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Alumnos de la provincia tuvieron un encuentro único con Gabriela Mistral

FIGURA. Con un vestuario muy similar al de la Premio Nobel de Literatura, la poetisa rancagüina busca dar a conocer la vida y el legado de la gran maestra que visitó Osorno hace 80 años.
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María Isabel Triviño

Cinco fueron los establecimientos educacionales de la provincia que se llenaron de literatura y magia esta semana.

Se trata de las escuelas de Puaucho, Claudio Arrau y de Entre Lagos, además del Colegio Proyección XXI y la Universidad de Los Lagos.

Todos estos recintos recibieron una singular visita que les permitió remontarse 80 años atrás, cuando la poetisa nacional y Premio Nobel de Literatura, Gabriela Mistral, visitó la ciudad de Osorno.

En esta ocasión fue la poetisa rancagüina Isabel Orellana la encargada de renovar el legado de la maestra nacida en Vicuña, en la Región de Coquimbo, quien llegó por estas tierras en el marco del II Encuentro Internacional de Muralismo, Canto y Poesía por los Derechos Humanos, en homenaje a Gabriela Mistral.

Promesa

¿Pero quién es esta escritora de la Región de O'Higgins que personifica a nuestra Premio Nobel?.

Sencilla y locuaz, Isabel se apura a aclarar que "lo mío es una promesa. Soy mistraliana desde siempre, desde que era niña y conocí la poesía de Gabriela".

Y, si bien lamenta que Mistral no esté en los programas de estudios "para conocerla bien", con el paso de los años siguió su obra, que la fue encantando cada vez más.

"Mi sueño era conocer Monte Grande e ir a su mausoleo y su museo".

Cumplió su sueño hace 25 años, ocasión en la que vió una de las frases célebres de la Premio Nobel: "El tiempo de los niños es hoy. Mañana es demasiado tarde".

Esa fue una señal para la escritora rancagüina, quien entiende a Mistral "más que como una poetisa, como una maestra para todos, no sólo de los niños".

Isabel se dio cuenta de que la gente no la conocía bien y, por ello, se abocó a esa singular tarea, "a la espera de que se le abrieran puertas para llevar su mensaje a todas partes".

Y recalca que, efectivamente, se le han abierto puertas en todo Chile, pero que es porque llega en nombre de Gabriela.

Cuenta que ha estado en Sename, en el Centro Penitenciario de Rancagua, en universidades y escuelas del país, recintos en los cuales niños, jóvenes y adultos le escribieron cartas a nuestra Premio Nobel, misivas que luego ella entrega en el Centro Mistraliano.

Sobre el contenido de estas cartas, Orellana comenta que "me agradecen que haya venido, que les encantan mis poemas, me hacen dibujos y, en síntesis, me abren su corazón", destacó, a la vez que destaca que este permite mantener vigente el legado de Gabriela.

Personificación

Isabel acota que la idea de personificarla tiene como fin que los estudiantes "la conozcan y me crean".

Con este fin, partió buscando fotos para ver su vestuario y hasta los zapatos, para asemejarse lo más posible.

"Esta ropa es la que más se parece e, incluso, los zapatos y la boina son los mismos que ella usaba", comenta.

Agrega que se produce un fenómeno con los niños. "Un silencio en las salas que es magia mistraliana", con niños que la escuchan pero también la contemplan absortos cuando ella habla, pero además participan, cantan, recitan.

Confidencia que los niños también le hacen regalos, como una tapa de lápiz que le dio una niña muy pobre que sólo tenía un lápiz, o pulseras que le hicieron pequeñas alumnas de las escuelas de Puaucho y de Entre Lagos.

E Isabel Orellana añade que uno de los temas en que pone énfasis es en los pueblos originarios, porque Gabriela Mistral era del pueblo diaguita "y, acá en esta provincia estamos en un territorio mapuche huilliche. Por eso, nos saludamos y conversamos en mapudungún", expresa.

Niños

Entre los pequeños participantes de uno de los encuentros estaban los alumnos del Colegio Proyección XXI. Dos de esas alumnas eran Fernanda Crot y Catalina Ojeda, ambas de 6° básico.

Fernanda expresa que "me pareció muy interesante y llamativo, porque ella estaba muy metida en su papel. Lo que más me llamó la atención fue que Gabriela no haya querido tener hijos, porque prefería ser la madre de todos los niños. Fue una reunión muy entretenida y emocionante", cuenta la alumna.

Su compañera agrega que "ella sabía mucho de la vida de Gabriela Mistral y en verdad se parecía harto. Además, trajo implementos que le ayudaban a contar su historia. Lo que más me gustó que venía con un vestuario y hasta una boina que se parecía mucho y nos enseñó algunas palabras en mapuche", indica Catalina.

En tanto, la directora del colegio, María Angélica Stiven, destacó que "todo el mundo la veía y era Gabriela. Dialogó con los niños y se los ganó, y pudieron responder y preguntar. Fue un encuentro muy interesante porque los alumnos estaban muy atentos", relata María Angélica.

"Esta ropa es la que más se parece e, incluso, los zapatos y la boina son los mismos que ella usaba "

Isabel Orellana"

años lleva Isabel Orellana abocada a la tarea de dar a conocer el legado de nuestra Premio io Nobel. 25

establecimientos educacionales de la provincia recibieron la "visita" de la Gabriela Mistral. 5