Stephanie Ríos/Agencias
La revolución sandinista, liderada por el Presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, cumplió ayer su aniversario número 39 en medio de una ola de protestas reprimidas con violencia por parte del Gobierno, las que han dejado cerca de 300 muertos en los últimos tres meses. Los enfrentamientos le han supuesto al también ex guerrillero comparaciones con la tiranía de la familia Somoza, el último dictador del país, a quien el mismo Ortega ayudó a derrocar en 1979.
El actual Mandatario, que regresó al poder en 2007 después de tres derrotas electorales consecutivas, enfrenta hoy una profunda crisis política en el país, la cual detonó el pasado 18 de abril luego de una fallida reforma al seguro social que, tras la muerte de manifestantes, derivó en la demanda de su salida anticipada del poder.
Entre las demandas, los opositores reclaman por el control estatal de los medios de comunicación, las sospechas de fraude electoral, la manipulación de la justicia, la corrupción y la intención de Ortega de querer instaurar una "dictadura familiar" de la mano de su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo.
Crisis y violencia
El rechazo a la gestión del Presidente Ortega se ha manifestado en las calles de Nicaragua los últimos meses con grandes concentraciones de gente, marchas, bloqueos viales y una gran presión política interna e internacional con resoluciones como la última adoptada esta semana por la Organización de Estados Americanos (OEA), organismo que condenó al Estado por las muertes de los manifestantes, pidió el desarme de los grupos paramilitares afines al Gobierno e instó a buscar una salida pacífica al conflicto.
A inicios de este mes, Ortega ordenó una ofensiva para "liberar a las ciudades" de los bloqueos que llegaron a cubrir más del 50% de las vías en el país, la mayoría importantes para el tráfico internacional y el traslado de la producción local. "Vamos avanzando en la liberación de nuestro territorio. Estamos asumiendo como Gobierno la reconstrucción de la paz que nos quisieron arrebatar", afirmó la primera dama.
"Nunca pensé ver a Daniel (Ortega) convertido en un dictador, menos en un criminal que quiere quedarse en el poder a sangre y fuego", dijo a la agencia AP el analista político Julio López Campos, un antiguo guerrillero que fue muy cercano al Presidente de Nicaragua.
Opciones de ee.uu.
Estados Unidos analiza "todas las opciones" en la búsqueda de una solución a la crisis en Nicaragua. Todd Robinson, Consejero para Asuntos de América Central del Departamento de Estado del país norteamericano, afirmó ayer en una rueda de prensa: "Todas las opciones están hoy sobre la mesa (...) Vamos a utilizar todas las herramientas que tenemos para seguir apremiando al Gobierno del Presidente Daniel Ortega". Aunque Robinson no precisó cuáles eran las acciones a tomar en concreto, confirmó que "vamos a seguir trabajando con la comunidad internacional para tratar de resolver esta crisis y parar la violencia (...) Lo más importante es que los responsables de la violencia van a tener que responder a la comunidad internacional por sus acciones".
EE.UU. ha revocado visados a más de una veintena de funcionarios nicaragüenses, quienes aún no han sido identificados. El pasado 5 de julio el país norteamericano impuso las primeras sanciones para el país, dirigidas contra tres altos cargos cercanos al círculo del Presidente Ortega y a su mujer, a quienes se les congelaron sus activos en suelo estadounidense.
Robinson responsabilizó directamente a Ortega de la violencia: "La violencia de un lado provoca la violencia del otro, pero la situación actual comenzó con la violencia del Gobierno de Nicaragua con su propia gente".
Posturas políticas
Ayer, el Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro; afirmó que el Gobierno de Ortega derrotó el "plan terrorista y golpista" y aseguró que el país es "víctima de agresiones imperialistas", mientras que su homólogo de Bolivia, Evo Morales, fue más allá y denunció "estrategias criminales del "imperio", en alusión a EE.UU., contra el Mandatario de Nicaragua.
José Mujica, ex Presidente de Uruguay, hizo un llamado a que Daniel Ortega deje el poder: "Me siento mal (...) Recuerdo nombres y compañeros que dejaron la vida en Nicaragua. Hay momentos en que hay que decir 'me voy'".
"Nunca pensé ver a Ortega convertido en un dictador, menos en un criminal que quiere quedarse en el poder a sangre y fuego".
Julio López Campos, Analista político"
"Todas las opciones están hoy sobre la mesa (...) Vamos a utilizar todas las herramientas que tenemos".
Todd Robinson, Consejero del Departamento de Estado de Estados Unidos"
meses de represión a las protestas contra el Presidente Ortega han dejado cerca de 300 muertos en el país. 3