Aunque la mayoría de los habitantes de Cancura dudaba, y con razón, de la sexta reprogramación que habían realizado las autoridades para fijar la apertura del puente mecano que reemplazará al que se desplomó el año pasado, habían quienes sí creían que el 15 de enero podrían ver, al fin, restablecida la conectividad vial entre Osorno y Puerto Octay por la Ruta U-55. Lamentablemente, estas esperanzas, cada vez más por el suelo, se vieron truncadas al conocerse ayer que el intendente regional y el seremi de Obras Públicas tuvieron que comunicar que habrá una séptima reprogramación, esta vez para el próximo lunes 21 o, en su defecto, para algún día de esa semana.
Lo que han vivido los residentes de Cancura, tan golpeados desde que se cayó el puente en la madrugada del 23 de junio de 2018, se parece mucho a aquellas relaciones interpersonales que se van deteriorando con el tiempo. Inmediatamente después de ocurrido el desastre, el propio ministro de Obras Públicas anunció, en el lugar de los hechos, que en pocas semanas estaría instalado un mecano para garantizar la conectividad.
Pero esa fecha no se cumplió, ni la siguiente, ni la siguiente, ni la siguiente. Ahora, ya con la séptima reprogramación en curso, por más cercana que parezca ser la nueva fecha de entrega, el margen de credibilidad se ha reducido al mínimo, sobre todo porque en estas fechas el extendido rubro del turismo en la comuna de Puerto Octay ya está sintiendo fuertemente la falta de conectividad, con una ostensible disminución de las reservas y del flujo de visitantes.
La ruta alternativa que se "habilitó" tras caerse el puente pasó de ser temporal a prácticamente permanente y en los organismos estatales, hay que decirlo, no se ha visto una preocupación mayor por el presente de Cancura o de los operadores de turismo octayinos, los que así como van las cosas, prácticamente han tenido que renunciar ya a la mitad de la temporada veraniega. ¿Creer o no en la nueva fecha? Eso lo han de decidir los propios habitantes de Cancura, y sea lo que sea, no se podrá reprochar desde ningún ángulo.