Admisión escolar en los colegios
Zanjado y en régimen ya el nuevo sistema de postulación, la tarea urgente tiene que ir por la calidad de la educación que se brinda en los establecimientos.
En su segundo año de implementación en la Región de Los Lagos, un 68 por ciento de los alumnos que postularon a la enseñanza preescolar, básica y media de los colegios municipales y particulares pagados de la provincia de Osorno, por medio del denominado Sistema de Admisión Escolar (SAE), quedó seleccionado en alguna de sus tres primeras opciones, de un máximo de 15 que tenían que identificar sus apoderados al momento de postular. Quienes no hayan quedado conformes con el establecimiento asignado por el órgano estatal, podrán participar en un segundo proceso de postulación que comenzará el próximo lunes, aunque esta vez con un espectro de colegios más reducido, pues sólo estarán disponibles aquellos que cuenten con cupos para la matrícula.
Como de la postulación realizada en 2017, el año de inicio, no hay cifras que muestren el porcentaje de alumnos seleccionados dentro de las primeras tres preferencias, es muy difícil todavía esbozar algún análisis sobre el éxito o fracaso del nuevo sistema de postulación que, como se recordará, fue ampliamente debatido y resistido cuando se gestó y aprobó durante el anterior gobierno. Sólo las familias partícipes del SAE en estos dos años estarían en condiciones, por ahora, de realizar un balance subjetivo, tanto aquellas que consiguieron matricular a sus hijos donde querían, como aquellas que vieron frustradas sus intenciones de llegar a un establecimiento determinado.
Con todo, es necesario advertir que la calidad de la educación preescolar, básica y media no se juega en los sistemas de postulación, sean de libre demanda o administrados por un algoritmo. La verdadera calidad de una unidad educativa se logra mediante una dirección comprometida con la innovación, con un cuerpo docente sólido en cuanto a conocimientos y dispuesto a un mejoramiento constante de las técnicas de enseñanza, y padres y apoderados que participen activamente en el proceso de formación valórica.
Hacia estos derroteros debe enfocarse ahora el trabajo por la educación que se brinda en los colegios, una tarea que parte desde la propia clase política.