Basura eléctrica en Osorno
Estamos en épocas difíciles de sacar al país de muchas dificultades, nada simples de realizar, simplemente porque falta la conciencia de parte de gran parte de la población. Esto era muy diferente en la Alemania de la postguerra, cuando no había nada de nada. Si queríamos comprar un cuaderno nuevo, teníamos que entregar el viejo, repleto de letras, dibujos o lo que sea, por lo general escrito en letras pequeñas para que alcance el máximo de tiempo. ¡ El cuaderno viejo se reciclaba!
Hace uno o dos años atrás en el municipio tuvieron la genial idea de poner durante varios días un gran container para "basura eléctrica o electrónica" en la plaza de Armas de nuestra ciudad, para que los ciudadanos pudieran llevar cuanto artefacto fuera de uso tuvieran acumulado en su casa.
Lo que más me gustó después fue el comentario de que ese container con una enorme variedad de artefactos, fue la delicia para muchos jóvenes que buscaron cuanto les pudiera servir para sus inventos. Propongo que se repita el experimento. Saludos cariñosos a todos los "recicladores" de nuestra ciudad y provincia.
Antje Krüger
Transparencia en Chile
El 2018 será un año clave para la Ley 20.285 de Acceso a la Información Pública, puesto que se cumplirá una década de la promulgación de la iniciativa que revolucionó la relación entre la ciudadanía y el Estado, permitiendo a los primeros tener a través de herramientas legales el derecho a ejercer un control social activo, monitoreando las actividades de la administración estatal y de quienes ejercen funciones ahí.
Junto a la creación de esta ley nace un organismo republicano capaz de ser el garante de este derecho: el Consejo para la Trasparencia, el cual tiene como misión principal velar por el cumplimiento de la ley e incentivar una cultura de transparencia en la ciudadanía.
Según el Estudio Nacional de Transparencia del año 2017, solo un 31% de la ciudadanía conoce la ley y apenas un 10% ha solicitado información, sin duda la tarea aún es ardua y ahí recae la responsabilidad compartida entre el Estado y la sociedad civil, para que no solo se conozca la normativa o se ocupe, sino además sea un imperativo moral para que todos hagamos una rendición de cuentas como corresponde. Así se entrelaza el buen actuar y la responsabilidad de dar a conocer el trabajo realizado.
La transparencia no debe ser vista como sinónimo de desconfianza, sino como un proceso de consolidación democrática que permite la participación ciudadana en el proceso de la toma de decisiones, una lucha contra la corrupción y una mejor rendición de cuentas del estado, esto claramente debe ir en la línea de retomar la relación de los ciudadanos con sus instituciones e involucrarlos en los asuntos de todos.
Eduardo Leiva Zumelzu
Identidad de género
El proyecto de Ley de Identidad de Género que se está discutiendo en el Congreso, junto al revuelo que generó la película "Una Mujer Fantástica" ganadora del Oscar, han impactado en la opinión pública, creando diferentes posturas respecto al tema.
Desde un punto de vista científico, considero que esta ley es muy necesaria. Pienso firmemente que se deben cumplir con todos los protocolos de las distintas especialidades médicas que participan en el tratamiento de estos pacientes.
La primera evaluación de las personas debe ser siquiátrica, siendo ellos quienes determinen si existe la Disforia de Género -o identidad de género-. Luego, dar paso a tratamientos hormonales, acompañados de terapia siquiátrica-sicológica y finalizar mediante intervenciones quirúrgicas que efectuarán cambios de género desde el punto de vista genital e intervenciones corporales que lograrán un fenotipo masculino o femenino, dependiendo del caso.
Por otra parte, ya hemos visto en muchas ocasiones cómo médicos sin la experiencia necesaria realizan este tipo de intervenciones, atrayendo a jóvenes que no han sido tratados por un equipo de expertos en el tema. Esta situación puede terminar con daños irreparables en los pacientes.
Creo firmemente que sí se debe regular y legislar por una Ley de Identidad de Género, así como las subespecialidades clínicas quirúrgicas que participan en el proceso de pacientes que son sometidos a esta tipo de tratamientos.
No obstante, debemos hacernos cargo de la discusión sobre el impacto sicológico y físico, velando por la seguridad de las personas que se someten a estas técnicas.
Dr. Claudio Thomas Presidente de la Sociedad Chilena de Cirugía Plástica