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Expectación mundial por anuncio de diálogo entre Washington y Pyongyang

REUNIÓN. Varios Gobiernos y organizaciones celebraron ayer la decisión de Donald Trump de aceptar la invitación extendida por Kim Jong-un para negociar la desnuclearización del régimen. La cumbre tendría lugar en mayo en la frontera intercoreana.
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El anuncio de diálogo entre Estados Unidos y Corea del Norte ha generado una ola de expectación mundial. Ayer fueron varios los Gobiernos que celebraron la determinación de Donald Trump de aceptar la invitación de Kim Jong-un para negociar la desnuclearización del régimen, cita que se realizará en mayo.

Sobre las tratativas para esta reunión, el secretario de Estado de EE.UU., Rex Tillerson, afirmó que Trump llevaba un tiempo pensando en dialogar con Kim y que tomará tiempo acordar todos los detalles. "Ahora es cuestión de ponerse de acuerdo en la fecha de la primera reunión entre ellos y en el lugar, y eso va a tomar algunas semanas antes de que podamos resolverlo".

Lo más probable, en todo caso, es que la reunión tenga lugar en la frontera intercoreana, al ser considerado territorio neutral.

Reacciones

El anuncio fue recibido con entusiasmo en varios países del mundo, como Corea del Sur, China, Japón, Rusia, India, Alemania y Reino Unido, además de organizaciones como la ONU y la Unión Europea.

El Presidente surcoreano, Moon Jae-in, calificó ayer de "hito histórico" la cumbre acordada entre Washington y Pyongyang, ya que considera que con ella la desnuclearización de la península de Corea quedará enmarcada "en la senda adecuada", según un vocero del Gobierno.

Moon elogió, además, el "coraje y sabiduría" de los líderes de EE.UU. y Norcorea y alabó especialmente a Trump, del que dijo que tras "aceptar gustosamente" la invitación de Kim, "recibirá los elogios no sólo de la gente del Sur y del Norte, sino también de la gente de todo el mundo".

El Gobierno de China, por su parte, también valoró el anuncio del estadounidense y señaló que "la cuestión nuclear en Corea se está moviendo en la dirección adecuada".

"Damos la bienvenida a las señales positivas dadas por EE.UU. y Norcorea en el sentido de conducir un diálogo directo", dijo un vocero del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Geng Shuang.

"El próximo paso a dar por todas las partes es sostener este positivo momento, forjar sinergias y trabajar juntos para restaurar la paz y la estabilidad en la península de Corea", añadió.

Japón, que reaccionó con escepticismo al deshielo entre las dos Coreas a raíz de los Juegos Olímpicos de Invierno organizados por Seúl, celebró el "cambio" en la postura de Corea del Norte, algo que atribuyó a las duras sanciones sobre Pyongyang.

En ese sentido, el Primer Ministro nipón, Shinzo Abe, insistió en que mantendrá la presión sobre el régimen hasta que "emprenda acciones concretas para abandonar de forma irreversible" su programa nuclear.

Desde Rusia, en tanto, el ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, recalcó que la cita acordada para mayo es "un paso en la buena dirección".

Según Lavrov, la reunión entre los líderes de EE.UU. y Corea del Norte debe conducir a que reanuden las negociaciones en varios formatos para un arreglo político de la crisis coreana.

"Debe abrir el camino a la reanudación de un proceso negociador en diversos formatos con el fin de arreglar el problema nuclear de la península coreana en base a los principios establecidos en las negociaciones a seis bandas y en el Consejo de Seguridad de la ONU", dijo.

En esas negociaciones a seis bandas participaban las dos Coreas, EE.UU., China, Rusia y Japón, y quedaron oficialmente suspendidas en 2009 después de que Pyongyang pusiera todo tipo de trabas para que se verificara el estado real de su arsenal e instalaciones nucleares.

Sin concesiones

Por otro lado, el vicepresidente de EE.UU., Mike Pence, señaló ayer que que su Gobierno no hizo "ninguna concesión" para lograr que Corea del Norte accediera a negociar, y atribuyó ese avance a la estrategia de Trump para "aislar" al régimen de Kim.

"El deseo de Corea del Norte de reunirse para discutir sobre la desnuclearización, al tiempo que suspende todas las pruebas nucleares y de misiles, demuestra que la estrategia del residente Trump para aislar al régimen de Kim está funcionando", argumentó.

"Damos la bienvenida a las señales positivas dadas por Estados Unidos y Corea del Norte en el sentido de conducir un diálogo directo".

Gegn Shuang, Vocero Gobierno de China"

"Vemos que una posición cerrada internacional da lugar a un atisbo de esperanza. Sería maravilloso que pudiera haber una distensión".

Angela Merkel, Canciller de Alemania"

"El deseo de Norcorea de reunirse (...) demuestra que la estrategia del Presidente Trump para aislar al régimen de Kim está funcionando".

Mike Pence, Vicepresidente de Estados Unidos"

Las grandes economías avisan a Trump que responderán a sus medidas arancelarias

PROTECCIONISMO. Gobiernos y organizaciones mostraron su preocupación respecto al impacto en el comercio global.
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La Unión Europea (UE), China, Japón y otras grandes economías mundiales advirtieron ayer al Presidente de EE.UU., Donald Trump, que tomarán medidas por la imposición de aranceles a las importaciones de acero y aluminio, acción proteccionista que amaga con iniciar una guerra comercial.

Trump firmó el jueves la anunciada imposición de aranceles del 25% para el acero y del 10% para el aluminio, una medida que justifica por considerar estas industrias "vitales" para su seguridad nacional y de la que sólo están exentos México y Canadá, pero que no entrará en vigor hasta al menos dentro de 15 días.

La UE se aferra a este plazo y la comisaria europea de Comercio, Cecilia Malmström, se reunirá hoy con el jefe de Comercio Exterior estadounidense, Robert Lighthizer, para intentar conseguir una exención.

"La primera opción de la UE siempre es el diálogo, pero, llegados a la situación, responderemos", señaló la comisaria en una intervención en el centro de estudios German Marshall Fund, donde señaló que desean aclarar las condiciones de los aranceles y para una posible exención.

La UE tardaría como mucho 90 días en reaccionar, dijo, después de anunciar esta semana que la Comisión Europea ya tiene lista la batería de medidas que aplicará, que pasan por introducir aranceles a ciertos productos estadounidenses.

"No buscamos una batalla, queremos paz, nosotros no pedimos esto", dijo Malmström, que confía aún en evitar una guerra comercial que causaría la pérdida de miles de empleos en la UE, que cada año exporta unas 35 millones de toneladas de productos de acero al año a EE.UU..

En la misma línea, China llamó a Washington a retirar "lo antes posible" las medidas que, dice, tendrán un "grave impacto" sobre el comercio internacional.

En un comunicado, el Ministerio de Comercio consideró además que el argumento de la seguridad nacional es "injustificado", mientras que la Asociación China del Hierro y el Acero (CISA) criticó el "proteccionismo" de la medida y advirtió que perjudicará también a empresas y consumidores estadounidenses.

Por su parte, Japón tachó de "lamentables" las medidas y advirtió que "pueden afectar mucho la cooperación económica entre Japón y EE.UU. y al comercio internacional", según el ministro de Exteriores nipón, Taro Kono, cuyo país exportó en 2017 aproximadamente 1,78 millones de toneladas de productos de acero a EE.UU..

Brasil y Corea del Sur también rechazaron las medidas y anunciaron respuestas, mientras que Alemania y el Reino Unido buscan negociar exenciones.