Estudio revela mala calidad en el transporte rural de Puyehue
MOVILIDAD. Los datos preliminares de la investigación Fondecyt de la ULagos, busca retratar la experiencia del viaje, para lo cual indaga recorridos, costumbres y motivaciones de usuarios.
Un viernes por la tarde, Elvia Huaitro (51 años) caminó una hora y 15 minutos hasta que casualmente un vecino que conducía su vehículo por la ruta se ofreció a llevarla desde el apartado sector Las Parras hasta la Villa de Entre Lagos.
"Antes era peor, íbamos en carreta o a caballo; si era a pie, teníamos que buscar lugares para pisar porque había mucho barro. Salíamos a las 3.30 de la madrugada, pero hace dos años todo cambió porque conseguimos que aplicaran ripio el camino", describió Elvia, quien vive en Las Parras junto a su esposo David Fuentes, su hija y nieta.
La vecina es una de las 20 personas que participan en el estudio "La movilidad en su ambiente. Etnografía de la experiencia de los conmutantes de las ciudades de Osorno y Puerto Montt", proyecto Fondecyt de iniciación (Número 11171028) y en ejecución desde enero de 2018 a 2020, cuya investigación lidera la antropóloga del Centro de Estudios del Desarrollo Regional y Políticas Públicas (Ceder) de la Universidad de Los Lagos (ULagos), Alejandra Lazo.
La idea es investigar "la experiencia de la movilidad, ver cómo las personas se desplazan desde su lugar de origen a su destino. Quienes viven en estas localidades dependen de ciudades más grandes, donde Osorno y Puerto Montt son urbes 'atractoras', porque concentran los servicios y la educación, o sea, la gente está obligada a moverse para satisfacer esas necesidades. Entonces, queremos ver la experiencia de este desplazamiento pensando que son localidades rurales con movilidad precaria", explicó la antropóloga, quien desarrolló una investigación similar en Chiloé y está por iniciar otro estudio en la misma isla que relaciona movilidad, accesibilidad y salud.
Seguimiento
Ahora, el estudio en Puyehue forma parte de la primera etapa de la investigación a realizar también en puntos como Río Bueno, La Unión, Puerto Varas y Calbuco, además de otras ciudades y pueblos interiores.
Desde mayo a agosto último, un equipo integrado por dos sociólogos y el antropólogo Giacomo Bavestrello, recorrió trayectos entre Osorno y el noreste de Puyehue.
Los investigadores abordaron microbuses, caminaron por senderos y localidades rurales y fotografiaron la zona. Así lograron contactar a 11 mujeres y 9 hombres, cuyas edades van desde los 19 a 77 años. Con frecuencia, los entrevistados se movilizan desde y hacia lugares como Lago Ranco, Trafún, Mantilhue, San Juan de La Costa, Porvenir, Ñadi, Las Parras y El Encanto.
Son pequeños agricultores, trabajadores agrícolas, dueñas de casa, estudiantes, dirigentes sociales y artesanos. En su mayoría recurren a minibuses o caminan durante horas hasta su destino. Planifican sus viajes y en promedio se desplazan dos o tres veces por mes a Osorno para comprar víveres, realizar trámites o buscar recreación.
"He visto desde otra arista a las comunidades huilliches, es una experiencia reveladora de los esfuerzos monetarios, físicos y sicológicos que realizan las personas", comentó Bavestrello.
Detalló que existen lugares como Corral del Sur, cerca de la Ruta 215, que no cuentan con transporte público, "lo que obliga a las personas a caminar o pagar un flete de $3 mil; en otros casos, como los que van desde Las Termas de Puyehue al valle del Gol Gol, cancelan $14 mil por flete", detalló.
Planificación
Cada mes, el prevencionista de riesgos Jorge Rauque (39 años) viaja desde Santa Elvira hasta la capital provincial para realizar trámites, "dependiendo del estado de la ruta, llegamos en una hora y media a Osorno", indicó.
Se trata de un trayecto que antes "demoraba mucho más, porque no estaba totalmente asfaltado y había más flujo de gente", señaló, haciendo alusión al paulatino éxodo de los lugareños que parten buscando una mejor calidad de vida.
Y si bien el sector cuenta con recorridos de minibuses, la ruta sólo es reacondicionada cada dos meses. A ello se suman las nevazones de 10 a 30 pulgadas de espesor, "entonces, el minibús no llega", dice.
Situación similar vive Elvia Huaitro, en Radales, cuya familia cuenta con un vehículo propio que quedó en panne el día en que viajó a Entre Lagos, "por eso caminé hasta el cruce", señaló.
Aporte
Una historia que se suma a otras que bien podrían cambiar con nuevas políticas basadas en estudios sobre movilidad, como el que dirige Alejandra Lazo.
"Este es un trabajo exploratorio que se diferencia de iniciativas como el Transantiago, el cual se basó en cuestiones de flujo, origen y destino, pero no se centró en cuál era la experiencia de las personas en su movilidad, imponiendo después un gran cambio en sus rutinas", indicó la antropóloga.
Precisó que el aporte del estudio es analizar lo que significa desplazarse, "porque la gente socializa, duerme, estudia y ve una película mientras viaja, por lo tanto, hay que pensar en cómo es esa experiencia de viaje y también ya no desde la mirada de las grandes urbes, sino desde ciudades pequeñas o intermedias".
"Queremos ver la experiencia de este desplazamiento pensando que son localidades rurales con movilidad precaria".
Alejandra Lazo, Antropóloga Ceder ULagos"
de viaje puede demorar una persona desplazándose desde un sector rural en Puyehue hasta Osorno. 5 horas
de distancia recorren algunos lugareños, con trayectos a pie y otros en bicicleta, automóvil y minibús. 90 km.