Bomberos reciben moderno carro alemán
PRIMERA COMPAÑÍA. Tuvo un costo de $300 millones y sirve para rescate.
"Más que para nosotros, esta unidad es importante para la comuna, porque viene a reforzar el trabajo de rescate vehicular que realiza la Primera Compañía", señaló Juan Pablo Zwanzger, director de la unidad, que recibió el segundo carro de procedencia alemana, en sus 149 años de existencia.
Tiene un valor de 300 millones de pesos, con un proceso de fabricación que tardó 18 meses, en cuyo lapso personal de esta unidad concurrió a la fábrica Magirus Deutz, en Ulm, Alemania. Es una máquina HLF 20. Chasis Mann, que tiene montado una súper estructura de aluminio, con equipo de última generación, con capacidad de 2 mil 000 litros de agua, que aparece como menor, pero es una máquina de rescate vehicular.
Su tripulación la componen el conductor, un oficial a cargo además de siete voluntarios, quienes resaltaron que es la primera máquina de origen alemán nueva que llega a su cuartel.
El vehículo llega a reemplazar a una de las que estaba en servicio, la E 1, que se reasignó a la Cuarta Compañía, con lo cual se garantiza mayor cantidad de litros de agua al vasto sector El Maitén.
Los recursos para la adquisición de este móvil son del orden de los $250 millones aportados por el Gobierno Regional, del ítem Fondo Nacional de Desarrollo Regional, la Junta Nacional de Cuerpos de Bomberos de Chile, de la municipalidad, el apoyo del jefe comunal Aldo Pinuer y el Concejo Municipal.
La primera compañía, la más numerosa del cuerpo de bomberos de La Unión, tiene 72 voluntarios, con 15 cadetes. Dispone de un cuartel instalado en una de las casas patrimoniales más hermosas y a metros de la plaza, en la calle Letelier.
Es la séptima compañía de Bomberos más antigua del país y se aprontan a celebrar los 150 años de existencia, junto al Cuerpo de Bomberos. Entre sus desafíos está la construcción de una nueva sala de máquinas, ya que la actual es un galpón del año 1960 que no brinda la seguridad a vehículos.
Los primerinos cumplieron con el desafío de llegar al siglo y medio de existencia con una máquina nueva de origen alemán en su cuartel, para servir a la comunidad y eso los alienta a continuar trabajando con todo su equipo de oficiales, que encabeza el capitán Cristian Florín, y voluntarios que a diario se esfuerzan para ayudar a la comunidad.