¡Esto sí que está bueno! Si un cristiano le saca la mugre a otro a punta de puñetazos, uno va a la capacha y el otro al hospital. Pero si eso mismo se hace sobre un ring; se convierte en deporte, el que queda en pie es héroe y quien apuesta por él, gana plata.
En fin, sin duda esto de usar la fuerza sobre la razón es tan antiguo como el hombre. En la antigua Roma (para no ir tan lejos), distraían al pueblo con gladiadores que luchaban hasta que uno de los dos moría. Hoy, por supuesto, los derechos humanos no permitirían tal barbarie y los "pro derechos para todo" andarían acaparando prensa defendiendo causas. Ojos en tinta, narices rotas, úlceras, tecs, invalidez mental-física, es todo lo que la actual civilización permite.
No es por pelar, pero una sociedad que se arranca la piel por defender los derechos de novillos y perritos, que no escatima "medios" para gritar hasta por las hormigas, frente a esta verdadera masacre humana, no sólo se hace la lesa y mira para el lado; convierte una vulgar pelea en un deporte de fama y fortuna.
¿Fama y fortuna? Esto sí es pelambre; basta seguir la vida de estos modernos gladiadores para darse cuenta que la curva se carga más al lado de la tragedia y pobreza que de la fortuna. Exceptuando, por supuesto, a los manager y apostadores, los pocos "deportistas del combo" que logran amasar una fortuna terminan gastándola en enfermeras y clínicas.
Entonces, ¿quién gana? ¿Por qué esta porfía de legalizar, en un mundo cada día más violento, el boxeo? Para sacar a la juventud de la droga y la delincuencia, argumentan algunos. A otro perro con ese hueso. Lo único que nos faltaba, que el divino tesoro de nuestra juventud en vez de patear piedras en las esquinas, patee cristianos sobre una lona.
Este doble estándar que por un lado exige respeto por cualquier ser vivo y condena la violencia, por el otro aplaude el desparramo de puñetazos y sangre. Y aún peor, ahora también en honor a la equidad de género; deporte femenino. ¿Qué pasa con el respeto que la mujer se debe a sí misma? Después de tanto luchar por no ser golpeada, elige exponerse en un ring para hacer alarde de una agresividad gratuita golpeando a una de sus congéneres…En fin
Vivian Arend