Expresión típica en dicción rústica de su versión mínima para un problema mayúsculo de nuestra actual máxima nacional que en su traducción significa: "Nada sacas con decir esto o lo otro de fulano o aquello, pues están todos democráticamente de acuerdo. Mejor hacerse los lesos, evitar problemas y echarle para adelante"...
Y aquí estamos: ¿Y qué sacái? Tocar el timbre (el enfermo) en hospitales y clínicas, nadie viene porque están hablando por teléfono…¿Y qué sacái? Según la justicia, los causantes del incendio donde un matrimonio fue quemado vivo, no son terroristas, sino delincuentes comunes... ¿Y qué sacái? Los estudiantes que agreden a Carabineros y lanzan molotov contra sus propios profesores y compañeros, protegidos por la mayoría parlamentaria tienen más derechos que las víctimas…
En fin, no es por pelar, pero parece que la renovada democracia terminó por convertirnos en un país de hablar bajito, a media lengüita y muertitos de miedo. ¿Libertad de expresión? Para qué estamos con cuentos, hoy no se le puede decir roto al mal educado, drogadicto al que aspira coca ni delincuente al ladrón, sin que nos caiga encima todo el peso de la ley antidiscriminación...
Aquí entre nos: conformarse con enviar emails y WhatsApps pelando al gobierno de turno y los "qué sacái" de siempre no es propio de un pueblo soberbio, gallardo y belicoso…
Ejemplo: Si usted entra a un local y la persona que está ahí para atender no lo atiende ¿qué hace?
A: ¿Toma una foto al trabajador (tomando café, "guasapeando", etcétera.) y se la envía a su grupo de amigos para que compartan?
B: ¿Publica un meme en Facebook o Instagram?
C: ¿Twitea un comentario quejumbroso?
D: ¿Publica hashtag "acasonadieatiendeaqui"?
E: ¿O un hashtag "estoychatodeestepaís"?
F: ¿Va donde la persona en cuestión para, educada y firmemente recordarle el deber de su trabajo?
Este si que es pelambre: somos tan bravos a la hora de criticar a través de las redes sociales, tan activos a la hora de patalear aglomerados en manifestaciones masivas, pero a la hora de enfrentar al prójimo… "Se nos achingan los meaos"… Al final, a la hora de los "quiubo", nuestra idiosincrasia no sale del y "qué sacái...".
Vivian Arend