De acuerdo con investigaciones internacionales, el aluminio y el glifosato constituyen la dupla tóxica perfecta que está relacionada directamente con la aparición del autismo, el desarrollo del cáncer de mama y la enfermedad de Alzheimer. El glifosato es un ingrediente activo presente en la mayoría de los herbicidas usados en la eliminación de hierbas en la preparación de suelos. El problema es que este ingrediente tóxico ingresa a nuestros organismos a través de los productos alimenticios rociados con herbicidas -o que son absorbidos por éstos desde el suelo- y que llegan a nuestras mesas para ser consumidos.
Se ha demostrado que el glifosato -llamado también Roundup- tiene un efecto adverso en la salud humana, por su calidad de disruptor endocrino. Algo similar ha señalado el Dr. Andrei Tchernitchin con lo sucedido en las ciudades de Quintero y Puchuncaví debido a la alta contaminación por químicos, una de cuyas consecuencias podría ser la aparición de numerosos casos de cáncer y malformaciones. Y para qué decir que la ciudad de Osorno tampoco está libre de peligro, debido a la alta contaminación del aire.
Un estudio de la Dra. Stephanie Seneff, del Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT), demostró que la "toxicidad sistemática a la que estamos expuestos" a causa de las pésimas prácticas ambientales de grandes empresas químicas, "traerá graves repercusiones en la salud a nivel mundial".
Y en el caso de los niños, éstas podrían ser catastróficas. De acuerdo con la Dra. Seneff, el aluminio y el glifosato se caracterizan por sinergizarse de manera muy tóxica, promoviendo el autismo, y predice que para el año 2025, la mitad de todos los niños que nazcan, podrían ser diagnosticados con alguna forma de autismo.
Entonces, si muy pronto no se produce un cambio radical en la actitud de nuestras autoridades de Gobierno y en las políticas preventivas de Estado, el futuro que nos espera no será muy auspicioso.
Si hubiera que listar enfermedades relacionadas con el consumo de alimentos contaminados con productos químicos -vistos como los causantes de muchos males que asolan el planeta-, en dicho listado habría que incluir, a lo menos, las siguientes: autismo, asma, infertilidad, daños reproductivos, daños en el desarrollo del cerebro infantil, malformaciones genéticas, diversas formas de cáncer -ya sea infantil o de adultos-, enfermedad de Alzheimer y varias otras más.
Franco Lotito C.,
académico e investigador