El auge del Yoga como disciplina integral se propagada por la ciudad
ALTERNATIVA. Poco a poco los osorninos están adentrándose en la cultura yoguística que, según sus cultores, entrega diversas herramientas transversales para el crecimiento personal.
Es una de las disciplinas más ancestrales de la humanidad, según los hinduistas, aunque en Occidente empezó a conocerse a través de la enseñanzas del líder religioso indio Swami Vivekananda, a fines del siglo XIX. Sin embargo, según informes de la Universidad de Princeton, en Estados Unidos, su explosión se desarrolló en la década de los '80 como una alternativa de desarrollo físico.
En nuestro país la práctica comenzó en 1964, con la llegada de José Rafael Estrada, un mexicano que se dedicó a la enseñanza de esta disciplina y adaptándola a la cultura occidental. El 4 de noviembre de ese año, Estrada fundó el primer instituto de yoga en Chile, la Gran Fraternidad Universal, que posteriormente se convirtió en el actual Instituto de Desarrollo Humano (IDH).
Caso local
Y en Osorno, la tendencia en estos últimos diez años es una constante al alza de interesados en practicar esta disciplina, ya sea por diferentes razones: aprendizaje, salud, curiosidad, beneficio físico o espiritual, entre otros.
Así lo manifestó Coni Aburto, instructora de yoga santiaguina radicada en la ciudad hace tres años y dueña de Espacio Yoga, recinto ubicado en el pasaje Federico Hott 839.
"Cuando llegué había muy poquito yoga y poco a poco ha ido despertando este interés, ahora hay un 'boom' en Osorno, hay hartos instructores, mucha gente interesada, pero también hay un porcentaje de personas que no tiene ni idea qué es el yoga. A otros les asusta un poco de la idea, porque creen lo que ven en las redes sociales, que son modelos o profesoras que están haciendo contorsiones y entonces eso les asusta, piensan que es solo eso. Pero en realidad ha crecido el interés", argumentó la instructora.
Aburto, además, hizo mención a una especificación clave dentro de las diversas ramas del yoga: la que comúnmente se practica en occidente es el "hatha yoga", que se enfoca en el trabajo con el cuerpo a través de posturas que se denominan "asanas", cuyo concepto principal es el control de la respiración y la capacidad de permanecer en estado meditativo durante el transcurso de la práctica.
Practicantes
Marcela Navarro, de 30 años, es nutricionista de profesión y asimismo una yoguini, como se describe a las practicantes femeninas del yoga, cuyo término es derivado del masculino, yogui.
Su llegada a esta disciplina fue por motivos personales, pero siempre le llamó la atención. Al estar dentro, ese impulso inicial generalmente va mutando para involucrarse más en este mundo, debido a los diversos beneficios que genera.
"La motivación por seguir en el yoga va cambiando porque uno se da cuenta de los efectos que va teniendo a nivel no solo físico, sino también en la parte mental. Creo que principalmente las emociones van cambiando en un corto plazo: aprendes a relajarte, a vivir más en el presente", expresó.
Al igual que Marcela, Susan Vidal también es una eximia practicante yoguini. Actualmente realiza consultorías y diversos talleres en recintos educacionales.
Ella lleva 11 años en el mundo del yoga, aunque partió con la variante "kundalini", cercana a la parte tántrica y de ahí se fue perfeccionando en otras áreas como el hatha, además de ser facilitadora de yoga para niños.
"Ha sido un aporte positivo para mi crecimiento personal, la forma de ver la vida, es un cambio constante a través de la práctica", dijo Susan.
Una nueva era es la que se espera para Osorno en la senda del yoga.
"La motivación por seguir en el yoga va cambiando, porque uno se da cuenta de los efectos que va teniendo a nivel no solo físico, sino también en la parte mental".
Marcela Navarro, Yoguini"
se formó la primera escuela de yoga en Santiago. Desde la década de los '80 se masificó en el país. 1964
llegó a Osorno la instructora Coni Aburto, quien formó junto a una socia el Espacio Yoga. 2015