Comerciantes piden semáforo en calle Ramírez frente a la plazuela Yungay para permitir el tránsito de peatones
CENTRO DE OSORNO. Los locatarios de alrededor alegan que las rejas actuales disminuyen el flujo de clientes por el área, favorecen la presencia de delincuentes e interfieren en la operatividad de los vehículos de emergencia y carabineros.
Las rejas instaladas en calle Ramírez, entre Freire y la plazuela Yungay, se han transformado en un problema para los comerciantes de alrededor, principalmente para los locales y tiendas ubicadas en la vereda norte, quienes aseguran que el flujo de clientes ha disminuido, favorecen el actuar de los delincuentes y dificultan el arribo de vehículos y personal de emergencia.
Para solucionar el tema, los afectados piden habilitar un paso peatonal y un semáforo en la esquina de calle Ramírez llegando a la plazuela Yungay, lo que regulará el desplazamiento vehicular y facilitará que las personas circulen libremente entre ambas veredas.
Las estructuras metálicas fueron instaladas en diciembre de 2015, como una solución municipal para agilizar el flujo vehicular, ya que las personas obstaculizaban el tránsito de vehículos en el paso de cebra que había en el lugar, provocando tacos en la horas punta. Inicialmente las rejas eran provisorias, ya que dentro del recambio de semáforos del centro de la ciudad estaba contemplada la instalación de un equipo en esa esquina, lo que finalmente no se concretó.
Comerciantes
Alberto Vargas, dueño durante 20 años de la heladería ubicada a un costado de la multitienda Hites y vocero de los comerciantes, comentó que el problema fue manifestado al municipio en enero de 2016, cuando las rejas llevaban poco más de un mes instaladas y se les respondió que estudiarían el tema.
"Queremos que entre las rejas se habilite un cruce peatonal con un semáforo, para que la gente circule tal como siempre fue, porque el perjuicio es evidente, sobre todo para quienes estamos en el lado norte. El paso peatonal habilitado está muy lejos de la esquina y la gente simplemente no vuelve. Fue como dividir esa calle en dos", indicó el vocero.
René Vargas, gerente de Hites, precisó que el problema se gatilla porque los retornos peatonales están muy alejados (casi llegando a Prat en la vereda norte) y baja el flujo de clientes, lo que ha significado tener que disminuir personal.
Precisó que el actuar de los delincuentes también se ve favorecido, ya que saltan las rejas para escapar y los vehículos de emergencia tampoco pueden llegar expeditamente a detenerlos.
Concejo
El tema fue expuesto en el Concejo Municipal de esta semana por el edil DC Osvaldo Hernández, quien argumentó que "es necesario buscar una solución porque no podemos perjudicar a nuestro comercio que finalmente es una fuente laboral. La discusión actual debe ser para }retomar la idea de calle Ramírez como un pasaje peatonal, ya que la experiencia en ciudades como Santiago y Concepción ha sido exitosa", señaló el DC.
El tema generó distintas posiciones, ya que el proyecto de remodelación de Ramírez, que data de 2010, apunta a que la calle comercial sea un paseo peatonal.
El alcalde Jaime Bertín se mostró abierto a estudiar el tema, pero por lo pronto es necesario mantener las rejas para evitar problemas viales en la ciudad.
"La discusión actual debe ser para retomar la idea de calle Ramírez como pasaje peatonal".
Osvaldo Hernández, Concejal DC"
"El paso peatonal habilitado está muy lejos de la esquina y la gente simplemente no vuelve. Fue como dividir esa calle en dos".
Alberto Vargas, Vocero comerciantes afectados"
metros aproximadamente de extensión tienen las rejas ubicadas en calle Ramírez, entre Freire y la plazuela. 150