No quiero sonar demasiado camiseteado por mi institución, pero la reciente noticia (el pasado 28 de noviembre) desde la Comisión Nacional de Acreditación (CNA) sobre la acreditación del Programa de Doctorado de Ciencias Sociales en Estudios Territoriales, por cinco años (2018-2023), coordinado desde la Dirección de Postgrado y el Centro de Estudios del Desarrollo Regional y Políticas Públicas (Ceder) de la Universidad de Los Lagos, nos alienta a seguir promoviendo una educación de calidad y con pertinencia territorial, desde, con y para la Región.

Este doctorado, iniciado en 2014, con tres egresados que ya están contratados por universidades públicas en el sur de Chile, logra una de las acreditaciones en Ciencias Sociales de más años del país. La CNA avala, por sobre todo, la calidad del cuerpo académico, de los y las estudiantes y de la pertinencia del ámbito de estudio a través de los programas de asignatura y los procesos de titulación. La universidad ha apostado a que podemos aportar con conocimiento, calidad y pertinencia al desarrollo del territorio.

Nuestro programa plantea y analiza problemáticas territoriales y propone posibles soluciones que seguramente tendrán resonancias en la ciudadanía de la ciudad de Osorno, la comuna y la Región. Nuestro cuerpo docente, y también el estudiantado que está cursando el programa, tiene la intención y el deseo de aportar al territorio en la práctica, no sólo en la teoría, y por ello los invitamos a que podamos generar respuestas a los grandes desafíos que enfrentamos hoy en día.

Desde la planificación territorial urbana y rural, pasando por los desafíos que se vienen con la descentralización del Estado, incluyendo los temas relativos a la evaluación de impactos ambientales y las dinámicas interculturales de nuestro territorio, este programa no sólo aporta a generar conocimiento, sino también a pensar el territorio, de manera global y local, y a co-construir con las comunidades del entorno, soluciones propias y pertinentes para esta comuna.

James Park, director del Ceder

de la Universidad de Los Lagos

Por más que aparezca mencionado permanentemente en épocas de campaña electoral, de las promesas de los candidatos y de los periódicos planes de mejoramiento para mejorar su cobertura y calidad, el acceso a la salud pública mantiene todavía una deuda enorme con sus usuarios, reflejada en las listas de espera, en la demora en los tiempos de atención y en las dificultades para conseguir atención con un especialista. Esto último es lo que vivieron el lunes pasado centenares de osorninos que llegaron desde muy temprano al Hospital Base San José a agendar una hora con los médicos que requerían según sus dolencias. Las especialidades solicitadas eran medicina interna, nefrología, endocrinología, gastroenterología, reumatología, broncopulmonar y alivio del dolor.

Fue tal la cantidad de gente que se reunió y aparentemente tan engorroso el sistema de asignación, que hubo quienes tuvieron que realizar esperas de hasta seis horas para programar su consulta, sin mencionar a los que debieron resignarse e irse porque tenían otras obligaciones. La molestia de los usuarios era evidente y así se hizo sentir en las conversaciones de pasillo y en las redes sociales.

Los números de ese día son elocuentes: llegaron cinco mil personas a pedir alguna hora de los 1.300 cupos disponibles. Es decir, ni la más estoica espera de los pacientes habría permitido que todos hubiesen conseguido su objetivo.

En vista de este colapso, la administración del hospital admitió el problema, atribuyéndolo a un error y comprometiéndose a implementar mejoras en el sistema a fin de evitar las aglomeraciones. No obstante, tal parece que esto no funcionó, pues ayer nuevamente se produjo un colapso en el sistema de asignación, esta vez de quienes procuraban alguna hora con un cardiólogo.

Por cierto que la gran traba es la histórica falta de especialidades médicas, un tema de resorte nacional cuya solución excede a las capacidades locales. Sin embargo, en lo que sí se puede avanzar acá es en un sistema de asignación de horas más eficiente que dignifique a los usuarios y no los exponga a tan largas esperas.