María Isabel Triviño
Su primera novela lanzó recientemente Pablo Varas, escritor que en 1960 llegó a Osorno y estudió en el Liceo de Hombres.
Ganador del premio "Rodolfo Walsh 2003" en Argentina y una distinción (accésit) en el XXVII Certamen Literario de Madrid, con nostalgia recuerda lo que califica como "una época maravillosa de esta ciudad".
El lanzamiento de "La pensión de la señora Laurita", realizada en el Centro Cultural Sofía Hott, propició el reencuentro de Vargas con compañeros de su liceo y amigos de esa generación que estudiaban en otros recintos.
Recalca que aún recuerda el himno de su establecimiento educacional, mientras lo entona a capela. "El Liceo de Osorno es antorcha que ilumina esta hermosa región. Mantengamos sus luces muy alto, invocando nuestra hermosa patria", rememora.
Y afirma que "soy de Osorno. Viví en Rahue y me casé con una osornina. Estuve acá hasta los años '70, cuando partí a estudiar Historia al Pedagógico de Santiago. Fuimos la primera camada de Enseñanza Media, pues antes eran Humanidades".
TRAMA
A sus 65 años, Varas es profesor de Historia en un liceo industrial de Recoleta, en la Región Metropolitana, y cuenta que comparte su tiempo entre la docencia y la escritura.
"Esta es mi primera novela, pero antes había publicado 3 libros de cuentos cortos y los primeros fueron unos libros de poesía", que quemó, pues consideró que no era buena.
Sobre su última publicación, comenta que tiene un carácter costumbrista. "La escribí hace un par de años, pero no aposté a una nueva forma de narrativa, sino que a gente que no se ve en los medios de comunicación ni en teleseries: esta gente sencilla que pasa y vive en una pensión, en el barrio Estación Central", explica.
El escritor relata que es la historia de un hombre que llega en tren a Santiago desde un pueblo cerca de Puerto Montt y encuentra la residencial de una señora que quedó viuda hace poco. Le regala ropa, porque lo ve muy pobremente vestido.
"Ahí comienza la historia de esta novela, que transcurre en un dormitorio clásico: una cama, un velador, un ropero miserable y una ampolleta al borde del suicidio. En la pensión también viven un par de prostitutas, un cura homosexual que tiene como pareja a un jubilado de la Contraloría, entre otros", comenta.
Junto con señalar cuánto le gusta "tomar un personaje y construirlo", adelanta que "en esta novela las cartas que se leen juegan un papel fundamental, a veces se equivocan y por ahí pasa el desenlace de la historia. El azar existe", sostiene.
Extranjero
Pablo Varas relata que es francófono, porque vivió 25 años en Bélgica.
Ex militante y dirigente del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), señala que tras asumir como Presidente Patricio Aylwin, tuvo que partir al exilio luego de haber cumplido, en la cárcel de Santiago, ocho de los 38 años a los que fue condenado.
Allá tenía un programa radial sobre literatura y política e hizo clases sobre el primero de esos temas.
Reflexiona que el exilio tiene dos lados: por uno, es preciso construirse una vida donde uno vaya, pero se abre un mundo desarrollado.
Cuenta que vivió "en un país donde tanto el aborto como el consumo de marihuana son legales, donde existe la eutanasia, el matrimonio homosexual y la adopción homoparental hace muchos años. Y sigue el mar siendo tan salado como antes; vale decir, no ha cambiado el mundo".
Valoró que mientras más derechos tengan los ciudadanos, más democrática se hace la sociedad, como asegura es la belga, al margen de los problemas políticos.
"Bélgica estuvo un año y medio sin gobierno, pero siguió funcionando y los incendios igual se apagaron. Quizá esa es la diferencia que uno ve cuando vuelve: el atraso en lo valórico y las discusiones extremadamente medievales, por ejemplo, de los derechos de la mujer", sostiene el escritor.
Además, expresa que en dicho país europeo se pagan muchos impuestos, pero los habitantes saben que como contrapartida la salud es efectivamente un derecho. "Hay una conciencia cívica distinta a la de acá", subraya Varas.
"Soy de Osorno. Viví en Rahue y me casé con una osornina. Estuve acá hasta los '70, cuando partí a estudiar Historia al Pedagógico de Santiago"."
llegó a esta ciudad Pablo Varas, quien entonces tenía 7 años y vivió durante más de una década en Rahue. 1960
años vivió en Bélgica el escritor, que allá hizo clases de literatura y tuvo un programa radial. 25