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La travesía náutica que forjará los nexos culturales entre las islas de Chiloé y Rapa Nui

REGIÓN. Pascuense viajará a fin de año desde Quellón hasta el "ombligo" del mundo tal como lo hicieron sus antepasados, guiándose por las estrellas y otras técnicas milenarias de los antiguos viajeros que recorrían el océano Pacífico.
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Eduardo Burgos

Una ambiciosa travesía se construye en los astilleros de Quellón, hasta donde un visionario habitante de Rapa Nui encargó la construcción de una embarcación a la usanza de las que antiguamente navegaban los polinésicos que llegaron hasta el "ombligo" del mundo, pasando incluso, según teorías, por Chiloé.

Es el sueño de Lynn Rapu Tuki, originario de Rapa Nui y quien ha dedicado su vida al rescate de las tradiciones de la isla ubicada a 3 mil kilómetros de las costas chilenas.

Fundación Ao Tupuna, liderada por Lynn, es la que se encuentra desarrollando el proyecto "Vaka Chiloe". El objetivo del proyecto es rescatar la tradición de la navegación ancestral, crear lazos culturales, adquirir más experiencia e impartir clases en una academia dentro de la embarcación.

"Estoy muy contento porque desde el año 85 que estamos con este sueño, que ahora es una visión y misión", relata Lynn, reconociendo que "la idea no es solamente construir, sino el reencuentro de nuestros ancestros, porque los nuestros pasaron por ahí, por Chiloé, por isla Mocha y por Sudamérica haciendo intercambio con los pueblos originarios".

En este punto de esa historia de los antiguos polinésicos que poblaron Rapa Nui, Rapu Tuki se detiene a reflexionar que uno de los objetivos es que se masifique el conocimiento, sobre todo entre las nuevas generaciones, sobre la tradición navegante de sus antepasados.

"Cuando llegue esa embarcación a Rapa Nui, hay que imaginarse cómo será, porque representa la navegación ancestral, después de 200 años que no navegamos", advierte el isleño, trayendo a colación varias similitudes entre su pueblo y el chilote, entre ellos la condición de isla y otros más pintorescos, como el curanto, que también existe en su cultura, pero con algunas diferencias en cuanto a ingredientes.

Curanto

"Nosotros siempre hemos tenido curanto, entonces, ¿hay alguna idea de cómo fue creado allá?", recalca Lynn, detallando que a fines de este mes se inaugurará el catamarán que unirá nuevamente ambas culturas y la celebración será precisamente con esta preparación culinaria ancestral.

Es que este rapanui lleva más de un cuarto de siglo rescatando su cultura y sabe de lo que habla, de hecho, es el director de un ballet de danzas tradicionales que ya cumplió 23 años y es el más reconocido de su isla. Esta misma agrupación viajará al sur de Chiloé a la inauguración de la embarcación, al igual que autoridades rapanui y personas ligadas a la cultura de la polinesia chilena.

Justamente es el ballet de Lynn Rapu Tuki, el que da la conexión con Chiloé, a través de Nelson Henríquez, un "conti" que pasó varios años en la isla y que luego emigró a Chiloé, donde actualmente es propietario del Parque Pudú, al norte de Quellón.

"Yo así llegué a Quellón, a visitarlo, porque estaba en la búsqueda de madera para la construcción del catamarán y yo ya sabía todo este tema de la isla Mocha, que se encontraron vestigios polinésicos en las gallinas, el pollo, y desde que era chico los tíos me contaban que los ancestros habían ido a Chile, a Sudamérica, ida y vuelta, y por eso nosotros estamos recreando eso de nuevo", enfatiza.

La forma y materiales usados en el catamarán, dice el propulsor de la iniciativa, son como los que usaban los antiguos polinésicos, con algunos cambios y adaptaciones. No es de totora, advierte Lynn, quien es crítico de esta creencia sobre las embarcaciones de sus antepasados.

"Nunca se viajó con totora, siempre nuestros ancestros viajaron con embarcación de madera y lo de la totora lo inventó un español; nosotros no usamos balsa, sino catamarán polinésico y, en este caso, uno de estilo rapanui para navegar", recalca.

La travesía partirá del Hito Cero en Quellón, navegará hasta Valdivia, Constitución y Valparaíso, desde donde emprenderán rumbo al oeste, a la tierra de los moais.

Embajador

Sobre el papel de Nelson Henríquez, Lynn sostiene que "él es ahora como el embajador de Rapa Nui en Quellón, él es muy buen amigo y está colaborando en este intercambio entre islas".

Henríquez recalca de entrada que "yo soy el representante legal y cultural de los rapanui en Chiloé, podríamos decir que soy el relacionador público, quien se ha dedicado a corregir detalles en la embarcación y represento a Lynn en todas esas áreas".

"Yo conocía el sueño de Lynn y lo invité a que venga a conocer Chiloé, no tanto por la embarcación, sino para conocer el lugar y, sobre todo, a la gente, que es muy similar a la de Rapa Nui por la ayuda que se presta", relata Henríquez.

Suma que "después de 7 años llegó Lynn, que ya estaba en lo de comprar la madera para el catamarán y lo iba a hacer en Pucón, así que yo le dije que se encontraría con ciprés verde y el de acá (Chiloé) es liviano, súper bueno y le dije que la embarcación tenía que hacerla acá, porque hay muy buenos carpinteros de ribera".

De eso hace cerca de 2 años, en que se dedicaron a buscar a las personas para realizar este trabajo, la compra de los materiales y planificar la travesía. "A fin de mes se inaugura con el ballet cultural Cari Cari y un curanto", comenta.

Nelson adelantó que una parte muy importante del proyecto es hacer una escuela de navegación en Rapa Nui, pero antes de eso, en Chiloé Lynn y su gente recorrerá distintos colegios haciendo muestras de su cultura y arte.

"El principal objetivo de ellos es volver a navegar por la Polinesia, de lo que hay indicios también que esos navegantes llegaron a la isla Mocha, así que está rescatando un poco lo que es la cultura ancestral, el Ao Tupuna, que es la cultura ancestral y eso lo hace a través de la fundación que tiene Lynn Rapu Tuki".

De la travesía, la fuente detalla que durará cerca de 60 días, desde Chiloé a su destino, realizándose a vela y guiados por las estrellas, las corrientes y la luna, aunque igual contarán con instrumentos de emergencia y apoyo tecnológico.

Para el alcalde de Quellón, Cristian Ojeda, este proyecto es muy importante para su comuna, admitiendo que "es sumamente importante apoyar este sueño de muchas familias que son de Rapa Nui y que han perdido el tema de la navegación muchos años y siempre han tenido este sueño de la embarcación ancestral que es como la que llegaron sus ancestros a la isla, su primera línea".

Resalta el geógrafo que "esto ha hecho acercarse nuestras culturas, nuestros pueblos originarios y nuestro folclor y por eso también fui a la isla, a conocer este sueño, esta fundación y esta travesía", detallando que a la inauguración de la embarcación vendría el concejo municipal de Rapa Nui, la gobernadora y algunos parlamentarios, ministros y directores nacionales, sumando cerca de 60 personas la delegación. "Incluso viene el cura párroco de allá a bendecirla", apunta.

Cultura

Por parte de la cultura chilota, estará la maestra de paz, Domitila Cuyul. "Para ellos es muy importante hacer lazos de hermandad con el pueblo huilliche", apunta Ojeda.

En el plano técnico de la embarcación, Juan Triviño, el carpintero de ribera a cargo del trabajo, comenta que "a mí me buscaron del Astilleros De Ambrosio, que hizo las dos plantillas, que son las principales y otros detalles, me lo presentó y me dijeron que de ahí tenía que partir, colocando algunas ideas también yo y ahí está, y lo único que yo no he hecho es el enfibrado".

Ese trabajo demoró cerca de un mes y medio. "Nunca se había hecho un catamarán en Quellón y ese modelo lo trajeron con una especie de bosquejo donde se han realizado algunas modificaciones y entre las características está el doble casco, con pulmones laterales y que se va a navegar a la vela, tal como también lo hacías nuestros ancestros chilotes".

De los materiales se ocupó solo ciprés y algo de ciruelillo, más clavos de cobre.

Otro que trabajó es Juan Millachini, encargado del calafateo, en que reconoce que se emplearon cerca de 200 madejas (de 100 metros cada una) de pita de perlón. Subrayó Millachini que "las diferencias son que esta embarcación tiene dos cascos y, a la vez, es un trabajo más fino", entre otras características.

"La idea no es solamente construir, sino el reencuentro de nuestros ancestros, porque los nuestros pasaron por ahí, por Chiloé"

Lynn Rapu Tuki, Navegante rapanui"

"Nunca se había hecho un catamarán en Quellón y ese modelo lo trajeron con una especie de bosquejo donde se han realizado algunas modificaciones"

Juan Triviño, Constructor"