La descentralización es una de las aspiraciones que desde las regiones se han manifestado con frecuencia, especialmente cuando es momento de priorizar recursos o atender situaciones de emergencia. Sin embargo, las iniciativas de descentralización hasta ahora no dan cuenta de efectos concretos en la toma de decisiones y la tan esperada elección del gobernador regional podría transformarse en un esfuerzo banal por allegar las decisiones al territorio y a las personas.
Chile es uno de los países más centralizados del continente y de la OCDE, si lo medimos en relación al porcentaje de los recursos utilizados que se deciden en el territorio. Apenas un tercio de los recursos asignados a las regiones son de libre disposición (FNDR), en consecuencia, dos tercios se deciden a nivel central. Con la elección del gobernador regional el escenario no cambia significativamente, pues las decisiones de inversión sectorial seguirán recayendo en los ministerios y avalados por la ley de presupuesto, a menos que promovamos cambios en ese aspecto.
La modernización del Estado la entenderemos como el proceso mediante el cual el país mejora la satisfacción y calidad de vida de sus habitantes, respondiendo de forma más efectiva a sus necesidades, a través de la simplificación de los procesos, la incorporación de tecnología y la transparencia en la toma de decisiones. Por lo tanto, creemos que no habrá una respuesta efectiva a las necesidades de los habitantes en regiones si no va de la mano de un proceso de descentralización efectivo en el que las regiones puedan disponer de sus recursos, determinando su uso y prioridades.
Según la Fundación País Digital, existen cerca de 3600 trámites que podrían eliminarse, de los cuales una buena parte podrían ser aquellos que obligan a los ciudadanos de regiones realizar trámites en las capitales regionales o esperar que los servicios locales esperen respuestas del nivel central. Ejemplos hay suficientes en salud, educación, obras públicas, etcétera, pero seguramente muchos de ellos radican en definiciones políticas o de control, tanto de las autoridades de turno como de la institucionalidad, donde la Contraloría General de la República, el conservador de bienes raíces, notarios y otros servicios auxiliares, están llamados a hacer una contribución importante a la modernización del Estado, pero ello no será suficiente si no somos capaces de otorgar mayor poder a las regiones, provincias y comunas.
Ramón Rubio Donoso,
presidente Multigremial de Osorno