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Un documental disecciona la escena de la ducha de "Psicosis"

CINE. Famosa película de Alfred Hitchcock es analizada por cineasta suizo, quien incluyó en el material la opinión de quienes trabajaron en el conocido filme.
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El cineasta suizo formado en la Universidad de Nueva York, Alexandre O. Philippe, ha dedicado un largometraje documental de hora y media a diseccionar una única escena de una película: el mítico apuñalamiento en la ducha de "Psicosis" (1960), una de las obras maestras de Alfred Hitchcock.

El motivo: está convencido de que esos dos minutos de cine cambiaron por completo la forma de hacer cine y su modo de probarlo ha sido analizar fotograma a fotograma encuadres, iluminación, sonido, guión, interpretación y hasta los engaños ópticos de los que se valió el maestro británico del suspenso.

Titulada "78/52. La escena que cambió el cine", no sólo analiza pormenorizadamente cada fotograma, sino que contextualiza el momento en el que Hitchcock la rodó, incluso con explicaciones del propio realizador, así como la forma en que esos 78 planos y 52 cortes marcaron la historia del cine.

Mirada sin precedentes

Se trata de una mirada sin precedentes, donde muchos de los testimonios, actuales y de entonces, de cineastas, directores, actores, productores, maquilladores, montadores, dobles, sonidistas y el mismísimo autor de la no menos mítica música que subraya el apuñalamiento, Bernard Herrmann, comienzan con un "era la primera vez que...".

La primera vez que una diva como Janet Leight aparecía desnuda (aunque el cuerpo que se ve no es el suyo, sino el de Marli Renfro, una "conejito de Playboy" que también habla, a sus ochenta años, de la increíble experiencia); la primera vez que se veía un inodoro o un ombligo en el cine o la primera vez que se deja en un montaje un fotograma desenfocado.

Pero sobre todo, era la primera vez que un director mataba a la protagonista a los 40 minutos de empezar la película.

Estrenada el 8 de septiembre de 1960, fue una revolución. Hitchcock, que acababa de promocionar "Con la muerte en los talones", cuenta en el documental que "Psicosis" fue una broma con la que quería hacer reír a los amantes del género; sus exégetas pronto desmontan la teoría.

Allí, en esos dos minutos, encuentran increíbles giros de cámara, insólitos para la época, un montaje desconcertante con saltos que abarcan los 360 grados y los encuadres justos (ni un centímetro más de lo que la censura permitía enseñar), como revela Walter Murch, montador de cintas míticas como "Apocalypse Now".

Hasta el marketing previo -no se permitía entrar con la película empezada y el propio director pedía a los espectadores que no revelaran el final- fue pionero. Una semana entera de las cuatro programadas para grabar toda la película se dedicó sólo a rodar esa escena.

En "78/52" colaboran un puñado de académicos e historiadores del cine, así como destacados cineastas, de Peter Bogdanovich a Guillermo Del Toro, así como la hija de Janet Leigh, Jamie Lee Curtis.

Todos coinciden en que si uno quiere entender cómo era Estados Unidos respecto al sexo, las madres y la política a principios de la década de 1960, la escena de "Psicosis" es el punto de partida.

Inspiración

Esta escena sigue aún hoy inspirando a algunos de los mejores cineastas de nuestro tiempo, como se puede ver en la conversación de sofá que mantienen Elijah Wood, Daniel Noah y Josh Waller, creadores de la productora de cine de terror SpectreVision, que prácticamente se saben la cinta de memoria.

La película es también un modo de explicar a los espectadores de hoy qué sintieron los afortunados que asistieron al estreno de la insólita película.

Antes de "Psicosis", el horror era algo tangible; después el monstruo era "nosotros", la muerte podría llegar a cualquier parte. Por eso, explica Hitchcock, la hizo en blanco y negro.

Elvira Hernández obtiene el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda

LITERATURA. Ministra Alejandra Pérez fue la encargada de informarle a la autora de "La bandera de Chile".
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Como ya es tradición, la casa porteña del poeta Pablo Neruda, La Sebastiana, fue el lugar desde donde la ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Alejandra Pérez, anunció que la poeta chilena Elvira Hernández se quedó con el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda 2018, tras la deliberación del jurado integrado por los escritores Elicura Chihuailaf (Chile), Galo Ghigliotto (Chile), Elsa Cross (México), Alicia Genovese (Argentina) y Mayra Santos (Puerto Rico).

A través de un contacto telefónico, la ministra Pérez le informó a la ganadora que había sido la elegida del jurado. Junto con felicitarla calurosamente, destacó que Elvira Hernández "utiliza un lenguaje intimista, pero no por eso deja de hablar y referirse al mundo real, a temas contingentes, con una especial ironía y una pluma clara y delicada que ha logrado captar a muchos lectores jóvenes latinoamericanos".

Agradecimiento

Al otro lado del teléfono, y desde Edimburgo (Escocia) -donde está presentando su obra "La bandera de Chile"-, la ganadora agradeció la distinción y dijo estar muy emocionada por haber sido escogida. Recibió también las felicitaciones de los miembros del jurado.

La poeta -quien se convierte en la quinta chilena en quedarse con el premio- obtendrá una medalla, un diploma firmado por el Presidente de la República y la ministra de las Culturas y 60 mil dólares, lo que lo sitúa como uno de los galardones más relevantes de Iberoamérica.

El premio será entregado por el Presidente Sebastián Piñera en una ceremonia en el Palacio de La Moneda, en fecha convenida entre las partes.

El Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda fue creado en 2004 por acuerdo entre el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (actualmente Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio) y la Fundación Pablo Neruda, como homenaje al centenario del poeta. Éste reconoce a un autor o autora de reconocida trayectoria, cuyo trabajo sea una entrega notable al diálogo cultural y artístico de Iberoamérica.

Formadora

Elvira Hernández (1951) es una poeta y crítica, formadora de poetas jóvenes de diferentes generaciones, consolidada como una de las voces femeninas más singulares y potentes de la poesía contemporánea chilena y latinoamericana. Entre sus libros, publicados en Chile, Argentina y Colombia, destacan: "¡Arre! Halley ¡Arre!" (1986), "Meditaciones físicas por un hombre que se fue" (1987), "Carta de Viaje" (1989), "La bandera de Chile" (1991), "El orden de los días" (1991); "Santiago Waria" (1992) y "Álbum de Valparaíso" (2003). Los poemas de su obra más famosa, "La bandera de Chile", es un ícono de la contracultura literaria durante la dictadura militar.

En las versiones anteriores, la distinción recayó sobre el español Joan Margarit (2017), el chileno Raúl Zurita (2016), el brasileño Augusto de Campos (2015) y los cubanos Reina María Rodríguez (2014) y José Kozer (2013).

Premiados

Joan Margarit (2017)

Raúl zurita (2016)

Augusto de Campos (2015)

Reina María Rodríguez (2014)