Veredas abandonadas
Felicito a los osorninos y autoridades por ser reconocidos como la octava mejor ciudad para vivir y la segunda con las mejores veredas en Chile. Esto fue una consulta hecha a los propios osorninos, en gran medida, según indica este mismo medio en nota publicada el 11 de enero.
Sin embargo, como gestor del cowork de Osorno, ubicado en el edificio del histórico Cine Lido; debo volver a manifestar el abandono de la vereda norte de Ramírez entre Bulnes y Portales, así como ambas veredas de la principal calle comercial de Osorno desde Portales hasta el antiguo puente San Pedro hacia Rahue.
A pesar que el alcalde Jaime Bertín indica que se ha realizado el recambio total de las veredas del sector céntrico, lamento indicar que esto no es así y que no conocemos un proyecto de inversión municipal o del Serviu para poner al día veredas que parecen ancladas a los años 90, asomando como un punto feo y de abandono en medio de tanta inversión, belleza y modernidad.
Soy un osornino positivo, que está dispuesto a colaborar y seguir emprendiendo desde #HazloenOsorno, por eso pido ayuda a vecinos, comerciantes, municipalidad y autoridades de Gobierno para invertir en este olvidado sector del centro de Osorno y eje bohemio de la ciudad.
Marcelo Moraga Vidal
Chile en el año 1973
Está de más decir que con la respuesta que hiciera a mi comentario anterior el lector Luis Enrique Soler (Carta al Director publicada el miércoles y titulada "Polémica por negacionismo"), tenemos visiones y apreciaciones diferentes de lo que fue el antes, durante y después de nuestro quiebre democrático y las responsabilidades políticas de los actores políticos y sociales que fueron participes y protagonistas de aquella época. Hoy, como se ve, hay dos visiones irreconciliables, y cada uno llevará agua a su propio molino.
Sólo decir o precisar lo que el lector destaca de mi comentario anterior; cuando digo que el gobierno de Allende fue de luces y sombras, parto de la premisa que la verdad absoluta no existe, sólo una verdad relativa; pues como todo proceso social, en este caso lo que se estaba llevando acabo, y como lo dijera más de alguna vez el mismo Presidente Allende, era una experiencia al socialismo con "olor a empanada y vino tinto".
Por lo demás, se vivía en un contexto de la llamada Guerra Fría, donde las ideologías extremas y el intervencionismo extranjero hicieron colapsar económica y políticamente al gobierno de Allende, porque tocaban muchos intereses, tanto internos como externos. Prueba de aquello, que el día dos después del triunfo de Allende se empezaron a mover las piezas de este ajedrez político, para que el gobierno que asumía fracasara.
Sólo dos hechos para reafirmar lo que digo y de esta manera concluir esta polémica con Luis Enrique Soler. Primero, el ofrecimiento del candidato de la derecha que sacara la segunda mayoría relativa, Jorge Alessandri, que le hiciera a la DC; para que sus parlamentarios en el Congreso Pleno votaran por él. De esa manera, él renunciaría y se llamaría nuevamente a elecciones presidenciales; o sea, una triquiñuela politiquera para desconocer el triunfo legitimo del candidato Salvador Allende.
Y segundo; como no les resultó el primer intento para desconocer tal triunfo, se puso en marcha el complot para que las Fuerzas Armadas intervinieran y diera un golpe de Estado. Por eso, cuando le digo al señor Soler, si uno va a contar una historia, sólo hay que tener la decencia de contarla completa o simplemente dejarla a los historiadores para que lo hagan en forma objetiva y veraz.
Carlos Angulo B.
Calidad de la democracia
The Economist publicó el "Democracy Index 2018", que evalúa la calidad democrática de los países. Chile está mejor que en 2017, pero aún nos encontramos dentro de las "democracias defectuosas". Esto se debe a nuestra baja evaluación en participación política, cuestión que cambiaría si las votaciones volviesen a ser obligatorias, como en Uruguay o Costa Rica.
Pero ¿eso es lo que queremos? La solución pasa por generar conciencia de que nosotros somos responsables por el destino de nuestras comunidades, lo que implica tomar decisiones que acarrean costos y beneficios. Parte importante de una democracia plena se trata de esto: libertad para elegir y responsabilidad para asumir.
Hay que tomar el camino largo, el de la formación ciudadana. Se requiere un esfuerzo orientado a educar y empoderar a las personas. Obligarnos a votar cambiará las cifras, pero no mejorará nuestra democracia. Estamos llamados a hacer cosas más grandes y nobles que esconder los problemas bajo la alfombra.
Marcelo González
Estado de Derecho
Ya, parece más que prudente conjugar las palabras… Gobierno, Estado de Derecho, desorden, La Araucanía y pantalones largos.
José Manuel Caerols