Ya es realidad, dijimos "Chao Bolsas Plásticas" y el 3 de febrero el gran comercio dejará de entregarlas, ¡una victoria lograda! ¿Será Chile el primer país en Latinoamérica en eliminar las bolsas plásticas?, así lo dice la campaña del Gobierno, pero ¿será cierto? Una cosa es segura, que somos los primeros en reducir su entrega y producción, sin embargo, el término "eliminar" implica muchas otras acciones que aún no se visualizan ni se ejecutan.
¿Eliminaremos también las bolsas plásticas que están contaminando campos, ríos, lagos y mares?, ¿seguiremos limpiando nuestras playas y ríos una vez al año amparados en la buena voluntad de las instituciones, la sociedad y la comunidad escolar? Si ya estamos concientizados del impacto que tienen las bolsas plásticas en nuestras vidas, ¿por qué aun las vemos volando en nuestras calles? Parece que todavía nos falta mucho más por avanzar en las implicancias éticas y culturales de este proceso.
Eso sí, destaquemos que el Ministerio de Medio Ambiente está ejecutando una fuerte campaña para decir "Chao Bombillas", donde se incentiva a las empresas a no entregarlas y así obtener el "Sello Chao Bombillas" como ejemplo de compromiso en la cruzada contra el plástico. Lo interesante es la buena aceptación que ha tenido en cafeterías, locales de comidas, hoteles y casinos quienes ya han obtenido este sello. ¡Otra victoria!
Las buenas noticas siguen. El Ministerio del Medio Ambiente dijo que la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor busca establecer metas de recolección y reciclaje de ciertos productos, como los envases y embalajes que empleen vidrio, cartón, metal y plásticos. Esto implica que las empresas tendrán que hacerse cargo de sus residuos, transformarse en sustentables o facilitar el proceso de reciclaje. Pese a que aún esta ley no está operando en su totalidad, ya hay varias empresas que se han adelantado desarrollando envases compostables o de origen vegetal, todo gracias a las investigaciones vanguardistas sobre biomateriales, y donde Chile tiene un enorme potencial y poco desarrollo.
Pero no podemos olvidar que playas, mares, lagos y campos aún están llenos de plásticos enterrados transformándose en microplásticos. Allí hay una guerra que debemos seguir dando, invirtiendo recursos en limpiar y eliminar todos los residuos plásticos, pero también, fomentando una economía circular donde nuestros desechos sean transformados en nuevos productos, gracias a una política nacional de manejo integral de la basura y su reciclaje, algo que la naturaleza ha hecho por sí sola durante millones de años.
Héctor Pavés, director del Departamento de Ciencias
Básicas de la Universidad Santo Tomás de Osorno