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Comunidad de Mashue cuenta con moderna sala cuna y jardín infantil

EDUCACIÓN. El proyecto, que tuvo un costo de $600 millones, busca atender las necesidades de unos 50 menores de la localidad precordillerana de la costa.
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Las madres de Mashue, apartado sector en la precordillera de la costa, debieron esperar un largo periodo para ver la sala cuna y jardín infantil "Renacer del Bosque", que permite atender a los niños desde sus primeros años e insertarlos en la educación y formación.

Con una inversión cercana a los $600 millones, se busca ofrecer a cerca de 50 niños de esta comunidad ubicada a unos 40 kilómetros de esta capital comunal, dependencias adecuadas para realizar el cuidado de 28 parvulitos y unos 20 lactantes que podrán ser atendidos en el inmueble.

Ubicadas a un costado de la escuela, las nuevas instalaciones responden a un largo anhelo de esta comunidad, que a través de diferentes instancias logró ser escuchada en su anhelo de tener un recinto con características de seguridad que diera garantías a las madres, que en su afán de ayudar al sustento familiar, en muchas ocasiones debían dejar encerrados a sus hijos para poder salir a trabajar en faenas agrícolas.

El inmueble fue construido en el marco del programa de más jardines y salas cunas para el país y beneficia a más de medio centenar de personas, aparte de los niños a los cuales atenderá.

En la inauguración y entrega oficial participaron las autoridades comunales, encabezados por el alcalde Aldo Pinuer y Concejales, las autoridades de la Junta Nacional de Jardines Infantiles, el gobernador Alonso Pérez de Arce y el intendente César Asenjo, que coincidieron en reconocer la necesidad que los recursos lleguen a todos los sectores, del campo y la ciudad. En el recorrido para conocer las instalaciones, conversaron con las madres, que agradecieron por este adelanto para su sector.

Julio Olivares, el unionino que desentraña los misterios del universo

CIENTÍFICO. Joven de 24 años es astrónomo y, además de cursar un magíster para especializarse, cumple una función como difusor de su ciencia.
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Ricardo Cifuentes

Pocos sospecharon que el joven estudiante que egresaba del liceo Rector Abdón Andrade hace seis años, tenía como objetivo en su vida estudiar las estrellas. Pese a que le aconsejaron que estudiara alguna ingeniería o medicina, él ya lo había decidido, su vida sería la astronomía.

Julio Olivares Carvajal (24 años) cursó la básica en la Escuela de la Cultura, la media en el liceo unionino y con un muy buen puntaje ingresó a la carrera de Astronomía en la Universidad Católica. Tras egresar, hace poco más de un año inició un magíster en astrofísica, ciencia exacta que estudia el funcionamiento de los cuerpos celestes.

El joven, quien estuvo de paso por su ciudad hace unos días, recuerda que su primer año en la universidad le exigió una gran cantidad de estudio. "Debía investigar y seguir investigando, dedicar todo mi tiempo para no fallar y hasta alguna vez sentí que el esfuerzo me superaba, pero continué hasta lograr el objetivo final… entramos 32 y concluimos 7, lo que da cuenta de la exigencia de la carrera", recuerda.

Sureño

Explica que proviene de una familia de recursos limitados y que obtuvo la beca Bicentenario y otra de su universidad, lo que le permitió estudiar y aliviar la carga económica de sus padres.

-¿De dónde nace esta inquietud por la astronomía?

-Cuando tenía unos 14 ó 15 años visité el observatorio Las Campanas en Vallenar, invitado por mi tío Herman Olivares y pude observar lo que allí se hacía. Las conversaciones con mi tío marcaron mi vida y comencé a proyectar lo que en definitiva es mi trabajo profesional; siempre fui muy reservado para expresar mi sueño de estudiar las estrellas y bueno, hoy quiero continuar mi formación.

-Su sueño no es muy común en alguien que vive en el sur del país, por los pocos días o noches despejadas...

-Es cierto, tenemos en esta magia del sur gran cantidad de días nublados y mucha humedad, que aleja la observación de las estrellas, pero ya existe una futura colega en la UC, Jenny González, que está en cuarto año, también de La Unión y ex alumna del liceo Rector Abdón Andrade, y con quien he conversado en muchas oportunidades.

-¿Qué pretende conocer de las estrellas y cómo se logra?

-Buscamos explicar y entender los fenómenos alrededor de las estrellas, la edad, su masa y composición química. La astronomía es la ciencia que estudia el funcionamiento de los cuerpos celestes y lo que hacemos en esta investigación es ocupar herramientas computacionales para hacer los análisis y estudios. Dispongo de una oficina en la universidad que me permite realizar este trabajo.

Telescopios

-¿Ustedes tienen las opciones de utilizar los telescopios del norte del país?

-Si bien los telescopios se encuentran en suelo nacional, los chilenos sólo hemos arrendado el espacio, en el desierto más seco del mundo, el cual tiene poca luminosidad, cielos limpios y muy baja humedad, lo que facilita el trabajo de observación. Por eso los científicos chilenos tenemos derecho al 10% de uso y el 90% restante es para todos los científicos y astrónomos del mundo. Hasta ahora sólo he visitado el observatorio Las Campanas, pero los datos con los que trabajo vienen del Observatorio Paranal.

-¿Vienen extranjeros a estudiar esta carrera a Chile?

-Sí, lo cierto es que me ha llamado la atención la presencia de estudiantes de Venezuela y otros países, en especial de Europa. Por ejemplo, en mis estudios de magíster me encontré con una alumna de Arabia Saudita, lo que muestra la diversidad en la universidad.

-¿Además de estudiar en la universidad, qué otra actividad desarrollas?

-Bueno, ya pasé la etapa "nerd". Pololeo desde hace dos años con Catalina Limarí, estudiante de Traducción. Curiosamente la conocí en mi ciudad y después nos encontramos en Santiago. Tenemos una linda relación, ella me acompaña en la labor de difusión que realizo en favor del Instituto Milenio de Astrofísica (MAS) y le encanta lo que hago. Tengo excelentes amigos y me agrada la música, soy cantante y guitarrista. En La Unión integré el grupo "Bacteria", que se presentó muchas veces en el centro de la ciudad. En Santiago he tratado de integrar otros grupos, pero es mucho más difícil. Mi meta es terminar el magíster en astrofísica y luego continuar en un doctorado con apoyo de alguna beca y de profesores que apoyan el desarrollo de la ciencia y a los estudiantes que buscan seguir este camino.

"Mi carrera me llena completamente y creo que no me equivoqué al elegirla, porque existe tanto que descubrir y aprender del cosmos y de dónde nos encontramos", concluyó este joven unionino que a sus 24 años observa los cielos.