"Todo lo que enfrenta la Iglesia podemos vivirlo como una oportunidad de superación"
Jorge Concha, administrador
apostólico de Osorno
"Esta movilización no es algo a lo que nosotros queríamos llegar, pero se debe a la negativa por parte del Gobierno"
Carlos Hurtado, presidente del
Colegio de Profesores de Osorno
Molestia y mucho desagrado se podía constatar ayer en las puertas de cada centro de salud familiar de Osorno por el nuevo paro -el tercero en agosto- que emprende la Asociación de Funcionarios Municipalizados de la Salud, y que significó el cierre de cinco centros de la provincia durante dos días.
Un considerable aumento han registrado las violaciones en lo que va corrido de este año en la provincia de Osorno respecto de igual período del año pasado. La estadística, entregada por fuentes de la Policía de Investigaciones (PDI), motivaron a los dirigentes vecinales a solicitar más protección a las autoridades.
Catorce personas se vieron involucradas directa e indirectamente con una ola de robos que realizó una bien montada banda de delincuentes, que afectó a residencias particulares, establecimientos escolares y de asistencia pública. La Comisión Especial de Carabineros logró desbaratar al grupo que robó desde leche hasta licores.
En los tres capítulos de los Diálogos del Nuevo Aire que organizó este año El Austral de Osorno -como un aporte al necesario debate sobre la contaminación atmosférica que azota a Osorno por las emisiones de partículas del mal uso de la leña-, uno de los elementos transversales abordados por los participantes, en particular por los dirigentes sociales y vecinales, versó sobre el programa de aislación térmica que está inmerso en el Plan de Descontaminación Atmosférica (PDA) de la ciudad. Según su testimonio, recogido de los beneficiarios de los subsidios que permiten revestir la vivienda y así evitar la fuga de calor, existe una creciente inquietud por la oportunidad y calidad de la ejecución de los trabajos por parte de las empresas contratadas. Primero, producto de cierto retraso debido a la carencia de materiales; y segundo -que es lo más llamativo-, por la falta de fiscalización durante la realización del aislamiento térmico.
En sencillo, beneficiarios y dirigentes vecinales temen que la calidad de las obras de revestimiento no se ajusten a lo que realmente necesita la vivienda. Al ser un trabajo de alta especialización y del cual el jefe de hogar seguramente tiene muy poco conocimiento (salvo contadas excepciones), existen muy escasas probabilidades de una adecuada supervisión por parte del propio favorecido. Al final, el dueño de casa se remite a recibir al contratista y, al final de las faenas, firmar conforme el detalle de lo realizado sin siquiera saber qué es lo que se hizo en sus muros y techo. Casi un acto de fe que no exige pruebas ni testimonios.
En rigor, esta tarea de fiscalización debería corresponder al Servicio de Vivienda y Urbanismo (Serviu), ente a cargo del programa de aislación térmica y que asigna los fondos estatales (no olvidar esto) para su ejecución. Pero como sucede en tantas otras esferas de la acción gubernamental, la repartición, tal como lo admitió el propio seremi de Vivienda en estas páginas, cuenta con un equipo de apenas dos o tres funcionarios en Osorno, muy poco para la magnitud del programa en ejecución, tanto en recursos como objetivos.
Ya que se ha anunciado que el PDA entrará en una etapa de revisión, se hace muy necesario que ella incluya la necesidad de reforzar el mecanismo de fiscalización de los subsidios y la dotación de funcionarios, a fin de garantizar la correcta implementación del revestimiento térmico.
La Universidad de Los Lagos, en sus 25 años de trayectoria, ha transitado por diversos contextos. Ha disfrutado de logros importantes como también ha sabido sobreponerse a situaciones complejas. Hoy, a sus 25 años, se encuentra más presente que nunca en la comunidad regional, entregando una formación de calidad a sus estudiantes, una investigación pertinente a las temáticas regionales y consolidando áreas de investigación y transferencia tecnológica.
La Universidad de la Región de Los Lagos se encuentra acreditada cuatro años en gestión institucional, docencia de pregrado y vinculación con el medio; su matrícula bordea los 9.800 estudiantes; cuenta con dos campus y dos sedes; y el 84% de sus académicos de planta y contrata cuentan con postgrado; y proyecta para los próximos años inversiones sobre los 13 mil millones en infraestructura para los campus Osorno, Puerto Montt y sede Chiloé.
Como universidad estatal y regional no está ajena a los escenarios nacionales que han afectado a las instituciones de educación superior. Es por ello que se compromete a participar activamente en la operacionalización de las nuevas leyes que regulan y proyectan al sistema de educación superior chileno, en tal sentido, se modernizarán los estatutos de la universidad, generando nuevas estructuras académicas para sostener el nuevo plan estratégico que nos proyectará al 2030.
En esta visión de futuro, pero también a corto y mediano plazo, esperamos fortalecer nuestra formación de pregrado y postgrado; consolidar un desarrollo sostenido de la producción científica en pertinencia con las demandas regionales; y comprometer avances mayores en la construcción de una cultura de la calidad en todos los niveles y funciones de la universidad.
Además, esperamos mantener un desempeño financiero satisfactorio, a fin de consolidar el proyecto de universidad estatal regional; y continuar fortaleciendo nuestras relaciones con el entorno socioproductivo en una perspectiva de aprendizaje y cooperación mutua.
Óscar Garrido Álvarez, rector
de la Universidad de Los Lagos