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Trabajadores de siniestrada planta quesera realizan demanda colectiva para conseguir indemnización

LABORAL. A la Inspección del Trabajo llegaron 14 ex funcionarios de Lácteos Puerto Octay para pedir asesoramiento y acusar a su empleador frente al término de sus contratos, a raíz del incendio que afectó a las instalaciones el pasado 30 de diciembre. Su dueño dijo que para hacer funcionar la empresa y crear nuevos puestos, tiene que reducir costos.
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Más sombras que luces existen sobre el futuro de los trabajadores de la siniestrada fábrica de quesos Lácteos Puerto Octay, ubicada en la comuna lacustre del mismo nombre.

La planta que inició sus funciones en 1975 fue prácticamente consumida en su totalidad por las llamas el pasado 30 de diciembre. Debido a la emergencia, de momento 14 funcionarios han sido finiquitados sin indemnización, por lo que establecieron una demanda colectiva bajo el alero de la Inspección del Trabajo.

Si bien el dueño de la empresa, Rodolfo Harwardt, tiene la intención de reconstruir la fábrica para volver a producir cuanto antes los productos derivados de la leche, lo cierto es que de los 26 operarios, al menos la mitad quedará sin su fuente laboral.

Según el director Regional del Trabajo de Los Lagos, Guillermo Oliveros, "se recibieron cinco reclamos administrativos individuales y dos reclamos múltiples, recepcionados entre los días 8 y 9 del presente mes".

Las diligencias fueron realizadas de manera posterior a la entrevista que los trabajadores, asociados en el comité paritario -no existe sindicato- sostuvieron con el inspector provincial, Juan Sánchez, en dependencias de la Inspección del Trabajo de Osorno.

En esa oportunidad los trabajadores fueron informados sobre los pasos a seguir, tanto en las audiencias de conciliación que fueron agendadas para los días 19, 22, 25 y 26 del presente mes, como las acciones judiciales relacionadas si es que el resultado de las primeras no sean satisfactorias para alguna de las partes.

Calendario de eventos

Tras el incendio del 30 de diciembre y la realización de los peritajes por parte de los organismos especializados, "el 2 de enero se efectuó la visita por parte de fiscalizador Alejandro Castro, quien investigó el grave accidente laboral y suspendió toda actividad en áreas afectadas por el siniestro", comentó Oliveros.

En esa oportunidad el inspector provincial se entrevistó con Rodolfo Harwardt, el empleador, además de Esteban Gómez en su calidad de presidente del Comité Paritario de Higiene y Seguridad, con quien se coordinó la cita con los trabajadores para informar de los derechos laborales.

Sin embargo, pese a que el empleador habría señalado al dirigente que no concretaría despidos, él y otros 13 trabajadores fueron desvinculados.

"El 4 de enero de 2018, el inspector provincial se reunió con 26 trabajadores de la planta en la sede comunitaria del Departamento de Obras Municipales de la Municipalidad de Puerto Octay, donde se aclararon dudas y se informó sobre acciones a seguir. Aún no se producía el despido de ningún trabajador", prosiguió el director regional Guillermo Oliveros.

Finalmente los días 8 y 9 de enero asistieron 14 trabajadores a interponer reclamo por despido injustificado. Todos ellos recibieron carta de aviso de término de contrato por caso fortuito o fuerza mayor, por lo que acudirán a las audiencias de conciliación agendadas para los días 19 a 26 de enero.

"La situación de la empresa al día de hoy se encuentran suspendidas labores en las áreas afectadas por el siniestro, vale decir, laminado, producción, bodegas y oficinas administrativas. La empresa despidió con fecha 08/01/2018 al menos a 14 trabajadores, invocando como causal el Art. 159 N°6 del Código del Trabajo, que es Caso Fortuito de Fuerza Mayor", remató Guillermo Oliveros.

El empleador

Según Rodolfo Harwardt, la idea es volver a contratar en un futuro cercano a todos los trabajadores finiquitados, pero de momento, debido a la paralización de la planta y la necesidad de reducir gastos para que la empresa siga siendo viable, tuvo que tomar estas medidas.

"Estamos tratando de reconstruir lo antes posible, pero en estos momentos no tenemos agua ni luz y debemos hacer tendidos eléctricos nuevos. Además, estamos tratando que la Municipalidad nos convide agua... después de todo, nosotros estuvimos 40 años aquí y hemos aportado con trabajo para un montón de personas que viven en Octay", argumentó Harwardt.

Sobre el avalúo de la pérdida, el empresario comentó que si bien hay un seguro comprometido, este cubriría sólo una parte de las instalaciones.

"La verdad es que se perdió todo y como era una empresa a la que nosotros le fuimos agregando cosas, nunca vimos bien lo del seguro. Teníamos una instalación nueva de laminado y de unas termoformadoras para laminar queso y entregar a los supermercados. Solamente las máquinas nos costaron $150 millones y no alcanzamos a asegurarlas", declaró.

Reducir costos

De acuerdo a lo expresado por el empleador, la idea es mantener algunos puestos de trabajo y reincorporar o otros en la medida que la planta vuelva a funcionar, sin embargo, ese proceso podría prolongarse durante algunos meses.

"Si me voy a demorar tres meses en volver a tener una estructura que tenga factibilidad de trabajar, yo no puedo mantener ese tiempo a las personas (con salario) desocupadas, necesito reducir los costos", manifestó Harwardt, quien agregó que "de hecho nosotros teníamos una capacidad de 200kwz contratados y ahora vamos a contratar 50kwz porque yo pagaba $6 millones en energía eléctrica al mes".

Adicionalmente, se reducirá el número de secciones en la planta: "No vamos a tener bodega y el día que fabriquemos vamos a embolsar los quesos y llevarlos a una bodega externa para almacenar. Tenemos que buscar todas las posibilidades para volver a producir y generar puestos de trabajo", sostuvo el empresario.

Asimismo indicó que "la sección de yoghurt no creo que se vuelva a rearmar, porque se quemaron todas las máquinas. La de la jalea tampoco ni la de laminados, todo eso fue pérdida total".

Como contrapartida se salvaron las áreas de recepción de leche y las calderas, pero tal como se anunciaba, se necesitarán al menos tres meses para que la producción vuelva a entrar en marcha.

Polémica con municipio

Si bien el municipio, en la voz de su alcaldesa, María Elena Ojeda, se comprometió a hacer gestiones para reubicar a la mayor cantidad de funcionarios posibles, Rodolfo Harwardt criticó que esa ayuda no estuviera focalizada en facilitar las acciones necesarias para reabrir la fábrica.

"La Municipalidad al menos debería colaborar en algunas cosas y no en decir que va a tratar de conseguir una peguita para dos o tres personas. El asunto pasa en que colabore con la empresa para que ésta se levante lo antes posible y la gente vuelva a tener su trabajo, porque un trabajo en los arándanos no es una solución definitiva para la gente", afirmó Harwardt.

Por su parte, la alcaldesa Ojeda, sin querer entrar en la polémica, se remitió a señalar que "lo único que quiero decir es que como municipalidad no nos vamos a quedar sin ver una solución para los vecinos que se vean afectados. Así como venían personas de purranquinos a trabajar a Octay, vamos a buscar en otras queseras para que los acojan hasta que vuelva a revivir la fábrica de quesos".

Eduardo Gómez, es de Purranque y trabajó 20 años en la planta, su último cargo fue como pasteurizador. Si bien él y los demás funcionarios entienden el drama que vive el empleador, creen que lo justo es que reciban la compensación económica o indemnización por los años de servicio prestados.

"Fuimos a ver qué podíamos hacer realmente y la Inspección nos ayudó y orientó para que hiciéramos una demanda. Es lamentable lo que sucedió dentro de la empresa, porque hay varios trabajadores y familias que quedaron sin su fuente de ingreso y el hecho de que esto haya sucedido es triste, pero ya no se puede hacer nada", declaró Gómez.

Por último, Gómez indicó que "el hecho de que hayamos sido despedidos sin ninguna indemnización no es lógico, él tiene que ponerse la mano en el corazón y por último negociar o hacer algo para comenzar esos años".

"Si me voy a demorar tres meses en tener la factibilidad de trabajar, no puedo mantener ese tiempo a las personas desocupadas".

Rodolfo Harwardt dueño de Lácteos Puerto Octay"

Datos:

Demanda: Antes de llegar a un litigio o enfrentamiento judicial, las partes sostendrán audiencias para lograr un acuerdo.

Trabajadores: Lo que piden es una compensación económica por los años de servicio, aunque la empresa haya sufrido una catástrofe.