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ENTREVISTA. Lía Miranda, cantante osornina sobre por qué publicó un video en YouTube:

"A la gente lo que le atrae no es sólo la canción sino también la imagen"

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María Isabel Triviño

Su primer video en YouTube publicó hace algunos días la cantante osornina Lía Miranda Cáceres de tan sólo 18 años.

La alumna de 4° medio del Colegio San Mateo explica que se trata de un cover de "I don't wanna be you anymore" de la artista estadounidense Billie Eilish.

Anteriormente, para que la gente la pudiera escuchar, había subido otras canciones a la misma red, cuyo audio grababa su hermano Pablo y luego colocaba una foto de la osornina.

"Pero a la gente lo que les atrae no es sólo la canción sino también la imagen, y eso faltaba para que me pudieran conocer y saber quién estaba cantando", comenta.

Eso cambió en estas vacaciones de invierno pues, gracias a unos contratos realizados por su hermano, viajó a Santiago para grabar el video que fue dirigido por el colombiano Andrés Ordóñez, quien vino a hacer un perfeccionamiento en cine acá en Chile.

Lo filmaron en el Parque Bicentenario de Vitacura y en algunos barrios de Santiago. Luego, el 21 de julio lo publicaron en YouTube, con el fin de darse a conocer y generar más contactos.

Carrera

La pasión de Lía por la música comenzó hace ya una década. La menor de tres hermanos relata que creció en una familia cuyos padres mantenían la casa con música todo el día.

"Pero dicen que nunca imaginaron que tendrían una hija a la que iban a tener que acompañar a los eventos, porque cuando partí era muy chica. Para ellos, que ya no iban a pubs, fue como un rejuvenecer", destaca.

Agrega que su hermano graba las canciones y las edita, mientras que a su hermana "también le gusta cantar y en el colegio participaba en el coro".

Lía cuenta que era muy tímida y, por eso, su mamá la metió en el coro de la Iglesia Luterana cuando tenía ocho años. "Ahí estuve unos dos años y me gustó mucho cantar. El profesor me dijo que yo tenía la voz pero que él no me podía ayudar más. Obviamente, luego vendría el cambio de voz y tuve que ir formándome por mi cuenta".

A los 14, vendrían sus presentaciones en los desfiles de la peluquera Marcela Escalona, los que se realizaban en el Pub Mitoss, al que ella por edad no podía ingresar.

Hoy, lo que más le gusta es cantar estilos como el jazz o música para ambientar cenas o matrimonios. Además, lleva un par de años participando en la Feria de La cerveza y en el Evento Jazz & Wine, ambos en el verano de San Juan de La Costa.

Y entre risas cuenta que "es como tener una doble vida porque a veces tenía que ir a cantar a un pub y al día siguiente dar una prueba. Era agotador, pero es un cansancio que da gusto".

Ahondando en este punto, agregó que "al estar en el escenario saco una personalidad que no tengo cuando hablo con cualquier persona. Y, cuando uno se baja, siente que trabajó meses ensayando para cantar media hora. Hay varios artistas que ahí caen en un bajón y tienen que volver a llenarse con otro espectáculo para volver a dar lo máximo de sí mismos".

Formación

Enfatiza que no ha sido fácil, pues ha debido formarse sola y recién acaba de terminar su primer semestre de canto lírico, en el conservatorio de Ana María García.

Sabe que existen otras instancias de perfeccionamiento pero, lamentablemente, debe coordinar sus tiempos de colegio y preuniversitario .

"Intenté este año, pero no tenía tiempo... a veces uno termina a las 18:30 horas y a esa hora está finalizando la clase del Centro Cultural".

Pese a su corta edad, esta joven con muy buenos resultados académicos, que canta en las misas de su colegio, tiene las cosas claras. Planea continuar ligada a la música, pero a la vez quiere estudiar Gastronomía.

"Mi primera opción era estudiar algo artístico, como Licenciatura en Artes porque también me gusta la pintura. En ese caso hubiera tenido que ir a perfeccionarme fuera del país, pero no es lo que yo quiero", explica.

En ese contexto, piensa dejar la música como un trabajo, y también como un hobby. "En mi casa cuando me siento un poco encerrada, quiero descargarme y relajarme me refugio en la música. Y eso no lo quiero perder", acota.

"Al estar en el escenario saco mucha personalidad que no tengo cuando hablo con alguien. Y, cuando uno se baja, siente que trabajó meses ensayando para cantar media hora" "Es como tener una doble vida porque a veces tenía que ir a cantar a un pub y al día siguiente dar una prueba. Era agotador, pero es un cansancio que da gusto""