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La cifra de partos interculturales crece exponencialmente en una década en el Hospital San José

SALUD. Entre 2008 y 2012 se efectuaron cuatro procedimientos que mezclan la ciencia formal con rituales de la etnia huilliche. La cifra aumentó a 22 en 2016 y 11 el año pasado. Las mujeres que lo desean deben manifestarlo en los consultorios o en el Comité Intercultural del recinto médico de alta complejidad.
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Alirio Leal

Los partos interculturales que se realizan en el Hospital Base San José de Osorno (el único recinto de su tipo en el país que tiene una sala de parto acondicionada para atender a las mujeres huilliches) se duplicaron en 10 años.

En detalle, entre los años 2008 y 2012 se efectuaron cuatro partos interculturales en el recinto médico osornino; en 2013 la cifra fue de tres partos; en 2014 aumentó a cinco; en 2015 subió a once partos; en 2016 se efectuaron 22 partos, siendo el año con mayor número; en 2017 tuvo 16; y en 2018 se atendieron 11 partos en esta modalidad intercultural.

"El año pasado visitó el hospital un grupo de 12 médicos de una ONG proveniente de Alemania, con el fin de conocer lo que aquí se hace y recabar información sobre esta práctica que para ellos resultaba completamente novedosa", indicó Daniel Núñez, director del Hospital Base.

Núñez explicó que la primera vez que se hizo un parto intercultural de manera extraoficial en el recinto fue en 2008 y a partir de 2012 incorporaron algunos protocolos; y ya desde 2017 el procedimientos es más formal.

"Las mujeres de ascendencia huilliche que quieren ser atendidas en su cultura, lo manifiestan al Comité Intercultural del hospital y empiezan a reunirse durante el embarazo. Y desde la semana número 35 en adelante tienen reuniones donde se definen los detalles de todo lo que envuelve un parto de esta naturaleza, como por ejemplo la vestimenta, los procesos como la música, entre otros", indicó el doctor Núñez.

Ceremonias

Desde que comenzó el proceso hasta la fecha, la cifra ha ido de forma ascendente, señaló Rocío Gueregat Marabolís, encargada de Gestión de Matronería.

El parto intercultural se ofrece a petición de la usuaria. Según explicó Gueregat, por lo general ellas solicitan varias ceremonias desde el inicio del embarazo, para realizar el trabajo de parto intercultural: una para limpiar el ambiente donde se realizará el parto. Una ceremonia durante el trabajo de parto. Otra ceremonia en el parto propiamente tal. En general allí hay alguna persona que habla la lengua chesungún y recibe al recién nacido que se llama "pichiqueche". Es decir, da la bienvenida en su lengua nativa y lo más cercano a su entorno cultural.

"En esta bienvenida le hablan a los 'pichiqueches' de sus ancestros y los reciben en su entorno cultural. Se permite que traigan hierbas, para darle fuerzas a la mujer durante el parto. También incluye alguna alimentación posterior al parto, para que la mujer recupere fuerzas y pueda iniciar la lactancia", detalló Gueregat.

Dentro de todo el ritual se contempla la entrega de la placenta a los familiares, ya que este órgano es considerado en la etnia como el "hermano" del recién nacido, por lo tanto, se trata como a un ser vivo.

Y como tal, hay que darle atención, por lo cual la placente se entierra o "siembra". "Al 'sembrar' la placenta en sus territorios, ellos establecen un espíritu protector para el recién nacido, un guardián de su salud y que en general velará del futuro del niño", agregó la profesional.

Referente técnico

María Angélica Levicán, referente técnico intercultural del hospital y que actúa como enlace con la etnia huilliche de la provincia, dijo que su función en el hospital, determinada por las comunidades indígenas, es "apoyar un plan de interculturalidad representativo a través del trabajo que se realiza con el Comité Intercultural. Este órgano busca asesorar a la dirección del hospital en torno a todo lo que tenga que ver con el tema intercultural".

"Como comité apoyamos y respaldamos el trabajo que realiza el equipo de Parto Intercultural. Lo que queremos es que las comunidades huilliches de la provincia se empoderen más de lo que significa el parto intercultural", dijo.

Y enfatizó que el nacimiento es el momento más importante en la sociedad huilliche.

María Cristina Muñoz, matrona del Centro de Responsabilidad de la Mujer y encargada de promover el Parto Intercultural, dijo que "la mayoría de las mujeres en Chile controla su embarazo con matronas en la atención primaria (en los Centros de Salud Familiar, Cesfam).

"Y en estos recintos las matronas saben que existe la posibilidad de tener un parto intercultural. Por lo tanto, si la usuaria lo desea, simplemente tiene que solicitarlo en su consultorio y la matrona se contactará conmigo para hacer una visita guiada y un plan de parto", resaltó.

2008 y 2012 se realizaron 4 partos interculturales en el hospital de Osorno, prácticamente uno por año. Estaba recién surgiendo el concepto para este procedimiento médico.

2016 fue el peak con 22 partos interculturales, lo que da cuenta de la acogida de este proyecto que integra la ciencia formal con las creencias indígenas.

2018 se realizaron 11 partos de este tipo en la sala especialmente acondicionada en el Hospital Base San José de Osorno. El avance ha sido significativo y la práctica se perpetúa.