Cuando llegué a Osorno en el año 1979 a trabajar como arquitecto egresado de la Universidad del Bío Bío, me encargaron hacer el levantamiento y remodelación de un edificio en calle Portales esquina Ramírez. Fui a tomar las medidas detalladas del edificio y el terreno, y cuando volví a la oficina para dibujar en un plano el edificio y su entorno, no me cuadraban las medidas con los dibujos. Volví a terreno para verificar todas mi mediciones y en su mayoría estaban correctas, entonces ¿por qué no cuadraban al dibujar? Lo intenté muchas veces sin lograr que las medidas numéricas coincidieran con el dibujo cuadrado de mi tablero.
Avergonzado por no encontrar el error no quise compartirlo con mi jefe y lo arrastré varios días sin comprender el origen hasta cuestionarme lo incuestionable. Las medidas no cuadraban con las esquinas de ángulos rectos que yo suponía, ¿sería un caso raro o era posible que ninguna esquina de la ciudad sea recta con ángulos de 90 grados cómo son todas la ciudades?
Cuando los españoles fundaron Osorno en el año 1558 lo hicieron basados en un plano y un trazado damero regular de ángulos rectos, como la gran mayoría de las ciudades. Por alguna razón precisa que desconocemos, suponemos que el alarife encargado de marcar las calles indujo a error de ángulos al topógrafo y las calles se trazaron fuera del sistema ortogonal, sin ángulos rectos.
Las manzanas resultaron así todas con forma de rombos y nunca las esquinas iban a resultar cuadradas y con ángulos rectos. Por más de 400 años se dibujaron los planos de la ciudad con este error de ángulos hasta que en 1930 el urbanista Óscar Praguer aborda el diseño de nuestra plaza de Armas y después de varios intentos para que le cuadraran las medidas, comprendió que el principal espacio público de la ciudad y las manzanas resultantes del trazado urbano original no eran cuadrados, sino rombos. En 1935 se realizan los primeros levantamientos topográficos de la trama urbana, dejando expresado en planos la figura de una ciudad con trazado damero romboide, carente total de ángulos rectos.
Para el año 1945, cuando se aprueba el primer plan regulador que tendría nuestra ciudad, recién se corrige este error en un plano base y a partir de entonces todos los planos mostrarán manzanas de forma romboide y sin ángulos rectos, los edificios apegados a sus deslindes no tendrán esquinas cuadradas y los muebles casi siempre cuadrados no encajarán en las esquinas de los muros. Así, puede ser Osorno la única ciudad del mundo con trazado urbano damero romboide. Toda una curiosidad urbanística.
Raúl Ilharreguy, arquitecto