Erwin Schnaidt
S u felicidad era evidente. El rostro de Kristine MacDivitt Tompkins se iluminaba y no por el radiante sol que entibiaba el Valle Chacabuco, en la Región de Aysén. La apertura del Centro de Visitantes y Museo en el Parque Patagonia se hacía realidad, después de un largo trabajo de diez años de planificación, desarrollo y ejecución.
Con la apertura de esas instalaciones, se cumple una iniciativa de su marido, el empresario ambientalista Douglas Tompkins, quien soñaba con ofrecer un lugar que pudiera mostrar las condiciones locales en un contexto de crisis ecológica global, en el que también se invita a sus visitantes a llevar una vida de activismo y de protección de la biodiversidad.
"Este centro de visitantes hoy se ha convertido en realidad, gracias a las personas y fundaciones que apoyaron esta iniciativa. Con este museo, queremos generar una cultura de conservación, invitando a los visitantes a inspirarse con la belleza del parque y acercarse al gran patrimonio natural y cultural de la Patagonia", relata Kristine en el folleto con el que fueron recibidos los asistentes a esa ceremonia, realizada en el mismo parque donde descansan los restos de Douglas Tompkins, quien perdió la vida en diciembre de 2015, tras volcar el kayak en el que navegaba el lago General Carrera.
"Esto representa un trabajo feroz de los últimos casi diez años, en el contexto del por qué los parques nacionales son necesarios, nuestro rol en la civilización y el estado de las cosas hoy en día. Este es un regalo a la comunidad chilena, así como para los que vienen de afuera. Espero que estimule análisis entre ellos, sobre qué podemos hacer como una gran comunidad, para mejorar la vida de todos", afirmó.
A su parecer, ese tipo de reflexiones son cada vez más necesarias, las que permiten generar cuestionamientos e inspirarse a adoptar mejores prácticas, que impacten positivamente en el ambiente y de forma específica en los parques nacionales.
"Hace falta esa conversación entre todos nosotros, para definir nuestros roles, como dije antes, en cuanto a mantener la belleza natural y el cariño por el planeta", agregó.
Red de parques
El 29 de enero de este año, la propia Kristine formalizó la entrega al Estado de 400 mil hectáreas de terrenos pertenecientes a Tompkins Conservation en la Patagonia, lo que permitió dar comienzo a un proceso para conformar una nueva red de parques nacionales.
Con esa donación, fue posible crear tres parques, como el Pumalín, el Patagonia y el Melimoyu; así como ampliar los ya existentes Hornopirén, Corcovado e Isla Magdalena.
Sobre ese proceso, la presidenta de esa organización admitió que están a la espera del decreto de la Contraloría General de la República.
"Es lo único que falta. El resto está listo. Estamos conversando con Conaf para el traspaso de todo esto, que esperamos sea el 30 de abril de 2019", especificó.
A su juicio, el país tiene la posibilidad de llegar a tener una red de parques nacionales "que están en el top mundial". Pero, agregó que "esto es un proceso para desarrollarlo y llegar ahí". Respecto del impacto socioeconómico que tienen los parques nacionales, Kristine Tompkins remarcó que "son un motor extraordinario para la economía interna. Casi en todos los países, son un motor clave para el turismo". Sin embargo, advirtió que "no se puede separar el crecimiento económico de la conservación. Es imposible".