Hace unas semanas atrás nos referimos a los niveles de confianza que registraba nuestro país. Concluíamos que este complejo escenario encontraba respuesta tanto en al ámbito político como en el económico. En ese sentido, es impresionante como esto puede cambiar de manera tan rápida cuando las señales se dan también de manera oportuna. Primero, en el ámbito político es importante que las señales que den las futuras autoridades vayan en la dirección correcta y en entregar claras definiciones en diversas materias. De esa forma se genera confianza, la que en los últimos años había estado muy alejada de las expectativas de la población.
Por el lado económico, y de acuerdo a lo recogido en diversos medios, es opinión casi unánime de numerosos economistas que Chile crecerá en torno al 3,3% el primer trimestre de 2018, el mayor crecimiento de los últimos cinco años. Sin embargo, el crecimiento del PIB esperado para el año 2018 por los casi 50 economistas que han entregado sus proyecciones se sitúa en torno al 3,2% y de un 3,5% para el 2019. Entre los aspectos relevantes a considerar en la explicación de estas positivas proyecciones, se pueden mencionar, entre otras, la importante recuperación de los índices de confianza empresarial y también de los consumidores, así como cifras de comercio internacional y doméstico (minorista).
Un hecho importante a destacar es que en este crecimiento, la importancia que se le otorga por parte de algunos especialistas a actividades económicas no mineras es relevante, lo que acompañado de mejores precios de productos mineros como el cobre y las expectativas que se abren en torno al litio, presenta un escenario promisorio para Chile. Pero esa es una parte de la historia, lo crucial será como el país logra administrar inteligentemente las condiciones que se presentan, entregando las condiciones necesarias que permitan atraer mayores inversiones en los distintos sectores económicos, entre otros, turismo, agricultura, servicios, etc.
Volvemos a reiterar que recuperar la confianza, entregar señales y condiciones claras que promuevan la iniciativa privada, es tarea de las nuevas autoridades, no será tarea fácil, pero el país ha señalado que ese es el camino que desea. ¿Cómo se va a hacer?, es la respuesta que todos esperamos sea la adecuada para beneficio de todos los chilenos.
Sergio Hermosilla Pérez