Festival de las Bayas
Si bien es cierto ciudades grandes y ciudades chicas tienen el derecho de realizar actividades festivas para dar entretención a sus habitantes, no es menos cierto que se deben analizar los presupuestos para dichos efectos. Existen municipios con grandes ingresos económicos que permiten darse estos lujos, pero hay una mayoría de municipios cuyos ingresos deben priorizarse para solucionar otras necesidades de sus comunidades.
Por este motivo, aplausos para el alcalde de Río Negro, Carlos Schwalm, que dio sus razones para cancelar el Festival de las Bayas: hay otras prioridades, tan sencillo de entender. ¿No sería posible que otros alcaldes de los alrededores hicieran algo parecido?
Ricardo Cea Vargas
Éxito de tenimesistas
Bien por Valentina Ríos, Natasha Ríos y su director técnico (Hernán Ríos). En este momento me asalta una sola duda, ¿por qué si son sólo unas lolitas integran una selección adulta? ¿Alguien me puede responder?
Germán Álvarez Hetz
El poder de la palabra
Como unidad léxica de la lengua, la palabra es objeto de estudio de la Lingüística. Es la unidad mínima de significación que como hablantes poseemos para referirnos al mundo de las cosas, acciones y atributos. En el Génesis ya se destaca su valor al indicar el poder creativo desde la divinidad. Clayton (2004), en "El Lenguaje de Dios", escribe que es el medio por el cual "el Creador proyectó los mandatos del Eterno".
Así, tiene el poder de curar, enfermar, enseñar, dañar, amar u odiar. La palabra todo lo puede. Por eso es que debemos siempre prestar atención al uso más allá de las simples estructuras verbales. La palabra debiera ser un prototipo de perfección musical en la armonía al pronunciarla convenciendo, felicitando, expresando acuerdo o desacuerdo, y no convertirla en un arma de doble filo.
Como hablante tenemos la responsabilidad de exaltarla elevándola hasta lo más alto, y no convirtiéndola en un infierno de difamación. Es el asiento del ser, dice Uzcátegui (1999) en el "Hombre Absoluto"; debemos aprender a usarla para hablar de lo bello, justo y verdadero. De lo contrario éstas - las palabras - pueden llegar a convertirse en monstruos destructivos cuando una mentira pueda convertirse en verdad o viceversa. Contienen un valor interno y otro externo: lo primero es lo que conocemos como significado, sustancia o contenido, y lo segundo hay que buscarlo en las dimensiones superiores del espíritu.
Por alguna razón en el campo del derecho nos hablan del "espíritu de una ley". Así, cuando hablamos tenemos el poder de seducir, convencer invocando una vivencia, imagen o experiencia, idea desde donde emana nuestra naturaleza psicológica. Las palabras pueden llegar a ser "rosas ígneas" de nuestras formas de pensar o sentir que chisporrotean entre los laberintos del entendimiento humano.
Es lo que nos sucede cuando leemos el titular de un medio o una obra literaria. El poder del verbo polarizado negativamente, enfatiza Uzcátegui, nos puede conducir a "los brazos de la muerte".
Omer Silva Villena
Errores del Gobierno
Una serie de errores no forzados ha cometido el Gobierno en los últimos meses, la gran mayoría derivado de designaciones cuestionables, como la agregada comercial de Chile en Estados Unidos o asesores hijos de ministros, los cuales no cuentan con curriculum ni experiencia.
¿De verdad no hay talento en Chile?, ¿qué ha pasado con los más de 1.400 doctorados financiados con Becas Chile? Quizás es cosa de apellido y no de "papiros".
Federico Urra
Oposición y negacionismo
La oposición nuevamente logra cierta unidad en contra del "negacionismo" en torno a la figura de Augusto Pinochet. ¿De verdad no tienen ni una sola propuesta seria al país?
Lo pregunto pues su rol de oposición no ha sido ni constructivo, ni tampoco fundamentado en paradigmas filosóficos; han caído en una estado calamitoso en donde "criticar por criticar" parece una doctrina sin reflexión.
Natalia Véliz
Polera de Gabriel Boric
No hay que bajar el perfil a los hechos cometidos por el diputado Gabriel Boric, porque incluso entregando las excusas necesarias, sus acciones son una ofensa por donde se mire.
Sobre todo si consideramos que las palabras vienen de una autoridad del Congreso de Chile, de la cual se espera un comportamiento "un poco más a la altura" de la que puede tener un simple dirigente estudiantil.
Renata García Durán