Macrozona sur aumentó un 34,6% exportación de arándanos
VOLUMEN. La producción del territorio que comprende las regiones de Los Ríos y Los Lagos pasó de generar 10.747 toneladas el año pasado a 14 mil 465 en la presente temporada. En el desglose, nuestra Región contribuyó con 5.200 toneladas de arándanos, equivalentes a un 4% de la participación en los envíos totales del país, que logró un récord de 110 mil 571. La distribución de los despachos chilenos por mercado son de un 62,6% para Norteamérica, 24,4% Europa y 12,8% en el caso de Asia. Agricultores locales apostaron por una menor producción, pero de mejor calidad como es la fruta fresca por sobre el congelado.
El pasado 18 de marzo se cumplió la semana 12 del año, fecha referencial que sirve para dar por terminada la temporada de exportación de arándanos. Así el periodo 2017/18 de envíos de este berrie al extranjero alcanzó las 110 mil 571 toneladas, una cifra superior a las estimaciones del sector frutícola.
De hecho, se trata de un registro histórico para la industria, ya que nunca antes se había alcanzado tal volumen.
La Región de Los Lagos aportó alrededor de 5 mil 200 toneladas de arándanos, lo que significa un 4% de participación en los envíos totales del país, que según las mediciones del Comité de Arándanos de Chile que contempla la macrozona que une a la Región de Los Lagos con la Región de Los Ríos, lo exportado fue un 34,6% mayor que el año pasado, pues subió de 10.747 toneladas a 14 mil 465.
Temporada balanceada
Durante la temporada anterior, por ejemplo, a nivel nacional se exportaron 103 mil 716 toneladas y los precios cayeron en demasía.
Factores climáticos hicieron que la cosecha se adelantara casi cuatro semanas, lo que provocó que los arándanos llegaran en fechas inapropiadas e inesperadas a los mercados internacionales, generando un sobre stock que culminó con un bajísimo retorno para los productores.
Este año, si bien el clima de primavera causó mermas en la producción por la lluvia y el frío que puntualmente afectaron el cuaje de la flor antes de convertirse en fruta, no incidió demasiado en los tiempos de envío de las cosechas.
Andrés Armstrong, director ejecutivo del Comité de Arándanos, destaca que "esta temporada haya sido más balanceada, incidió, por ejemplo, en que en el mercado de Estados Unidos la distribución se hiciera de mejor manera, sin que se registrara acumulación de stocks de fruta, y con los arándanos llegando a los supermercados en los tiempos correctos para complementar los programas".
Asimismo, señaló el empresario frutícola, "esta temporada se pudo acompañar la venta de nuestra fruta de mejor manera con acciones de promoción".
En ese sentido, los formatos y los precios al consumidor estuvieron más estables, lo cual tuvo un impacto positivo en la demanda.
"Esta fue una campaña con mejor calidad y sabor de fruta, características a las cuales el sector está apuntando con mayor fuerza, a través de mejores manejos en huerto, recambio varietal y uso de mayores tecnologías", cerró Armstrong.
Estados Unidos sigue siendo el principal destino de los arándanos nacionales. La distribución de los despachos por mercado son de un 62,6% para Norteamérica; 24,4% Europa y 12,8% para Asia".
Menos es más
A pesar de que la mayoría de las industrias y productores aún no reciben las liquidaciones con los valores por los cuales fue adquirida su producción, los empresarios frutícolas confían en que el precio será mejor que el año pasado.
Julio Roa, socio-propietario y gerente de producción de Olifrut S.A. con campos de arándanos en Río Negro, La Unión y Temuco, que acumulan cerca de 45 hectáreas, confirma las expectativas.
"Todavía no tenemos información definitiva de los precios así que no podemos hacer un balance económico tan pronto. Lo que te puedo decir es que fue una temporada de menor cantidad, que fue una situación generalizada, y tuvimos problemas serios para encontrar mano de obra", comentó Roa.
Pese a que no hay certeza absoluta sobre el valor, se estima que el kilo estará cercano a los 4 dólares. "Afortunadamente este año los precios se anuncian más altos, aunque lo malo es que el dólar está $30 ó $40 más bajo que el 2017. En total, sería un alza de medio dólar, unos 70 centavos más", especuló el gerente de producción de Olifrut.
De esta manera, pese a una menor producción a la esperada, los buenos rendimientos en términos de calibre y calidad del producto fresco mantiene optimista a la industria nacional.
"En general todos los huertos trabajan con un objetivo de exportación, el congelado es como el plan b y siempre depende del precio el que uno vaya a uno u otro mercado. Este año como el precio del fresco se anunció bueno, la idea fue sacar toda la fruta para fresco y no para congelado", comentó Julio Roa, agregando que la menor producción finalmente hizo subir los precios en general.
Esta menor producción sin embargo se hace en base a la proyección de la misma, porque gran parte de la fruta se vende con anticipación en función de lo que se estima cosechar, por lo tanto la menor producción también es relativa.
En el caso de Olifrut, efectivamente produjeron más kilos que el año pasado, pero menos que lo estimado. "Es la estimación la que va marcando las preventas y si no se cumplen, el precio sube porque la oferta es menor", cerró Roa.
Futuro planificado
¿Pero cómo se explica entonces más exportación y menor producción? Según el ingeniero agrónomo, Rodrigo Moreno, fruticultor independiente de Osorno, esto tiene que ver con la calidad del producto.
"Entre Río Bueno y Osorno se produjo menos, a lo mejor los envíos estuvieron mejores, pero puede ser también por un tema de que hubo mejor calidad, porque como hubo menos fruta se pudo cosechar de mejor manera", señaló de manera inicial Moreno.
Tampoco apuesta por cuentas demasiado alegres, ya que a su parecer "el negocio de los arándanos como tal se ha estancado con márgenes muy similares cada año, y bajando en algunos casos".
Una situación, señaló, que se produce por lo que marginan las industrias exportadoras versus lo que gana el productor primario.
"Por eso mismo hay muchos productores que están tratando de poner su fruta directamente en el mercado internacional, a esos les ha ido un poco mejor. Las grandes empresas hacen lo que quieren con los precios y te tienen atado de manos, pero ahora con la globalización y el acceso a los mercados, (ellas) también van a tener que cambiar su política, de lo contrario van a perder a sus productores que van a intentar vender su producto a un valor más alto", continuó el agrónomo.
Sobre los valores, sostuvo que muy pocos han recibido liquidación, pero en general están un poco mejor que el año pasado. Por ejemplo en el IQF que es el arándano de segunda calidad que va para el congelado, el 2017 estuvo alrededor de un dólar y este año ha estado en un dólar 20 centavos el kilo entregado.