José Rodríguez Elizondo: "Ningún fallo complacerá a Bolivia en su objetivo final"
OPINIÓN. El experto dice que Morales depende de este tipo de controversias para aumentar sus opciones electorales.
Independientemente de cuál sea el fallo que emita hoy la Corte Internacional de Justicia de La Haya sobre la demanda marítima boliviana, el abogado y diplomático, José Rodríguez Elizondo, anticipa que continuará la batalla mediática entre los Gobiernos de Chile y Bolivia.
Para el abogado experto en las relaciones de Chile con sus vecinos, el Presidente boliviano Evo Morales "depende de ese tipo de ruidos para aumentar sus opciones re-re-re electorales".
"Espero que el Presidente Piñera desarrolle su idea de que Chile debe defenderse no sólo con la fuerza del derecho, sino con toda la fuerza de la historia. Es la mejor manera para entender que, en diplomacia, la tradición legalista no impide los virajes que aconseje la realidad", manifestó Rodríguez Elizondo en entrevista con la agencia dpa.
Al ser consultado sobre lo máximo que podría ganar Bolivia con un fallo favorable en La Haya, el autor de los libros "De Charaña a La Haya" (2009) y "Todo sobre Bolivia" (2016), sostiene que "en rigor, ningún fallo podría complacer a Bolivia en su objetivo final, que es adquirir territorio chileno con litoral. Pero, con esta gestión podría instalarse, en otros países, la idea de que su aspiración marítima hoy es un derecho no escrito. Un derecho que se funda en la justicia y que debilita un tratado internacional".
"Si los jueces están dispuestos a aceptar algo así, ese es el dilema. En estricto derecho, la corte ya actuó contra la letra y el espíritu de la Carta de la ONU por el solo hecho de acoger la demanda a tramitación. Haciéndolo, interfirió en la soberanía de un país miembro de la organización mundial, desprotegió un tratado de fronteras y creó, en definitiva, una situación peligrosa para la paz y seguridad internacionales", añadió.
Rodríguez Elizondo, considera que una victoria boliviana, es decir, que La Haya obligue a Chile a sentarse a negociar una salida soberana al Océano Pacífico, tendría también otro efecto: "Nos introduciría en ese típico debate chilensis, sobre cuál gobierno nuestro tuvo la culpa".
"Nos enfrascaríamos en un debate inconducente, en términos de interés nacional y el actual presidente resultaría tan culpable o tan inocente como sus predecesores. Lo peor es que de ese modo seguiríamos soslayando el problema de fondo", alertó el experto.
En sus palabras, el problema de fondo es "ignorar lo que sabía ese tremendo diplomático que fue Talleyrand: 'aún el derecho más legítimo puede ser discutible'".