Basta mencionar la palabra secreto para que se genere atención. Los secretos son parte de nuestras vidas y tenemos que vivir con ellos. Es bienvenido cuando deseamos saber algo que no nos incumbe y convoca especialmente a curiosos y mal pensados. Necesitamos secretos para protegernos, para llamar la atención y desahogarnos.
¿Qué es el secreto? Es algo conocido por un número limitado de personas, un hecho que afectó gravemente a una persona y ésta no desea que se sepa, porque lo avergüenza o está prohibido. La gravedad o importancia del secreto dependerá de lo cerca que se relacione con el delito, con la ilegalidad, con la traición, con la mentira.
El secreto es una historia vivencial, y nace cuando es contado por primera vez por su protagonista. Una vez relatado, el secreto se cuenta reiteradamente, hasta que todos lo saben, cuando eso sucede pasa a un estado de "vox populi" y luego es "copucha". Las redes sociales se encargan de masificarlo, generando gran tráfico para las compañías telefónicas. Muchos ganan dinero con el secreto, es un negocio rentable para la TV y los medios de comunicación que lo pagan. Un secreto periodístico lleva al golpe noticioso, a las portadas, es legal, un periodista puede mantener en secreto su fuente protegido por ley. El secreto está en nuestra vida comercial, secreta es la clave del Redbanc, de la tarjeta de crédito, del portón, del auto, de la caja, etc. Vivimos con números secretos.
Los gobiernos guardan secretos de Estado, los militares guardan secretos militares y mantienen sus estrategias en secreto, las empresas guardan fórmulas e información secreta de sus clientes. Los inventos se inscriben con patentes industriales secretas, las sociedades y sectas secretas utilizan el secreto y ritos secretos para darse importancia y atraer nuevos socios. En el crimen organizado y en las policías es esencial la práctica del secreto.
También existen los secretos políticos, muchos honorables que nos gobiernan son expertos en administrar y negociar secretos y, por ende, difundirlos poniéndoles de su cosecha. Cuando los políticos se sacan los trapitos al sol usan los secretos y su ropa sucia se lava en todas partes. En el sistema público, cada cierto tiempo se destapa un secreto que puede ser noticia mundial o nacional, y cada vez que se destapa es malo para la sociedad, se pierde plata, se vulneran leyes, se investiga largamente, y rara vez se sanciona.
Te cuento un secreto si me prometes que no se lo contarás a nadie. ¿Quién se puede resistir de contar un secreto? Tu secreto me lo llevo a la tumba. Amigo, soy un libro abierto, no tengo secretos. Si adivinas mi secreto, me muero. No, por favor, no quiero saber tus secretos.
Raúl Ilharreguy, arquitecto