Agua pura para Osorno
Es de esperar que el municipio consiga cuanto antes a una empresa adecuada que logre solucionar el entuerto de la pista de hielo. "Uno creería que tomamos la mejor agua del mundo, pero no es así"
Hace unas semanas Essal suspendió por más de siete horas la producción de agua potable para Osorno, debido a la caída de petróleo y aceite al lecho del río Rahue. La suspensión afectó a 28 mil familias, que quedaron sin agua potable durante casi todo el día. Un accidente vehicular ocurrido en el puente del río Rahue en la Ruta 5 Sur, a 10 kilómetros de distancia de la captación de agua potable que dispone Essal para alimentar la ciudad, dejó en evidencia la dependencia de la Osorno por la calidad y cantidad del agua del Rahue.
¿Sabía que el agua que consumimos en Osorno proviene del cauce natural del río Rahue, que es captada por bombas desde el lecho del río en Ovejería, a cinco kilómetros de Osorno? Es elevada hacia unas piscinas de tratamiento, donde se le aplican químicos y minerales, incluso metales como cobre y plata, para que se haga transparente y cristalina. Luego es impulsada por poderosas bombas para conducirla por cañerías a los estanques de agua potable en lugares altos de algunos barrios, y de ahí por gravedad se deja correr hacia las cañerías del barrio y de las casas.
Viviendo tantos años aquí en el sur, uno creería que tomamos la mejor agua del mundo, pero lamentablemente no es así, nuestra agua no es muy diferente a la de Santiago o Antofagasta, tal vez es incluso peor. Para entender esta rara afirmación basta con analizarla científicamente para encontrar los componentes químicos que la transforman. Es sana, es bebestible, pero no es agua pura.
Captar agua del Rahue es captar las aguas que vienen del lago Rupanco, donde nace el río; es también agua del río Coihueco, que cruza toda la Hacienda Rupanco y Cancura, es captar las aguas del río Negro y el río Chifín, que traen las aguas agrícolas que vienen desde Corte Alto y que pasan por Río Negro, y que son todos afluentes del Rahue. En todo este vasto territorio, afluentes y ríos están impactados y sin control ambiental por producciones agrícolas que usan químicos, industrias que usan las aguas de los ríos y luego las devuelven a su cauce, plantas de tratamiento sanitario que procesan los alcantarillados y luego devuelven las aguas al río, y así están expuestas hasta un accidente carretero que arroja petróleo u otros contaminantes al agua por un período de tiempo. Esa es el agua que estamos bebiendo los osorninos.
Osorno se merece una captación de aguas subterráneas puras y cristalinas, que asegure el abastecimiento de agua potable a la población sin depender de cuestiones ambientales o accidentes puntuales. El negocio del agua es uno de los más rentables del mundo, ello garantiza que se puedan hacer inversiones y amortizarlas en largo tiempo.
Raúl Ilharreguy, arquitecto