Luego de que el Tribunal Constitucional (TC) rechazara las nuevas facultades del Sernac contenidas en las modificaciones a la Ley sobre Derechos del Consumidor -impidiendo así que el organismo pudiera emitir normas, sancionar y multar a infractores de dicha ley-, junto a un grupo de parlamentarios de distintos partidos hemos propuesto un proyecto de reforma constitucional sobre protección de los consumidores.
Buscamos proteger de manera eficaz a los consumidores, quienes han quedado, una vez más, en un estado de indefensión, estableciendo un contrapeso explicitado en la Carta Fundamental y respaldando las facultades de órganos del Estado competentes para llevar a ejecución la protección de los consumidores.
La moción que suscribimos junto a los senadores Elizalde, De Urresti, Huenchumilla y Harboe, establece que es deber del Estado garantizar y defender los derechos de los consumidores y usuarios, en especial, el derecho a la libre elección de los bienes y servicios, a recibir información veraz y oportuna, a un trato equitativo, a no ser discriminado arbitrariamente, a la seguridad y calidad en el consumo de bienes y servicios y a la reparación e indemnización adecuada y oportuna de todos los daños causados por el incumplimiento. La protección de los consumidores es un pilar fundamental para el correcto funcionamiento de una economía moderna, en la que fallas de mercado tales como las asimetrías de información, los costos de transacción y la racionalidad limitada, requieren la intervención del Estado para evitar abusos y asegurar la eficiencia y el respeto a los derechos.
No es posible pensar en la sociedad actual, con el goce de bienes y servicios por parte de la mayoría de la población en una masividad inédita en la historia humana, sin resguardos mínimos para el buen funcionamiento de los mercados
La ciudadanía está -y con justa razón- cansada de experimentar la asimetría en las relaciones comerciales y de sufrir tratos injustos, si es que no derechamente abusivos, de parte de empresas que ofrecen productos y servicios.
Nos anima la idea de establecer con total claridad los derechos de las personas en su rol de consumidores frente a los eventuales abusos de las empresas. Un país más justo tiene que ver también con garantizar criterios de equidad en este tipo de relaciones, asegurando de parte del Estado que los más débiles -en este caso los consumidores- posean derechos y cuenten con una estructura legal que les garantice protección.
Rabindranath Quinteros Lara, senador por la Región de Los Lagos