Bladimiro Matamala
"Los niños que crecen escuchando música, interpretando instrumentos, cantando y moviéndose al ritmo de ella, gozan de un mejor sistema sensorial y crean más enlaces en las conexiones neuronales de su cerebro. Y en eso pensamos en este plantel, donde todos los alumnos han sacado notas con algún instrumento durante las clases del taller de música de su curso", explicó el director de la Escuela Andrew Jackson, José Miguel Carrillo, sobre el proyecto musical del establecimiento.
Pero varios alumnos destacan por su talento y trabajo en el Taller In Crescendo, que se ha transformado en el proyecto más destacado y futurista en la educación musical de Río Negro.
Con un repertorio de 20 célebres melodías de películas y música latinoamericana, con sonidos de violines, violas, cello, contrabajo, flautas, bombo y quenas, el profesor Juan Carlos Carrillo cultiva la música latinoamericana y es el responsable del taller.
"Así surgió esta apuesta con las alumnas más avanzadas en este arte. En 2016 se inició el proyecto In Crescendo, donde ensayan los lunes, miércoles y jueves, de 16 a 18 horas", indicó.
Dijo que el fuerte del grupo, cuyas edades oscilan entre los 8 y 13 años, son las cuerdas frotadas. Y esto, técnicamente, lo aprenden en el Centro Cultural de Osorno.
"Viajamos desde Río Negro a las 14.15 y retornamos a las 20.30 horas", agregó el profesor. En ese lapso se dividen en tres o cuatro grupos, según los niveles de instrumentación: Apresto I, II, Orquesta Básica, Intermedia y Avanzada; y luego trabajan de forma gratuita en la Orquesta de Cámara, con los monitores de Osorno, que son alumnos y profesores que viajan desde Valdivia.
Un ejemplo
Javiera Flores, en teclado, es una de las integrantes destacadas. Y aunque cursa segundo medio en el Liceo Agrícola de la ciudad, sigue ligada a su ex escuela a través de los ensayos con sus compañeros los días jueves.
La joven ya alcanzó un nivel intermedio alto y ha tocado incluso en la Orquesta de Cámara del Centro Cultural de Osorno.
"Los lunes hacemos un poco de música latinoamericana, porque es mi sueño crear algún día una orquesta completa, con todo tipo de instrumentos europeos y latinos. Que rescatemos lo tradicional. Y en algún instante se producirá esa fusión. Por eso decimos que In Crescendo está en formación, pero seguimos creciendo", subraya Carrillo.
Varias de las estudiantes han recibido orientaciones musicales de un Masterclass que llegó desde Brasil a la zona, así como también del director de la orquesta osornina Alejandro Mariangel, que viene desde Valdivia.
"Lo básico está en la sala de música a diario, con los 30 y tantos estudiantes regulares que van rotando por cada curso. Y a partir de eso, los niños eligen en forma libre el taller. Veinticinco músicos han pasado hasta ahora por el taller In Crescendo".
El financiamiento en gran parte proviene de los mismos hogares, porque cada niña tiene su propio violín, que es otro esfuerzo personal y familiar.
"Este año hemos tocado mucho en la comuna y comenzamos a salir a la provincia y región", concluyó el director del taller.