto no parece haber afectado la producción en comparación a temporadas anteriores.

Cosecha de avellanos se lleva a cabo a fines de marzo y principios de abril y expertos adelantan que el proceso también podría verse levemente retrasado.