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Sólo la mitad de los internados albergan a estudiantes este año

PROVINCIA. Si bien hay 20 recintos autorizados para recibir alumnos, 9 de ellos están vacíos. Se trata de una tendencia a la baja que se manifiesta desde 2013. Incluso, dos cerraron sus puertas el año pasado. La mejor conectividad en las zonas rurales es una de las razones que explican el fenómeno.
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Camila Núñez

Durante décadas, los internados al interior de los establecimientos educacionales fueron una solución para muchas familias de escasos recursos o de sectores rurales alejados que no tenían otra manera de brindar educación a sus hijos.

Sin embargo, con el avance en la conectividad vial en las zonas rurales y la mayor disponibilidad de transporte escolar, el sentido de los internados se ha ido perdiendo.

En la provincia de Osorno existían 22 establecimientos autorizados que contaban con internados, cifra que cayó a 20 este año, debido a que dos cerraron sus puertas. Se trata del internado del Liceo Remehue en Osorno y del Liceo José Toribio Medina en Río Negro.

Y de los veinte que siguen abiertos y que reciben subvención del Ministerio de Educación (Mineduc), sólo 11 cuentan con alumnos matriculados para este año. Los demás están vacíos.

Los establecimientos que recibieron estudiantes en la provincia son el Colegio Artístico Santa Cecilia; el Liceo Fray Pablo de Royo y el Colegio Quilacahuín en San Pablo; en Puyehue, el Liceo Las Américas y el Liceo Técnico Profesional People Help People; en Purranque está el Liceo Tomás Burgos; el Liceo Agrícola Vista Hermosa de Río Negro, y en San Juan de la Costa están las escuelas particulares N°269 Chamilco y N°158 Popoen, el Colegio TP. Misión San Juan y la escuela particular N° 154 Huitrapulli.

Además, hay otros 3 establecimientos educacionales en la ciudad de Osorno que cuentan con internado, pero que son financiados por el Departamento de Administración de Educación Municipal (Daem). Se trata del Liceo Carmela Carvajal, el Liceo Industrial y la Escuela Ana Aichele.

Pero no se trata de un fenómeno a la baja reciente, sino sostenido en los últimos años.

Mientras que en 2013 funcionaban los 20 internados con 1.458 alumnos en total albergados, para este año el número disminuyó a 11, con sólo 892 matrículas, lo que representa una caída de 38,8%.

Conectividad

Luis Ceballo, supervisor de enseñanza media del Departamento Provincial de Educación de Osorno, comentó que "con el tiempo los internados irán desapareciendo. Esto tiene que ver con las mejores vías de comunicación, porque ya no quedan sectores con accesos tan difíciles, además nosotros podemos ver que muchos niños se desplazan de una comuna a otra por el día. Y también ahora hay locomoción permanente, entonces todo es más fácil".

Ceballo agregó que otra razón por la cual los internados están desapareciendo guarda relación con la subvención estatal.

"Actualmente la subvención consiste en 82 mil pesos anuales por alumno, lo que en muchos casos no alcanza para cubrir todos los gastos del recinto", puntualizó.

Igualmente, el encargado de los internados de la Provincial de Educación se refirió a cuáles son las medidas que se les exige a los internados para conseguir la certificación.

"Hay un tema de reconocimiento oficial del Estado que está regulado por infraestructura, temas sanitarios y la presencia de profesionales idóneos. Eso está asociado a la Ley de Subvenciones, pero fundamentalmente se refiere a cierta capacidad de camas, servicios higiénicos, profesionales de apoyo, entre otros aspectos, porque recordemos que estamos trabajando mayormente con niños menores de edad", puntualizó Ceballo.

Luego de esta certificación, los menores que están matriculados deben acreditar que tienen la necesidad de estar internados.

Poco interés

Uno de los liceos que debió cerrar su internado, tras 15 años de funcionamiento, es el Liceo José Toribio Medina de la comuna de Río Negro.

Su director, Víctor Bravo, comentó que cerraron por la baja cantidad de estudiantes, que en su momento llegó a 22 alumnos, siendo la mayoría de Río Negro.

"Además, era un internado mixto y tuvimos problemas con alumnos que se arrancaban, fue insostenible. Luego nació el programa de las casas de familias, a los cuales postulamos y nos salió. Consideramos que estamos mucho mejor ahora, porque economizamos $150 millones al año, ya que la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (Junaeb) no nos pagaba la alimentación, costo que debía asumir el municipio", detalló Bravo.

Y agregó que "en todas las comunas hay financiamiento del Ministerio de Educación para transporte que lleve y traiga a los niños, así los padres están más felices de compartir en familia".

Especialidades

Si bien el cantidad de alumnos matriculados, más los que optan por el internado ha sido inestable los últimos años, con una marcada tendencia a la baja, en 2018 la cifra repuntó en el Liceo Industrial de Osorno.

El plantel de calle Hollstein tuvo una matrícula autorizada de 100 cupos, de los cuales 70 fueron ocupados. Esta cifra se refleja también en la disminución de matrículas generales que este año alcanzó los 600 alumnos.

Pese a la evidente disminución en el plantel, el internado que comenzó en 1996 ha logrado mantenerse con los años, principalmente por las especialidades que ofrecen en el ámbito educativo.

Ariel Guzmán, director del liceo, comentó que tienen cuatro especialidades: Mecánica Industrial, Automotriz, Electricidad e Instalaciones Sanitarias "y yo diría que esta es una razón para que se mantenga el internado, porque estas especialidades son lo que se conoce como 'especialidades duras', en el sentido de que no cualquier liceo las puede ofrecer, porque significa un costo en materiales de enseñanza muchísimo más elevado. Creemos que este es un enganche para los estudiantes en el internado".

Aunque la estadía en este liceo no se encuentra en peligro de desaparecer, Guzmán cree que sí serán cada vez menos establecimientos los que cuenten con el sistema.

"Al alumno ya no le gusta mucho estar interno, hoy día en su gran mayoría prefieren viajar a diario, porque así no están encerrados. Por otro lado, en la mayoría de las comunas existen liceos y colegios particulares pagados, por lo cual también han bajado las matrículas generales y correspondientes al internado", indicó.

Al igual que a gran parte de los establecimientos con internado, la subvención no les alcanza, ya que está dirigida prácticamente para la alimentación, por lo que son los sostenedores quienes deben hacerse cargo de los gastos como reponer literas, colchones, por nombrar algunos ítems.

Una necesidad

Javier Garcés, encargado del internado del mismo liceo, se refirió a los requerimientos para los estudiantes.

"Para matricularse en el internado, el alumno debe vivir a una distancia de más de 10 kilómetros, pero también puede ser un joven de Osorno que tenga un informe social que justifique saltarse la norma de la distancia. De hecho, nosotros tenemos un índice de vulnerabilidad por sobre el 85%, entonces el liceo más que una alternativa es una necesidad".

Ignacio Villanueva tiene 17 años y cursa cuarto medio en el Liceo Industrial. Para él la rutina es parte del día a día.

"Nos levantamos temprano, desayunamos y ordenamos, vamos a clases y en las tardes jugamos a la pelota y hacemos distintas actividades", relató.

Optó por este liceo, ya que es una oportunidad para realizar lo que le gusta. "Cuando salga quiero seguir especializándome en mecánica industrial, que es lo que estudio acá", dijo.

Solo niñas

Un establecimiento emblemático de la comuna y que mantiene el internado hace más de 100 años es el del Liceo Carmela Carvajal de Prat (ex Liceo de Niñas y ex A-18), ubicado en calle Bilbao, que hasta la fecha es solo para niñas de séptimo a cuarto medio.

De los 1.300 alumnos que este año se matricularon en el emblemático plantel, sólo 42 optaron por el internado que tiene una capacidad para 100 estudiantes.

Una problemática que presentaron en el establecimiento, guarda relación con el nuevo sistema de admisión escolar. Juan Caro Peralta, director del Liceo, comentó que "con el nuevo sistema de admisión las personas tienen que estar matriculadas y luego de eso recién se puede ver si quieren o no optar al internado. De hecho, en marzo llegaron alrededor de 10 personas que quisieron entrar al internado, pero no habían postulado, así que tuvieron que quedar fuera".

En cuanto a esta nueva modalidad, Caro señaló que no le parece, ya que "nosotros deberíamos tener libertad de decidir, porque hay gente de fuera que se esfuerza por traer a sus hijos a la ciudad más cercana y por no estar en el sistema de admisión, no pueden postular. Entonces, ver a los papás y mamás que no pueden optar a un establecimiento mejor, según lo que ellos dicen, no es lo ideal".